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Tercera y última parte

─No sé por qué pero presiento que todo tiene que ver con el suceso ocurrido aquí hace 13 años─ Amalia examinó los rostros de todos. Teresa, Pilar y Manuel guardaron silencio, hasta que fue roto por la propia directora.

─No digas tonterías─ aseveró─ lo de hace 13 años está enterrado, fue muy trágico y doloroso para todos.

─¿Qué ocultan eh?─ Amalia parecía convencida de lo que decía.

─Nada─ declaró Teresa inmediatamente─ y será mejor que te calles porque últimamente ni para una conversación seria y profesional sirves, creo que cuando regresemos exigiré tu renuncia, no creo que los padres quieran tener en la Golden Hand una profesora tan "liberal" como tú ¿no lo crees?.

─Amalia será mejor que te calmes─ Simón intervino. La profesora de literatura regresó a la enfermería no sin antes advertirle a Teresa:

─Pagarás por todo, tu veneno no quedará impune─. Teresa le lanzó una sonrisa ladina.

Los estudiantes se habían reunido en grupos, aunque parecía increíble se daban mutuo apoyo ─a su manera claro─. Cuando Omar dijo ─y esta vez en un tono para nada bromista─ que era una pena por Pablo.

─¿Y tú desde cuando eres tan empático?─ interrumpió Marina con un tono de indiferencia.

─No se trata de ser empático o no, simplemente expreso mi dolor por la muerte de un amigo─ parecía sincero. Marina no pudo evitar reír.

─Ay por favor no seas hipócrita, todos saben aquí que humillas a todo el que se te cruza, incluso Pablo─ dicho esto le dió la espalda y se fué.

─¿Cuando piensas reaccionar?─ Martín se cruzó de brazos─. Marina es una víbora, Omar─. Pero su hermano menor no soportaba que hablaran mal de ella.

¿Me dejas en paz?─ se puso de pie y fue tras su novia─. Ey Mar, espera.

─¿Qué es lo que quieres?─ había amargura en su voz.

─¿Me quieres explicar que pasa?, estábamos bien esta mañana.

─Y lo estamos amor─ envolvió sus brazos al rededor de su cuello para acercarlo más─ pero acabo de caer en mis días, ya sabes como es.

─Te entiendo─ propició un corto beso en sus labios.

Marina miró a Manuel, este hizo un ademán para hablar a solas.
Cuando estuvieron un poco más desapercibidos, ella se acercó.

─¿Qué quieres?.

─Me puedes decir por que me evitas─ le acarició la mejilla tal y como Omar lo hacia pero ella lo desapartó.

─Suéltame, no me vuelvas a tocar, ahora me doy cuenta de lo equivocada que estaba contigo, cada vez me enamoro más de mi novio, así que te pido que me dejes en paz─. Trató de irse pero la agarró del brazo.

─Creo que se te olvida en que estás metida, jamás podrás salirte de Valeria, jamás.

─Y yo creo que olvidas con quien estás hablando, mi padre te puede aplastar como la miserable cucaracha que eres en un segundo, tú y tu ridícula organización─. Manuel ahogó una risa.

─No sabes con quién te metes niñita─ negó─. Ignoraré todo lo que acabas de decir. Los directivos vienen, debes estar preparada.

─En tus sueños─ lo dejó con la palabra en la boca.

.

─¡Alma!.

─¿Qué pasa?.

─Creo que encontré algo─ Betty sacó de unas gavetas un libro enorme, definitivamente era un anuario.

Lobo de Montaña (libros 1 & 2)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora