Capítulo Final (Parte 2)

4 0 0
                                    

Flashback

─Eh, bello durmiente─ enmascarada, Betty hizo despertar a Gui, con puras palmaditas.

─¿Dónde estoy?, ¿dónde está mi padre?. Maldito cabrón.

─Tranquilo Sergio, tu padre está ahí, detrás de esa puerta.

─¿Qué carajos es esto?─ preguntó al abrirla. Betty lo observaba expectante, deseosa, eufórica por enfrentar a Alma.

─La última prueba para ti, si la pasas tú y tu padre serán liberados, saldrán con vida de aquí, si fallas, ambos morirán─. Fabián aguardaba detrás de un cristal blindado. Ambos conocían el temperamento de Gui.

Sergio notó algo diferente. No eran los mismos ojos azules de antes. La intensidad de estos era mucho más profunda, salvaje. Ese no era Fabián.

Ana le extendió la diana y explicó las instrucciones. Después del ultimátum, el chico acertó en sus disparos. La comisura de la boca de Ana se elevó, casi pudo sentir la carne de Augusto siendo atravesada por el filo de las flechas. Sintiendo todo ese dolor, sin poder mover un músculo por las misma setas alucinógenas que tanto había ambicionado. 

Cuando tuvo el gusto de abrir aquella puerta. Observó con soberbia el rostro de su principal enemigo. El terror de la impotencia clavado en su cara. Todas las flechas clavadas en su cuerpo, su columna, sus extremidades, su cabeza.

─¡PAPÁ!. ¡Papá, papá no, no, por favor papá, no!.

Beatriz se acercó. Gui reparó en la tela blanca de su vestido. Enseguida ató cabos.

─Es exactamente lo que estás pensando.

─Beatriz Moreno─ concluyó.

─¡Bingo!.

─Acabaré contigo─ bramó.

─No lo creo─ negó divertida.

Varios dardos tranquilizantes fueron clavados en el cuerpo de Gui, obra de Fabián, este calló desmayado al instante.

.

Omar agonizaba en el suelo. Fabián había conseguido devolver el ataque de la peor manera, clavándole en cuchillo en el abdomen ante una horrorizada Alma. Perdía sangre a ritmo acelerado. Si continuaba así tendría un shock hipovolémico. El joven Garza se puso de pie, respirando con dificultad.

─Eres una flor de mierda─ lanzó a Alma con fuerza e ira hacia un costado. Agarró la navaja a centímetros de sus pies, tras el forcejeo de esos dos, y se acercó a Omar, quien con toda la sangre perdida y el veneno de la serpiente en su cuerpo estaba al borde del desmayo.

Definitivamente Alma lo vió venir. Simplemente consiguió agarrarse de una columna antes de que esta colapsara.

─¡Espera, no lo hagas!.

Pero fue demasiado tarde. Beatriz clavó el arma en el pecho del joven Lombardo. Alma se desplomó, sus piernas fallaron por completo. La viga tampoco la dejaba avanzar y la polvareda oscura que se había levantado la estaban haciendo toser con exageración.

─Ana, ¿qué estás haciendo?─ Fabián trató de detenerla, pero ella no entendía de razones─. ¡Ey, esto no era parte del plan!─ no hubo respuesta. Betty estaba tratando de introducir la mano dentro del pecho de Omar, aún con vida─. ¡Te estás cargando la cacería, maldita sea!.

De un tajazo Beatriz le arrancó el corazón al chico, quien en su último aliento de vida, ladeó la cabeza para enfrentar a Alma y musitar esa simple palabra:

Lobo de Montaña (libros 1 & 2)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora