El multiverso de FNAF

Reencuentro

La mujer peli rubia salió de la ducha, tapándose su cuerpo con unas toallas para después salir del baño, con la intención de ir a su habitación, en donde se encontraría con su novio esperándola, pero eso no era lo que iba a suceder, la mujer fue por el oscuro pasillo, con la vaga sensación y miedo de que alguien aparte de su novio la pudiese estar viendo, alcanzó la puerta, la abrió, esperando encontrarse a su pareja en la cama, y lo hizo, pero no de la forma que se esperaba, su novio, yacía muerto en la cama, con un gran charco de sangre que caía de la cama directamente al suelo, el cadáver tenía varios cortes, alguien lo había matado a base de a puñaladas, 28, 28 a puñaladas, quiso asegurar su muerte, pues estas estaban hechas en puntos mortales y en donde residían arterias importantes, había muerto desangrado, al ver la situación, la mujer pegó un grito de terror, el miedo la paralizó por completo cuando vio como una mano se asomaba por la puerta, una mano con un guante color dorado, aparentemente proveniente de un disfraz, la parálisis duró poco, la mujer dio media vuelta y salió huyendo de ahí por instinto propio, mientras escuchaba como esa cosa la perseguía, al girarse para ver si lo tenía lejos, pudo observar la apariencia de su acosador. Tenía un traje de conejo amarillo de tela, con varias cosidas mal hechas por todo el cuerpo, el conejo tenía una gran y caricaturesca sonrisa tallada en su rostro con varios bigotes de conejo a su alrededor, también tenía una especie de chaleco morado con estrellas blancas en el cuerpo, en su mano derecha, sostenía un cuchillo grande, que, al igual que su cuerpo, estaba manchado de sangre, la sangre de su anterior víctima. La mujer sintió escalofríos al verlo, esa cosa la estaba persiguiendo y lo hacía con el objetivo de acabar con ella, o incluso, hacerle algo aún peor, y para su mala suerte, el perseguidor vestido de conejo estaba consiguiendo ganarle algo de terreno, la estaba alcanzando, lo cual la obligó a meterse a una de las habitaciones, cerrando con seguro la puerta, se sentía aliviada, hasta que de repente, el cuchillo atravesó la puerta, asustando a la mujer, la persona comenzó a embestir y golpear la puerta, la mujer estaba desesperada, ese tipo iba a romper la puerta tarde o temprano, comenzó a agarrar muebles pesados y a ponerlos ahí para tapar la puerta, para su mala suerte, la mujer vivía en un sexto piso, así que intentar escapar por las ventanas no iba a ser una buena idea, ella misma se había condenado, había caído en una trampa que ella misma se había hecho a sí misma, ahora estaba destinada a verse cara a cara con ese monstruo, sin la posibilidad de huir o pedir ayuda, ante tal situación, la mujer no pudo hacer otra cosa que agacharse en una de las esquinas, y comenzar a llorar desconsoladamente, aunque, en aquel momento de desesperación, la mujer decidió hacerle una pregunta a su perseguidor

"¿¡Qu-quien eres?!"

Preguntó la mujer entre llantos

"¿No me reconoces? ¿¡No me reconoces?!"

Preguntó una voz masculina al otro lado de la puerta, era él, el perseguidor

"Te daré una pista: ¿que pasa, cuando a un hombre, lo abandonas con sus 3 hijos, por el simple motivo de que perdió su trabajo?"

Preguntó con rabia para después seguir golpeando la puerta, la mujer, entonces, lo recordó, hacía ya 18 años desde que eso había pasado, pero aún lo recordaba como si hubiese sido ayer

...

"Ya llegué"

Anunció el hombre mientras se sacaba su abrigo y lo colgaba en el perchero

"Llegaste demasiado temprano, ¿pasó algo en tu trabajo?"

Dijo la mujer a su marido

"Bueno... Lo dejé"

Dijo el hombre mientras bajaba la mirada con arrepentimiento

"¿Qué hiciste que? William, te juro que ya no te soporto más, ¿acabas de dejar tu trabajo, sabiendo que tenemos varias deudas que pagar? Por no contar a nuestros 3 hijos, su educación, la comida con la que alimentarlos, de entre más cosas"

Dijo mientras señalaba a sus dos hijos varones y a la pequeña bebé que yacía sentada en su silla para bebés

"Yo... No sé en que estaba pensando, me dejé llevar y le dije todo lo que siempre quise decirle a mi jefe"

Explicó mientras evitaba el contacto visual con su mujer

"Estoy harta, William, ¡harta! ¿Sabes qué? Se acabó, esto ya no funciona, te odio William, eres un fracasado"

Dijo mientras agarraba su anillo de boda y lo lanzaba contra el piso enfadada, seguido a eso, caminó lejos de ahí hasta llegar a su habitación, se escuchaba como al lado de la habitación, la mujer lloraba desconsolada. A la mañana siguiente, el adulto despertó, notando la ausencia de su mujer en la cama, recorrió la casa en búsqueda de ella, pero en la mesa del comedor encontró algo que lo dejó perplejo, una nota, en la que ponían unas palabras

"Querido William, si estas leyendo esto, ya me habré marchado lejos de aquí, se acabó, ya no quiero saber nada más de tí, ni de tus hijos, sé feliz con la vida que has escogido, adiós y hasta nunca

Atentamente: Clara"

El adulto, al ver dichas palabras escritas por su propia esposa, no pudo hacer otra cosa que hincarse al suelo, y llorar de forma descontrolada

...

Todo se quedó en silencio... El único ruido que se escuchaba en la habitación, el cual era el de la puerta siendo golpeada, se había detenido, lo único que se escuchaba era el más absoluto silencio posible, de pronto, la puerta comenzó a abrirse lentamente, el hombre con disfraz de conejo entró del todo en la habitación, quedando cara a cara con la mujer

"No fue fácil encontrarte, Clara"

Dijo mientras mostraba el cuchillo, lo siguiente que se pudo escuchar fueron los gritos de miedo y de dolor de la fémina, para que después, un profundo silencio se hiciese presente, opacado de vez en cuando por el sonido que hacia el cuchillo al impactar en la carne de la ahora difunta mujer