Capítulo Final (Parte 1)

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PesadillasPrimera Parte

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Pesadillas
Primera Parte

Todo lo que vemos o parecemos es solamente un sueño dentro de un sueño.

...

Los rayos del atardecer se colaban por todas las rendijas posibles del bosque y todos sus alrededores, volviendo a las verdes ojos de un color tornasol opaco, otras naranja ocaso, similar a la estación del otoño. La cabaña de los Cortázar, en medio del follaje, no era la excepción. En su deplorable estado, parecía como si el astro poniente viviera dentro de ella.

Fabián escuchó el quejido de Omar y fortaleció el agarre del arma, preparada para embestir a quien fuese que estuviera ahí oculto.

─¡Sal de ahí inmediatamente!─ nada sucedió, el incómodo y perturbador silencio fue interrumpido por el graznido de los cuervos en la lejanía. El joven Garza miró hacia el cielo. Tiempo que aprovechó Omar para ocultarse detrás de un tronco mucho más grueso. Fabián notó el movimiento y disparó a ciegas.

≫ ─¡Te he dicho que salgas!─ se relajó─. Venga, te prometo que no te va a pasar nada─ silencio─. ¡Que salgas, maldita sea!─ apretó el gatillo repetidas veces, provocando que Betty saliera.

─¡¿Se puede saber que carajos estás haciendo?!.

─Ana, hay alguien ahí fuera. ¡Tenemos que acabar con él si no queremos que esto se vaya al carajo!.

─Eso es imposible─ su semblante era duro, impertérrito─. La única opción es tu hermano, y ambos sabemos que capaz de hacer algo no es.

─Pero te estoy diciendo...

─¡Suficiente!, ¡aquí las cosas se hacen como yo digo!, ¿me oyes?─ Fabián se tragó sus palabras y asintió, pero sus nudillos estaban tan apretados que dolía─. Bien, ahora vamos dentro, hay que terminar con esto.

─¿Y luego?.

─¿Y luego qué?.

─Sí, ¿que pasará luego?.

─Pues luego─ pasó ambas manos por su cuello─ tú y yo daremos un bello viaje por el mundo, nos olvidaremos de toda esta mierda─ lo besó. Fabián sonrió angelicalmente, para luego seguirla dentro.

Omar había observado todo. Su sonrisa era tan grande como el globo terráqueo mismo. Había tenido a su mayor ídolo delante todo este tiempo, y no se había dado cuenta. Diablos, ¿cómo no consiguió leer a esa chica de ojos claros antes?. El vengador no dejaba de sorprenderlo, era todo un ejemplo a seguir.

Su pierna le dolía demasiado, y comenzaba a pesarle. Necesitaba salvar a Alma, si es que no la habían asesinado ya. Ojeó la cabaña, recordando la última vez que estuvo ahí, si no se equivocaba, existía una puerta trasera. Apoyándose de varias ramas y grandes rocas a su paso logró llegar a la destruida puerta. Respiraba agitadamente, el veneno se extendía con rapidez por su cuerpo. Tarde o temprano llegaría a su corazón.

Lobo de Montaña (libros 1 & 2)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora