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Segunda y última Parte

─¿Qué fue eso?─ inquirió Marina, aún agitada por todo lo acontecido.

─No lo sé─ Manuel se acercó a las rocas ─tenía los dedos de Manuel tatuados en su cuello─ Marina también lo hizo─. ¡Mierda!─ exclamó al ver la escena. Teresa los escuchó y se volteó.

─¡¿Qué hiciste?!─ inquirió Manuel.

─Fue necesario─ miró a Marina─ y tú, no se te ocurra decir nada─. La morena contuvo las lágrimas─. Manuel creo que llevaste la situación muy lejos con esta chica, será mejor acabar con ella─ la apuntó y Marina contuvo la respiración.

─No─ se interpuso en medio.

─Como quieras, pero si dice algo es tu responsabilidad, y Augusto no te perdonará, ahora tengo que hablar contigo─ lo agarró del brazo y lo alejó de Marina─ es momento de que sepas la verdad, la verdad por la que nunca quise que continuaras con esa venganza enferma hacia los Reverte.

─¿De qué verdad hablas?─. Teresa tomó aire.

─Tú eres hermano de Marina.

Shock total.

─¡¿Qué?!, ¿mi hermano?, ¿de qué hablas?─ se acercó, con una mirada de desconfianza. Manuel seguía callado, mirando a Teresa desconcertadamente.

─¿Pero qué dices?─ masculló, volviéndo a la realidad

─Marina no es hija de Camille Albarrán sino de Julia Achával.

─¡¿Pero que dices, maldita loca?!─. Teresa siguió hablando, ignorando a Marina.

─Camille lo sabía y me lo confesó la noche anterior de que la asesinaran.

─¡¿Qué?!, ¡¿tú sabes quién asesinó a mi madre?!.

─No lo sé.

─¡¿Dios?!─ gritó la joven─ me acosté con mi hermano─ esta vez fue un hilo. Se cubrió los labios. Manuel la miró con lástima, pero a la vez rabia, también a Teresa.

─¿Por qué carajos no me lo dijiste antes?─ sus ojos se aguaron.

─No lo creí conveniente.

─¿No lo creíste conveniente?─ repitió en modo de burla─ eres una zorra.

─Ey, te recuerdo que tú a mi me debes mucho.

─Manuel, ¿a que se refirió cuando dijo esa venganza enferma?─. El joven sintió su respiración cortarse.

─Marina yo...

─Manuel tiene un plan de venganza contra tu familia hace años, sedució a tu madre para luego enterarse que todo era un plan de ella, mandó a atropellar a tu verdadera madre, introdujo a Manuel a Valeria y amaneció muerta─ se encargó de aclarar Teresa.

─ Marina yo...─ trató de decir pero fue interrumpido por una bofetada.

─¿No sé como pudiste?, dios, eres un monstruo, y yo, tan tonta por haberte creído, tan sucia por acostarme con mi hermano, por dios. No quiero que me dirijas más la palabra, en estos momentos no se como lidiar con esta situación─ se alejó, a puntapiés, sosteniéndose como podía de los árboles. La noticia la había dejado completamente anonadada.

─Marina espera─ fue tras ella pero esta comenzó a correr─. ¡Marina!─. Un grito de ella se escuchó─. ¿Marina?, ¡mierda, Marina!, Teresa ¡ayuda!─ gritó Manuel, la chica había caído en una trampa para osos. Teresa los alcanzó.

─¡Por dios!.

─¡Busca ayuda!.

─Duele mucho─ chilló bajando la vista. Sus dientes se habían ablandado del dolor. Todo su cuerpo sudaba. Estaba a punto de desmayarse.

Lobo de Montaña (libros 1 & 2)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora