Me levanté cuando Aemond aún continuaba dormido y tuve que esforzarme para creer que aquello no era solo un sueño.
Tenía delante de mí al hombre con el que siempre había soñado y ese mismo hombre había decidido pasar el resto de sus días a mi lado.
¿No era extraño?
Siendo bastarda siempre me habían hecho entender que yo no merecía nada, que debía conformarme con lo menos posible y no hacer reclamos.
Suspiré acercándome lentamente a él para acurrucarme a su lado.
Si eso no era el paraíso, no sé qué podría serlo.
-Hoy no tengo ganas de ir a entrenar…-murmuró pasando su mano por mi espalda para atraerme aún más a él.
-No entrenes..-susurré cerca de su oido.
Aún con los ojos cerrados esbozó una sonrisa.
-¿Me vas a necesitar para algo?
Su pregunta me hizo soltar una carcajada pero se borró de inmediato la expresión de alegría de mi rostro cuando alguien golpeó la puerta con fuerza.
-¡Aemond ábreme!- espetó la reina Alicent desde el otro lado.
Él se incorporó de inmediato buscando su parche con la mano aún medio adormilado y yo me cubrí el cuerpo con las sábanas avergonzada.
-¡Aemond!
Vi como se ponía de pie y se colocaba el parche dirigiéndose hacia la puerta, y sin más la abrió provocando que su madre palideciera de inmediato al verme en la cama.
-¡¿Se puede saber en qué demonios estabais pensando?!- entró en sus aposentos y apuntó con el dedo a su hijo menor-¿Cómo has podido hacerme esto?
-Me he casado con la mujer que amaba- miró a su madre mientras se ponía con rapidez su camisa- tú siempre nos dijiste que a Visenya había que tenerla cerca. ¿No era así?
-¡Pero no casada contigo!
-Qué más da con quién estuviese casada-se encogió de hombros mostrando de nuevo ese rostro sin expresión- Visenya siempre será la debilidad del otro bando.
-Y del nuestro por lo que veo- dijo Alicent apartándose de su hijo con el rostro enrojecido.
Les miré llena de incomodidad, siendo incapaz de hablar ni interrumpirlos.
-¿Y tú?- esta vez Alicent me sobresaltó dirigiéndose a mí-¿ Quieres saber quién está en el salón del trono esperando por una explicación?
Tragué saliva.
-¡Jace Velaryon junto a Daemon Targaryen os esperan para una respuesta y una explicación!
-Pues entonces iré yo- Aemond hizo el amago de salir de la habitación, pero Alicent rápidamente se lo impidió.
-¿Estás loco?, ¿Quieres que te maten ante los ojos de tu padre?
-¿Padre?- retrocedió Aemond.
-Si- le apuntó de nuevo con el dedo su madre- Viserys está en el trono esperando la misma explicación que su hermano y nieto.
-Iré yo sola- dije provocando que los dos girarán sus cabezas para mirarme- iré y solucionaré esto sin ning…
-No irás a ninguna parte-me interrumpió Aemond.
-Solucionadlo- la reina volvió a fijar la mirada en su hijo- que esto no acabe en tragedia.
Y sin decir nada más salió de los aposentos cerrando la puerta de un portazo.
-Iré yo-repetí- y no hay más que hablar.
Me envolví la sábana alrededor del cuerpo y me puse de pie.
-No permitiré que te acerques a Jace.
-Tu mismo lo has dicho- me acerqué a él- yo soy la debilidad de los negros.
Suspiré cuando él pasó un dedo por mi mentón para levantar mi rostro.
-Estabas prometida con él.
-Y fue todo un caballero conmigo..-susurré- tanto que aún sabiendo lo que sentía por ti, me dejó volver a verte, ¿No crees que necesita una explicación?
Aemond desvió la vista hacia un punto fijo mientras besaba mi frente con delicadeza.
-Estaré esperando afuera-dijo al fin a regañadientes- si tardas entraré a por ti sin importarme nada más.
Asentí aceptando sus condiciones.
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La semilla del dragón// Aemond Targaryen 💚
RastgeleFANFIC House of the Dragon Aemond Targaryen