Two

8.7K 500 22
                                    

-¡Visenya!

La voz de Helena irrumpiendo en mi habitación me hizo apartar la vista de mi lectura para observar como ella entusiasmada corría hacia mi.

-¿Pasa algo, princesa?- pregunté dejando mi libro a un lado de mi cama para prestar atención a sus palabras.

Ella se sentó a mi lado, ignorando que lo hacía justo encima de mi libro y entonces tomó mis manos con un ligero brillo en la mirada.

-He escuchado a madre hablar con mi abuelo- dijo al fin apretando con fuerza mis manos- les he escuchado hablar de compromiso, Visenya.

-¿Compromiso?- pregunté apartando las manos de las suyas con desconcierto.

-¿No es genial?- volvió a tomar mis manos ajena a lo que yo pensaba en aquél momento- seguramente te comprometerán con algún señor del norte, o al menos eso escuché decir a madre.

Forcé una sonrisa intentando contener mis ganas de romper en llanto.

-Pensé que…-me humedecí los labios agachando la cabeza- pensé que no era intención de ellos darme en matrimonio, al menos no por ahora.

Helena abrió la boca dispuesta a decir algo, pero alguien llamó a la puerta interrumpiendonos.

-Lady Visenya- la voz de Ser Criston provocó que Helena se incorporarse- la reina la llama a la mesa.

-Enseguida estaré con ella-dije.

Miré a Helena mientras escuchaba los pasos de Ser Criston Cole alejarse y suspirando con el estómago encogido me puse de pie.

-Deberíamos ir a cenar…-susurré.

Helena pasó su mano por mi brazo y salimos de mi cuarto.

-Deberías saber que el matrimonio no es algo tan horroroso- suspiró, era evidente que pensar en ello le producía cierta tristeza- Aegon de vez en cuando intenta mostrarse amable conmigo.

Permanecí en silencio, sintiendo cierta lástima por la princesa Helena que tras casarse forzosamente con su hermano Aegon no había podido experimentar lo que le podía deparar el amor.

Era cierto que fantasear con la idea de poder casarse con alguien alejado de crear alianzas y solo por el único motivo del amor era algo que la tía Alicent jamás permitiría.

Ella junto a su padre, Otto Hightower solo buscaban crear alianzas para conseguir asentar a su heredero Aegon en el trono sin que nadie pudiera interponerse.

Pero.. jamás pensé estar dentro de sus planes, al menos no había pensado que me desposarian con un norteño para ganarse su favor.

Era una bastarda.. ¿Acaso eso ya no importaba?

-Buenas noches, Visenya- saludó la reina sin apartar la mirada de mi.

-Buenas noches majestad- hice una reverencia y me senté junto a Helena intentando apartar de mi cabeza toda la información que acababa de darme la princesa.

Alicent comenzó a hablar con Helena mientras yo me evadía esperando la llegada de los demás familiares dejando que mi vista se perdiera por un momento mientras intentaba convencerme de que Helena estaba equivocada, que Otto Hightower y la reina jamás me darían en matrimonio a un norteño, apartandome de todo lo que yo conocía.

Cuando escuché las voces de Aegon y Aemond por el pasillo volví a dirigir la mirada hacia la puerta donde no tardaron en entrar.

-¿Qué tal la tarde?- preguntó la reina dejando el tema de conversación con su hija para centrarse solo en los dos príncipes.

La semilla del dragón// Aemond Targaryen 💚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora