Una voz detrás de mí

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"Hay algo que poca gente sabe de mí, algo que al principio traté de mostrar a todos pero que sin embargo con el tiempo decidí ir ocultando, en un inicio, intenté buscar ayuda para que este {algo} saliese de mí, pero rápidamente me di cuenta de que esto era imposible... Ese {algo} estará anclado a mí por y para siempre, nunca podré deshacerme de él por más que lo intente. Pero... Espera, aún no te he revelado mi secreto... A veces, solo a veces, escucho una voz detrás de mí, esta voz es extraña, tiene un tono muy profundo y tentador, como si quisiese manipular mi mente para obligarme a hacer cosas malas, pero no... Esa cosa no me da órdenes, simplemente me habla, me dice cosas, me cuenta historias, etc... Estas charlas pueden durar desde unos 4 minutos hasta llegar a las 2 horas, el tema de conversación puede variar mucho, normalmente, suele decir cosas sin sentido, hablando de temas aleatorios y sin relación con nada, pero hay ocasiones muy, muy específicas, en las que me habla sobre su pasado, esta voz misteriosa, a la cual decidí llamar {La voz tras mi espalda}, me cuenta algunos datos de su pasado, dice que alguna vez se llamó {Lawrence} que era un hombre canadiense de 23 años de edad, el cual, un día, mientras iba caminando por la calle, sufrió un accidente y acabó siendo atropellado por un automóvil, murió, pero por alguna razón, razones inexplicables, su alma se mantuvo aún en el mundo de los vivos, siendo afectada por una anomalía que modificó su existencia hasta un nivel inexplicable para el ser humano, tratar de entender las razones de su cambio físico y existencial es algo simplemente imposible, ya lo intenté y sin embargo fracasé. La razón del por qué escribo esto, es porque tengo miedo a lo que este ser me pueda llegar a hacer, muchas veces me ha advertido de no revelar su existencia a nada ni nadie en este mundo, pero yo ya no lo soporto más, esta voz me ha vuelto loco, todos los días soportar sus charlas, su voz, saber que él está ahí y no puedo hacer nada por quitármelo de encima. Ya no aguanto esta sensación, tengo la soga rodeándome el cuello, estoy listo para lo que estoy a punto de hacer, una vez acabe de escribir esta nota, tiraré la silla en la que estoy apoyado al suelo para acabar con mi sufrimiento, lo único que quiero decir antes de irme es... Adiós"

Aquel texto, escrito en un papel blanco de 30 cm de largo por 20 cm de ancho, fue encontrado en la habitación de un chico en Hurricane, Utah, Estados Unidos. Aparentemente, el chico sufría un grave caso de esquizofrenia, ya que escuchaba cosas en donde no había nada, cosa por la cual acabó quitándose la vida en su habitación un 8 de mayo de 2008. Tras su muerte, muchos aseguran creer y afirmar que ese chico había sido poseído por algún demonio del infierno, otros, aseguran que ese muchacho era un mensajero de Dios, y que había cometido un grave error al quitarse la vida. No obstante, yo, como la deidad que soy, soy el único que verdaderamente sabe la historia que hay detrás de todo esto... La historia  de "Lawrence"

...

Todo comenzó una mañana del día 11 de abril de 1993, aquel día, nuestro protagonista, un joven adulto de 23 años de edad, llamado Lawrence, quien se había mudado recientemente a USA para poder continuar con sus estudios, se levantó de su cama para así llevar un día como cualquier otro, se alistó, desayunó y salió de su hogar, listo para ir al trabajo, en un local llamado "Freddy Fazbear Pizza" En donde él trabajaba como guardia de seguridad diurno, aquel lugar muchas veces le daba cierta sensación de miedo, aquellos animatronicos, que se movían de forma tan errática e inhumana, le causaban una sensación de incomodidad e intimidación que pocas cosas podían llegar a igualar, no obstante, aquello era algo sin importancia, ya que para él, con tal de tener dinero para pagar sus estudios, cualquier cosa valía la pena. Tras caminar durante algunos minutos, finalmente llegó al establecimiento, entró, hizo su chequeo rutinario, saludó al gerente como de costumbre y para finalizar, se quedó en una de las esquinas, controlando que todo estuviese bien. Todo fue con normalidad aquel día, los niños jugaban los unos a los otros, corriendo de un lado a otro sin parar, comportamientos normales para un infante. Sin embargo, esta tranquilidad tampoco duraría tanto, ya que, de pronto, uno de los animatronicos, más en específico, Bonnie, comenzó a malfuncionar, quedándose en una misma posición estática, mientra sufría pequeños espasmos con la cabeza que lo hacían moverse de manera aterradora, Lawrence reaccionó con normalidad ante tal escena, no era la primera vez que pasaba, ya que esos animatronicos se caracterizaban por tener un presupuesto muy limitado y materiales muy pobres, solían malfuncionar la mayoría del tiempo, y normalmente se solucionaba casi siempre de la misma forma: Golpeando su cabeza hasta que se moviera con normalidad y dejase de tener espasmos craneales. El joven adulto fue rápidamente con el robot, con su mano abierta, le dio un controlado golpe en la nuca, no funcionó, le dio otro, lo mismo que antes, inútil, le dio un último y finalmente acabó funcionando, el robot dejó de emitir aquellos espasmos y se reincorporó en el escenario, continuando con su función de guitarra, pero, hubo algo que sintió el hombre y lo dejó algo confuso, al golpear por tercera vez al animatronico, sintió un ligero dolor en su mano, similar al de un calambre o al de un pinchazo no muy profundo, aquel dolor fue desapareciendo lentamente de su dedo, hasta finalmente desaparecer por completo. Fuera de aquel suceso extraño, todo el día fue yendo con relativa normalidad, y tras varias horas de trabajo, su jornada laboral se terminó por aquel día. Salió del local, caminando por la calle, caminaba rápido pues quería llegar a su casa cuanto antes, durante el camino, comenzó a escuchar susurros en sus oídos, voces de niños diciéndole cosas sin sentido, aquello al principio lo asustó, cosa por la cual, decidió caminar aún más rápido. Cuanto más tiempo pasaba, aquellos susurros más se iban agravando, escuchándose más y más en sus oídos, aquello ya comenzó a ser preocupante, el hombre cada cierto tiempo se detenía y trataba de buscar con la mirada al responsable de aquel suceso, pero lo único que conseguía haciendo eso, era percatarse de la soledad en la que se encontraba en ese momento, no había nadie en esa calle a excepción de él, ni una sola persona, ni una sola alma, ni un solo ser vivo... Solo... Él... Y digamos que eso no mejoraba nada

"¿¡Quién eres?! ¿¡Qué queréis?!"

Preguntó él angustiado girando la mirada a todas partes, pero no importaba cuanto lo intentase, nunca encontraba al responsable de aquella tortura. Desesperado, echó a correr lejos de ahí, tratando de huir de aquellas voces que lo perseguían, cosa que no consiguió en lo absoluto, eventualmente, acabó cayéndose al suelo por culpa de un pequeño tropiezo que tuvo, asustado, se colocó en posición fetal, sintiendo como aquellas voces iban aumentando su tono gradualmente, hasta que al final, no pudo más y terminó colapsando ahí mismo, poniéndose a llorar desconsoladamente entre terribles sufrimientos. Tal era su agonía en aquella situación que no se dio cuenta del lugar en el que se había acabado cayendo, el pobre hombre se había tropezado en medio de la carretera, lugar en el que varios coches pasaban y, en el que inevitablemente, acabaría percibiendo su fin a manos de aquel vehículo. Todo pasó muy rápido, sus llantos de dolor no le hicieron darse cuenta del vehículo metálico que se aproximaba a gran velocidad contra él hasta que ya fue demasiado tarde, Lawrence fue arrollado ahí mismo, atropellado por un camión que terminó destrozando su cuerpo. Ese día, Lawrence terminaría muriendo para la sociedad, pero existencialmente, su consciencia aún perduraría...

Resulta, que el alma de Lawrence aún se mantenía existiendo en el plano de los vivos, siendo un espíritu en pena que no hallaría su paz eterna por nunca jamás, sin embargo, a diferencia de la mayoría de almas que nosotros conocemos, que usualmente suelen ser almas normales que acaban poseyendo a máquinas para poder afectar al mundo real, el alma de Lawrence sufrió una modificación, al momento de su muerte, su universo fue afectado de manera espacio-temporal por una de las piezas de Flumpty (Sí, después de tanto tiempo, al fin estas cagadas tienen un mínimo de relevancia en mis historias nuevamente), y por razones desconocidas, aquella pieza de Flumpty afectó el alma de Lawrence, transformando esta misma en algo simplemente inenarrable, el alma de Lawrence pasó de ser una entidad incorporea pero con forma, a directamente convertirse en una entidad más allá del entendimiento, una entidad cuya forma era abstracta e inexplicable. Un concepto platónico del multiverso, compuesto del espacio-tiempo, la realidad, las posibilidades, la física, lo existente, lo no existente, lo narrativo, lo ficticio y lo real. Aquella alma obtuvo propiedades anómalas que le permitían modificar la realidad a su antojo, su ascensión a un nuevo nivel fue tal, que con un simple movimiento de su mano, consiguió afectar el espacio tiempo, atravesando capas dimensionalmente superiores y narrativas con el simple movimiento de sus dedos, su nivel alcanzó un nivel aún mayor al de incluso el propio Flumpty, cosa ilógica, ya que supuestamente fue una pieza de Flumpty la que le dio sus poderes, y sin embargo, sus capacidades aumentaron hasta tal punto, que su mente ascendió a otro plano transfinitamente superior al del propio concepto de dimensión. Él se hizo un ser aún más poderoso que el propio Dios, más poderoso que "Él", más poderoso que Scott y... Por obvias razones, a mí... Con esta nueva ascensión, el nombre de Lawrence ya no era necesario para él, ahora, él decidiría cambiarse el nombre al apodo que le pondría su primera víctima, siendo este ni más ni menos que...

"La voz tras tu espalda"

... ¿Qué?

"Detrás de ti, anciano..."

El multiverso de FNAFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora