En cuanto bajé del dragón miré hacia el cielo respirando aliviada al ver a Vaghar encima nuestra.
-Mi hermano no debería mezclar sentimientos y guerra en la misma frase cuando esté delante de los enemigos- Aegon me miró de reojo - nunca es bueno revelar cuáles son los puntos débiles de cada uno.
Seguí a Aegon en completo silencio y entramos en la Fortaleza Roja.
-Eso le hace humano- le defendí.
Aegon esbozó una sonrisa.
-Y algo estúpido ¿No crees?
Puso los ojos en blanco ya en el interior.
-Ya sabes el camino hasta tus aposentos- se quedó en silencio antes de retomar de nuevo sus pasos- o los de Aemond.
Y tras guiñar un ojo se alejó desapareciendo en la oscuridad dejándome sola.
Sin perder tiempo caminé hacia mi habitación y cerré la puerta a mis espaldas, dejándome inundar por el verdadero aroma de mis pertenencias.
En cuanto di unos cuantos pasos, la puerta se abrió y Aemond clavó su mirada en mi.
-A la mierda…
Cerró la puerta bajo mi atenta mirada y caminó hasta llegar a mí, pasando sus manos por mi cintura y nuca.
Estaba dispuesta a hablar cuando me empujó contra la pared y me besó dejándome completamente de piedra. Nunca en mi vida había besado a nadie, aún así intenté corresponder a su besó de la mejor forma que pude sintiendo el desespero en cada uno de sus movimientos.
La mano que agarraba con fuerza mi cintura bajó hacia la parte inferior de mi vestido mientras mi corazón latía con fuerza, y sus besos fueron aumentando de intensidad.
-Casi me vuelvo loco…-susurró esta vez dirigiendo sus besos hacia mi cuello con su respiración agitada- pensé que te perdía.
Solté inconscientemente un gemido cuando mordió el lóbulo de mi oreja agarrándome de nuevo de la cintura.
Levantándome con solo una mano me apartó de la pared y se dirigió conmigo a la cama.
-Aemond…-susurré cuándo me dejó con delicadeza encima de mí cama- aún no estamos casados.
-Lo vamos a estar en unos días- dijo tumbandose encima de mí y acariciando mi mejilla- pero puedo parar si es lo que deseas.
Cerré los ojos con timidez y negué con la cabeza.
Entonces él volvió a besar mis labios sin dejar de pasear su dedo por mi mejilla. Su respiración me tranquilizaba y calmaba, así que poco a poco me fui relajando, dejando que él volviera a guiar una de sus manos a la parte inferior de mi vestido dispuesto a subirlo lentamente.
Nuestros ojos abiertos coincidieron y por un momento los dos sonreímos antes de qué introdujera sus dedos en mi pelo.
-¿Nunca has visto a un hombre desnudo, verdad?-preguntó en voz baja, casi en un simple susurro.
Negué con la cabeza.
-Bien-sonrió satisfecho dándome un ligero besó en la frente- nunca verás a otro que no sea yo.
Le miré atenta viendo cómo se levantaba,desabrochando los botones de su camisa y desprendiéndose de ella. Tuve que agarrarme a las sábanas cuando vi por primera vez su torso desnudo ante mi.
Sin perder tiempo deslizó las manos al botón superior de su pantalón, pero antes de desabrocharlo clavó su mirada en mi.
Se humedeció los labios al percibir mi respiración agitada y regresó a la cama pasando de nuevo su dedo por mi mejilla, luego lo deslizó por el cuello hasta llegar al comienzo de mis pechos.Esta vez fue su respiración la que se agitó y yo sin poder contenerme pasé mi mano por su nuca.
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La semilla del dragón// Aemond Targaryen 💚
RandomFANFIC House of the Dragon Aemond Targaryen