Y ahí estaban reunidos todos... Los 5 niños, junto a los dos Afton, los dos Emily's y Andrew, haciendo un círculo perfecto el cual rodeaba toda la mesa, haciendo que todos se pudiesen mirar las caras los unos a los otros, todo esto en una habitación a oscuras, únicamente iluminada por algunas velas de cera prendidas
"¿Sabéis que día es hoy, verdad?"
Preguntó el niño de piel morena al resto de integrantes, en un tono serio e inexpresivo, el resto solamente asintió en señal de saberlo
"Bien, porque ahora... ¡Toca contar historias de terror!"
Terminó por decir el chico, cambiando su tono de voz serio a uno más alegre y expresivo, pero aquel tono no evitó que el pequeño Afton soltase un grito agudo de miedo, al escuchar tales palabras por parte de su amigo
"¡No, miedo no!"
Exclamó el chico castaño en un medio ataque de pánico causado por su pavor a las cosas tenebrosas, pero no importaba eso, ya que, a los dos segundos, ya tenía como a 3 chicas y a su amigo de confianza rodeándolo y calmándolo a base de caricias y palabras bonitas
"No te preocupes, hermanito, nosotras estaremos aquí para protegerte"
Dijo Elizabeth en un tono relajador
"Sí, no temas, Evancito, yo te cuidaré de cualquier monstruo"
Dijo Cassidy abrazando a su amigo de la cadera
"Recuerda, nada de lo que vamos a decir es verdad, son solamente historias inventadas"
Dijo Charlie mientras lo acariciaba suavemente de la espalda
"No tengas miedo, amor mío, yo te salvaré de cualquier monstruo que quiera herirte porque te amo"
Dijo Andrew de manera muy... Rara, a lo cual, todos procedieron a verlo con cara de WTF, incluyendo el propio Evan
"Oh, lo decía en broma, como se ve que no tenéis mi clase de humor"
Explicó el peli rubio, haciendo que todos en el lugar decidieran no tomarle importancia y seguir con lo suyo
"Vale, ¿quién empieza?"
Preguntó Susie con ilusión, en espera de que su pregunta sea respondida por alguna persona en la sala, y tras unos segundos, uno de los niños alzó la voz para poder hablar
"Yo tengo una historia interesante, si queréis puedo contarla"
Dijo Sammy de manera tímida, evadiendo el contacto visual para no sentirse amenazado
"A ver, cuenta"
Ordenó Jeremy interesado por cual iba a ser la historia del chico
"Bien, pues había una vez...
*Historia de Sammy*
Un humilde granjero que vivía a las afueras de la ciudad, su principal base económica se establecía en el negocio de las hortalizas que él mismo cosechaba, una noche, el granjero se despertó repentinamente al escuchar un ruido en los interiores de su granja, más específicamente, en la zona en donde estaban los caballos. El hombre, con escopeta en mano, se acercó a la zona para ver si no era algún ladrón que le estuviese robando o algo, pero la única imagen con la que se encontró, fue con la de sus caballos muertos... Degollados en el suelo, descuartizados, algunos hasta partidos en dos, pero sobre todo... Y lo que más resaltaba... Era el cuerpo del caballo que se encontraba al medio de todo... Moviéndose de un lado a otro como si tuviera espasmos, denotándose claramente que ahí a dentro había algo, hasta que finalmente, la bestia salió, la misma que causó aquella horrible escena, salió del cuerpo sin vida del caballo y se acercó lentamente a por el hombre. El miedo de este último le impedía mover un solo músculo, pero en un acto posiblemente hecho por su propio instinto, el hombre empuñó su arma y le disparó en la cabeza con un tiro certero, acabó con la criatura al instante, se sentía aliviado, observó al cuerpo sin vida de la criatura, tenía forma humanoide, sus brazos y piernas eran anormalmente más grandes de lo normal, y no eran proporcionales a su cuerpo, su piel era blanca como la leche, carecía de pelo y parecía estar en un avanzado estado de inanición ya que se le veían los huesos. Tras unos segundos, el hombre suspiró con calma y satisfacción, hasta que un ruido atrás suya, o mejor dicho: Un rugido. Hizo que su calma se convirtiera en puro miedo. Al voltearse para ver de qué clase de criatura extraña podría venir semejante monstruosidad de rugido, se topó con la cosa más horrible... Era como la criatura anterior, pero mucho más grande... Medía entre tres a cinco metros, y a diferencia de la que fue asesinada, esta no estaba en un avanzado estado de inanición, de hecho, era todo lo contrario, su masa corporal era exagerada, toneladas de peso tenía que tener aquel monstruo con tanta carne, era literalmente una masa amorfa, la cual, por cierto, mostraba ciertas características femeninas, dando a entender de que era hembra. El monstruo, sin darle tiempo a reaccionar, agarró con sus grandes y voluptuosos brazos al granjero, con gran fuerza para evitar que escape, y acto seguido... ¡Se lo comió!
*Fin de la historia de Sammy*
"¡Aaaaaaaaah!"
Gritó el Afton asustado y tembloroso al escuchar tal relato de terror, pero enseguida fue calmado por su amiga Cassidy
"Ja, ¿en serio te ha asustado una historia así? Deja que el profesional hable"
Dijo Gabriel en un tono arrogante mientras se levantaba de su asiento
"Había una vez...
*Historia de Gabriel*
Un niño pequeño. Este niño pequeño, de nombre... Emm... Dylan, tenía una serpiente de cascabel en una jaula de metal, aquella serpiente era su mascota, pero tenía la particularidad de que su hambre no podía ser saciada. Un día, el niño encontró cinco gatos bebé fuera de su casa. Como buen niño con una educación excepcional, los hizo entrar y los puso en una caja de zapatos para resguardarlos del frío. Él sabía y era plenamente consciente de que la serpiente podía matarlos, pero no fue capaz de deshacerse de su mascota, ya que, por más peligrosa que fuese, seguía siendo SU mascota. Y también sabía que si elegía un gato para darle de comer a la serpiente, esta podía quedarse satisfecha y no iría a por ningún otro, pero por más que intentaba, no podía elegir a uno, así que se fue a dormir dejando la jaula de su serpiente abierta. La serpiente se dirigió a la caja de zapatos, eligió un gato al azar y se lo comió. Hizo esto mismo unas cinco noches más, hasta que acabó con todos los gatitos bebés. El niño, completamente arrepentido por sus decisiones, abrió en canal el estómago de la serpiente. Sacó los restos de los gatitos y los mezcló en uno solo, para después ponerlos en la misma caja de zapatos. Grata fue su sorpresa cuando a la mañana siguiente, la caja de zapatos estaba vacía...
*Fin de la historia de Gabriel*
A diferencia de la anterior historia, aquí no hubo ningún ruido por parte de nadie, todos se mantuvieron callados, manteniendo un silencio que incomodó en cierto modo la situación
"Vaya..."
Dijo Fritz con la mirada perdida en la mesa. Claramente la historia del moreno no había sido tan larga y detallada como la del Emily, pero sí daba cierto terror del bueno, y dicho todo eso, era momento de contar la tercera y última historia de aquella noche...
"Bueno, creo que yo merezco ser la última persona en contar la historia"
Se ofreció Elizabeth alzando la voz sobre el resto, y sorpresivamente, a pesar de ser la más pequeña del lugar, aceptaron su propuesta y escucharon atentos su historia
"Verán, una vez...
*Historia de Elizabeth*
Había una niña de pelo rubio que vivía sola en una casa, la cual estaba en medio de un bosque oscuro alejada de toda civilización. Un día, la niña se dirigió a la nevera de la casa para poder comer un rico helado de vainilla, mientras abría la puerta, la pequeña se imaginaba con todo lujo de detalles la rica textura y sabor de aquel helado en su boca... Pero toda esa sensación de felicidad desapareció cuando vio lo que había en la nevera... Y era... Resultaba que... ¡La nevera no tenía helados! ¡Uaaaaaaaah!"
*Fin de la historia de Elizabeth*
Todos se quedaron callados, pero no fue como con Gabriel, que se callaron por miedo, aquí se callaron por la gran decepción que les trajo la historia de la pequeña Afton, ni siquiera Evan, siendo el más miedoso, incluso más que su hermana menor, había sentido el más mínimo miedo con tal historia
"Elizabeth... Nunca te dediques a la industria del terror... Con todo respeto..."
Dijo Charlie tratando de sonar lo menos hiriente posible. Y entre tanta neutralidad y calma, el miedo inundó la habitación cuando la mesa central de la habitación comenzó a flotar y a moverse por cuenta propia
"¡Un fantasma!"
Exclamó Susie asustada. Todos reaccionaron rápido y salieron corriendo de la habitación, dejando solo al verdadero causante de aquel momento tan paranormal y extraño
"Jajajaja, menudos palurdos"
Dijo entre risas el ente con forma de conejo oscuro mientras se hacía visible ante la vista humana
"¡Feliz Halloween a todos, lectores!"
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El multiverso de FNAF
General FictionEl multiverso... Una fuente infinita de posibilidades, en donde hasta la cosa más improbable puede llegar a suceder, aquí, encontrarás algunas de las historias que ocurren en el extenso e infinito multiverso de FNAF PD: Cabe la posibilidad de que se...