Thirty

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-Ya veo que soy el último en enterarme de que has vuelto junto a nosotros.

Escuché la voz de Aegon detrás de mí mientras yo miraba Pozo Dragón desde uno de los balcones con una copa de vino entre las manos.

Lentamente se acercó a mí y se apoyó desviando la vista hacia la ciudad.

-Y nada más y nada menos que casada con mi hermano-sonrió haciendo una mueca.

Desvíe la vista hacia él con desgana viendo cómo con una sonrisa me quitaba la copa de vino de las manos para beber de ella.

-Es una pena..-susurró- una verdadera pena.

Arqueé una ceja volviendo a centrar la mirada en Pozo Dragón.

-Aunque no os veo muy felices.

-¿No vas a callar?

Aegon soltó una carcajada tras mi pregunta volviendo a beber de mi copa convirtiéndola ya en suya.

Nos quedamos en silencio, perdiendo la mirada en la ciudad que teníamos enfrente, hasta que yo rompí el silencio que había provocado.

-¿Crees que Aemond me ama?

Aegon al escucharme hizo un intento de no atragantarse.

-Mi hermano y yo no hablamos de esas cosas- contestó.

Suspiré.

-¿Crees que teniéndome aquí los negros están en desventaja?- pregunté.

Él me miró frunciendo el ceño, pero asintió sin apartar la mirada de mi.

-¿Por qué?- me acerqué aún más a él- eso es lo que no comprendo ¿Qué tengo de especial yo?

-¿De verdad lo preguntas?- me apartó un mechón de pelo del rostro mientras mis ojos se clavaban en él.

-Dime la verdad Aegon, no quiero que me intentes embaucar con tu labia.

Su sonrisa se intensificó.

-¿Te suelo embaucar?- elevó las cejas.

-Aegon por favor…-susurré.

-Creemos que eres diferente a todos nosotros- bebió de su copa sin dejar de mirarme- cuando llegaste por primera vez a Desembarco del Rey nos sorprendimos al verte.

Fruncí el ceño.

-No esperábamos verte con vida- se explicó.

-Pero si la guardia me…

Aegon negó con la cabeza.

-La guardia real te encontró ardiendo junto a tus secuestradores.

Me quedé sin aliento escuchando sus palabras con atención.

-Por alguna extraña razón, las quemaduras no te afectaron, y cuando Criston Col vio aquello decidió salvarte y no matar a la hija bastarda de Rhaenyra- me miró soltando un suspiró- porque esa era la verdadera intención.

-¿Dices que el fuego no me…

-No te afecta- me interrumpió- por eso mismo eres nuestra mejor arma contra ellos dado el caso.

-Si me conocieras un poco sabrías que yo sería incapaz de hacer daño a mi madre o a mis hermanos.

-Lo sé- hizo una mueca apartando la mirada de mí- eso solo estropea el plan principal.

Suspiré aún incapaz de creerme lo que me acaba de decir.

-¿Aemond sabía esto?

-Si.

Su respuesta hizo que el corazón me diera un pinchazo provocando que comenzara a faltarme el aire.

-¿Los negros lo saben?

Esta vez Aegon negó con la cabeza.

-Corremos con ventaja- sonrió.

Me quedé aún inmóvil, incapaz de articular palabra mientras intentaba asimilar todo aquello.

-Ven- dejó su copa y tiró de mi mano obligándome a entrar de nuevo en el castillo.

-¿A dónde me llevas?

-Querías saber por qué motivo eras tan especial- abrió con su mano libre la puerta de sus aposentos mientras yo frenaba mis pasos negándome a entrar.

-Estás casada con mi hermano- juntó las cejas con inocencia- ¿Qué tipo de monstruo crees que soy si te hiciera algo?

Por alguna razón dejé que tirara de nuevo de mi y cerrara la puerta a sus espaldas.

-Ven, mira.

Caminó hacia una de las velas que tenía encima de su mesa de escribir y la cogió volviendo hacia donde me encontraba.

-Me vas a quemar…-susurré.

-¿Confiarás en mí por una vez en tu vida?-preguntó con la vela aún entre las manos.

-No eres muy de fiar- sonreí agachando la cabeza- pero esta vez intentaré confiar.

Me agarró la mano con delicadeza y besó la palma de mi mano provocando que pusiera los ojos en blanco mientras él soltaba una carcajada.

-¿Preparada?

Asentí con temor.

-Pasa tu mano por la llama y dime qué sientes..-susurró.

Me humedecí los labios e hice lo que me dijo abriendo los ojos asustada cuando no sentí el calor que debe provocar una llama sobre mi piel.

-No siento nada…-susurré con el corazón acelerado.

-Eres especial Visenya- me apartó la mano del fuego y me miró pasando una mano por mi pelo- eres más especial de lo que te hemos hecho creer.

La semilla del dragón// Aemond Targaryen 💚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora