La semilla del dragón// Aemond Targaryen 💚

Forty-six

Jace se arrodilló a mi lado cuando me dejaron en el barco y me miró con un ligero brillo en la mirada.

-Ha pasado un año Visenya- me sonrió con tristeza quitándome el trapo de la boca- no has cambiado prácticamente nada.

Le miré incapaz de hablar, sintiéndome completamente humillada.

-Lastima que nos tengamos que ver en estas circunstancias y en bandos diferentes…-suspiró y me desató las cuerdas dejándome completamente liberada- te prometo que jamás pensé que sería así, pensé que acabarías siendo la madre de mis hijos.

-¿Qué quieres de mí?- sollocé incapaz de levantarme mientras abrazaba mis rodillas atemorizada- ¿Matarme?

Él se puso de pie y negó con la cabeza.

-¿Qué clase de monstruo piensas que soy?

Le miré caminar por aquella habitación mientras cruzaba los brazos.

-Han matado a nuestro hermano, ¿Lo sabías?

-Me acabo de enterar-dije con sinceridad.

-¿Sabes quién lo hizo?- volvió hacia mí y se agachó a mi lado de nuevo- fue Aemond Targaryen el que lo mató, lo hizo sin apenas pestañear.

Me miró en silencio y continuó hablando.

-¿Ese es el hombre con el que elegiste estar?- preguntó- ¿Uno que mata a los de su misma sangre por un trono que desearía que fuera suyo?

Le miré aún en silencio, incapaz de pronunciar palabra.

-Te dejó sola en ese castillo sin dudarlo ni por un segundo ¿De verdad sigues pensando que te amó alguna vez?

-¿A dónde me llevas?

-Te llevo con Daemon y mi madre- contestó sin apartar sus ojos de los míos- ellos sabrán qué hacer contigo.

-Nunca debió de haber bandos- lloré en silencio sin apartar mi mirada- no es justo que esto tenga que acabar así.

-Te dimos a elegir muchas veces, fueron demasiadas oportunidades, Visenya..-susurró- ahora yo estoy prometido con la hija de un hombre del norte con la que deberé casarme en cuanto ganemos la guerra, y tú acabaste casada con el asesino de nuestro hermano.

-Déjame irme Jace- le supliqué- aún estamos a tiempo de solucionar todo esto.

-¿Dejarte ir?-sonrió con ironía- necesitamos que Aemond se acuerde de lo que es tener miedo.

Me puse de pie y caminé hacia él.

-¿Qué pretendéis?- pregunté- podríais haber secuestrado a su hermana, o a su madre ¿Por qué yo?

Jace se encogió de hombros.

-Ordenes de mi madre-dijo al fin- será que aún tiene esperanzas de recuperar a su hija descarriada.

Sujeté sus manos con desespero y le miré.

-He soñado toda mi vida con tener una familia..-susurré entre lágrimas- ¿Por qué cuando la encuentro tiene que pasar todo esto?

Jace suspiró y pasó una de sus manos por mi pelo.

-Cambia de bando, ayúdanos y olvidaremos todo lo que ha sucedido- sonrió con tristeza- al final sigues siendo mi hermana.

-Me encantaría- dije con sinceridad- pero mi corazón no me lo permite.

Sus ojos me miraron con decepción y entonces se apartó de mí.

-Eres leal, eso es una virtud casi extinta en estos tiempos- me dió la espalda caminando hacia la puerta.

-Pero mientras no te unas a nosotros continuarás sufriendo- abrió la puerta y se giró para mirarme- sobre todo cuando veas morir a Aemond ante ti.