Cerré los ojos algo mareada por el movimiento de aquel barco que no hacía más que darme náuseas.
-Si aún tuviera a mi dragón…-Aegon que aún permanecía a mi lado con su mirada clavada en el vendaje de mi pie resopló sin acabar la frase.
-Te llevaré a volar con Cannibal- sonríe intentando animarle.
Él desvió su vista hacia mí y en completo silencio se levantó a por la jarra de vino que había encima de la mesa.
-No deberías beber- musité dándole la espalda en la cama- al menos no cerca de mi.
-¿Por qué?
Noté como se sentaba junto a mí y apoyaba su espalda en la pared.
-Cuando bebes no eres el mismo- me sinceré- cuando bebes dejas de ser el Aegon por el que daría mi vida sin dudarlo.
Se hizo el silencio, y escuché como levantándose de nuevo dejaba la jarra encima de la mesa.
-¿Necesitas descansar?- preguntó aún de pie- si deseas que me vaya para que puedas…
-No- me giré y clavé mis ojos en él- ¿Cuánto tiempo llevas sin dormir tú?
Aegon se encogió de hombros esbozando una sonrisa.
-¿Preocupada por mi,Visenya?
Hice una mueca y apartando la sábana le hice un hueco a mi lado.
-Si prometes respetarme podemos compartir cama- suspiré - no hay más habitaciones en el barco y tienes aspecto de estar cansado.
Aegon se quedó en silencio y borró la sonrisa de su rostro.
-¿Quieres que duerma contigo?- preguntó después de un largo silencio.
-Dormir- recalqué.
Solo entonces dió un paso hacia adelante y sin apartar sus ojos de los míos se desprendió de sus botas con rapidez.
Caminó hasta llegar a la cama y volvió a mirarme,como si me pidiera permiso para tumbarse a mi lado.
-Vamos…-susurré- aún nos espera una larga noche y necesitamos descansar.
En ese momento se tumbó a mi lado e inconscientemente sonreí con nerviosismo sintiéndome realmente extraña.
-Esto es raro-dijo al fin.
Le miré.
-Nunca había….- se humedeció los labios y pude notar el nerviosismo en su voz- dormido con alguien.
Sonreí agarrando su mano debajo de las sábanas.
-Siempre hay una primera vez para todo.
Bostecé cerrando los ojos.
-¿Recuerdas cuando correteabas descalza por la Fortaleza Roja?- preguntó llamando mi atención de nuevo- odiabas los zapatos y te encantaba arrastrar tus vestidos para sentirte como una verdadera princesa.
Me reí recordando esos momentos.
-También recuerdo que destrozaste un vestido mío para vengarte porque le dije a tu madre que te había visto salir a hurtadillas del castillo.
Esta vez fue Aegon el que soltó una sonora carcajada.
-Era mi vestido favorito, Aegon- le golpeé con suavidad- Helena me lo regaló después de que estuviera dos lunas suplicándole para que me lo diera.
Aegon puso los ojos en blanco.
-Puede ser ese el motivo de que no me gustara.
Sonreí y fijé la mirada en su rostro, que había pasado de alegre a serio de golpe.
-¿Pasa algo?- pregunté.
-Nunca la he amado, ni me ha interesado lo más mínimo- giró su cabeza para mirarme- Helena ha sido un castigo de madre para mí.
Fruncí el ceño.
-Es buena chica..-susurré.
-Eso no es suficiente- me miró con un ligero brillo en la mirada- ella es muy diferente a lo que a mí me puede gustar.
Nos quedamos en silencio observándonos durante unos instantes, hasta que sin poder evitarlo me acerqué más a él apoyando así mi cabeza en su pecho, sintiendo los latidos tranquilizadores de su corazón.
-¿Ese es el motivo de que siempre estés bebiendo?- pregunté cerrando los ojos al sentir como introducía con delicadeza sus dedos en mi pelo.
-Uno de los muchos motivos-contestó con la voz algo ronca a causa del cansancio.
Respiré su aroma dejándome llevar por el sueño, pero entonces escuché de nuevo su voz.
-¿Eres feliz con Aemond?
Su pregunta me hizo incorporarme y girar mi cabeza para mirarle.
-Él puede que….- suspiró incorporándose para quedar a escasos centímetros de mí- si él muere en esta guerra…
Le miré con atención y entonces él desvió sus ojos hacia mis labios.
-Tu podrías ser…
Agachó la cabeza, pero a los segundos volvió a levantarla para clavar de nuevo su mirada en mi.
-Tú podrías ser la que me salvara- dijo pasando su mano por mi nuca.
-¿Salvarte? ¿De quién?-pregunté.
-De mi mismo, Visenya.
Suspiró y apartó la mano de mi nuca volviendo a apoyar la cabeza en la almohada.
-Pensé que ibas a besarme…-susurré.
Sus ojos volvieron a coincidir con los míos.
-Pensaste bien- se mordió el labio- pero me he contenido.
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La semilla del dragón// Aemond Targaryen 💚
RandomFANFIC House of the Dragon Aemond Targaryen