Soledad

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"Soledad" Esa sensación que todo el mundo ha tenido alguna vez en su vida, esa sensación de no tener a nadie a tu alrededor, o directamente, no tener a nadie en tu vida. La soledad no discrimina a nada ni nadie, no importa tu etnia, tu edad, tu género, tu clase social, tu apariencia física o cualquier otra cosa, todos habremos tenido un momento de soledad en nuestras vidas, sin importar nada de lo anterior dicho. Generalmente, se suele asociar esta misma a algo malo, esto debido a la constante necesidad del ser humano por estar con otros de su especie, no obstante, más de uno habrá deseado alguna vez tener un momento de pura soledad, solos tú y absolutamente nadie más. No obstante, este no es el caso que veremos hoy...

"CLAP, CLAP, CLAP"

Los constantes sonidos de pasos pesados inundaban aquel lugar desolado, aquel animatronico, poseído por el alma de aquella niña de pelo negro y rasgos faciales asiáticos, caminaba por la acera de la inhóspita calle sin miedo a ser atacada por alguna otra persona o cosa, pues hacía tiempo que ella se había olvidado de lo que se sentía relacionarse con otra persona que no fuese ella misma. Pasar tanto tiempo sola la había afectado en gran medida, había perdido la noción del tiempo y ya no sabía que día o fecha era, solamente sabía que había pasado mucho tiempo desde que su consciencia fue transportada a aquel animatronico aleatorio. Tras caminar por unos minutos que para ella fueron horas, la fémina finalmente llegó a su hogar: La parte de abajo de un puente. Y sin rechistar por las malas condiciones en las que vivía, fue directamente con su "cama" Para acostarse y descansar un poco la mente después de ese día.  Aquella cama no era más que una pila de periódicos pegados entre sí de mala manera, funcionando como una manta improvisada para ella. La niña no se acostaba para descansar físicamente, sino más bien, lo hacía para descansar psicológicamente, ya que... Bueno, no era muy fácil soportar la carga emocional que proporcionaba el hecho de pasar todos y cada uno de los días de su vida en pura soledad. A veces deseaba tener a alguien a su lado, a veces deseaba tener a esos amigos suyos con los que pasaba todo el tiempo otra vez, a veces recordaba cuando era humana, cuando no era más que una niña, con sus ambiciones, sus metas para cuando sea mayor, sus gustos, deseos, su inocencia, todo. Y era ciertamente curioso... No recordaba nada, ni los nombres de sus antiguos amigos, ni sus gustos, ni siquiera recordaba su propio nombre, pero aún con esos vagos recuerdos suyos, seguía acordándose de los buenos tiempos que pasaba con aquellos niños, en especial con dos chicos en concreto, uno era castaño, y el otro era peli rubio, se llamaban... Em... Bueno, como dije anteriormente, ella seguía sin acordarse ni siquiera de su propio nombre

...

Tras varias horas en las cuales, el animatronico no hizo más que mirar el techo en silencio, rememorando aquellos recuerdos antiguos en su cabeza, como si de una película se tratara. En lo más profundo de ella, lo único que deseaba era tener a alguien a su lado, sin importar quién fuese, incluso... Podía ser ese hombre... Al igual que el resto de personas importantes para ella, tampoco recordaba el nombre de ese hombre, de las pocas cosas que aún se acordaban eran: Era el padre de uno de sus amigos, tenía los ojos grises, su pelo era castaño, utilizaba vestimentas moradas todo el rato y era muy inteligente. Aparte, recordaba también que lo odiaba mucho, demasiado, se podría decir, y no se sabría decir por qué, pues el único recuerdo de un momento que tuvo con ese adulto, fue uno en donde este mismo sacó un cuchillo de su bolsillo y lo levantó hasta la altura de su cara, ¿por qué y para qué? No se sabe, al igual que el resto de información, para ella era todo un misterio irresoluble. Tal era su nivel de falta de memoria, que incluso a veces se preguntaba cómo había acabado ahí; En un mundo desolado e inhóspito, en donde no había ni la más remota alma a km de distancia, un mundo en donde ella, únicamente se mantenía viva gracias a su complejo cuerpo metálico, que funcionaba gracias a la posesión del alma de la infante. ¿Acaso era una enviada por Dios al nuevo mundo para gobernarlo y repoblarlo? ¿O y si en realidad era un demonio en el cuerpo de un robot, y el principal responsable de todo este caos y destrucción? Quién sabe, pero lo único de lo que estaba 100% segura, era de que en algún momento de su vida, fue humana, fue un ser pensante, un ser vivo biológico, con su corazón, mente, y sentimientos, pero sobretodo, amigos...

"Vamos... Ven con nosotros..."

Oh no... Escuchar esa voz infantil resonando en su cabeza era mala señal, cada cierto tiempo, aquella alma sufría alucinaciones relacionadas con su pasado, a veces esas alucinaciones eran leves y casi instantáneas, otras, la hacían sufrir una tortura psicológica de un calibre inconmensurable. La fémina rápidamente volteó la cabeza para mirar el lugar del que provenía aquel ruido, dándose cuenta de que se trataba de aquel niño de pelo castaño, con su clásica camiseta negra con rayas blancas, pantalones cortos de color azul, y sus zapatos marrones. De su cabeza caía una exorbitante cantidad de sangre, posiblemente proveniente de algún corte profundo en su cabeza tapado por su pelo. El niño, con los ojos convertidos en no más que cuencas vacías de color oscuro, con puntos blancos luminosos al final, se acercó al animatronico a paso lento y constante, su intención era hacerla sufrir el mayor tiempo posible, y sorprendentemente, lo estaba logrando. Ella, asustada por su nueva alucinación, se levantó de su cama y rápidamente fue en dirección contraria, pero al hacerlo, acabó chocando con otra alucinación suya, esta vez centrándose más en aquel niño peli rubio cuyo nombre no recordaba

"Vamos, amiga nuestra, ven y juega con nosotros"

Dijo aquel niño de pelo rubio acercándose a ella tal y como lo hacía su compañero. La fémina, completamente rodeada por ambos, no le quedó de otra que ir al centro del lugar e hincarse en posición letal, mientras esperaba con los ojos cerrados a que aquella tortura acabase. Y mientras lo hacía, más y más alucinaciones fueron apareciendo, niños y más niños aparecieron en el lugar, hablándole al animatronico posicionado en posición fetal, diciéndole que se uniera con ellos, que jugase a un juego, y entre todos esos gritos y diálogos inentendibles, hubo una frase distinguible que la chica consiguió entender y escuchar

"Recuerda tu nombre"

Dijo una de esas alucinaciones, ni idea de cual había sido, sin embargo, dichas palabras dejaron pensando al animatronico

"Mi... ¿Nombre?"

Repitió ella en voz baja analizando dicha frase con detenimiento. ¿Cual era su nombre? Era... C... C y algo más... ¿Pero el qué? Tal era su concentración intentando recordar dicho nombre, que todas aquellas alucinaciones se esfumaron instantáneamente

"¿Cual... Es... Mi nombre?"

Se preguntó a sí misma con la mirada perdida en el suelo, y fue entonces que un último recuerdo llegó a su mente, un recuerdo proveniente de lo más profundo y del lugar más recognito, un recuerdo que por el paso de las décadas, había olvidado completamente... Un hombre rojo, una especie de anciano enorme, de un color carmesí, la llevó con él para concretar una misión o algo así...

"Tú... ####### has sido escogida..."

¿Cual era el nombre? ¿Cual era el maldito nombre que ese sujeto había dicho? C... Comenzaba por C... Era... Era... Debido al pensamiento, la cabeza de aquella alma comenzó a dar vueltas constantes, un profundo dolor de cabeza azotó a la pequeña, a causa del sobre esfuerzo mental que estaba ejerciendo al hacer esa acción

"¿¡Cual... Es... Mi nombre?!"

Preguntó ella cada vez más angustiada y furiosa, por el simple hecho de no poder recordar ni su propio nombre, hasta que... Tras un buen tiempo pensándolo, finalmente llegó al resultado final...

"Cassidy..."

Dijo finalmente la chica recordando su nombre en vida

"Mi nombre... Es... Cassidy..."

Repitió nuevamente sin poder razonar lo que estaba diciendo, al fin, después de varias décadas, la chica consiguió acordarse de su propio nombre, y al hacerlo, también recordó la razón principal por la que se encontraba ahí... Era por él... Aquel ente extraño, que parecía un anciano pero color carmesí... Todo había sido culpa de él, él la llevó ahí, él fue el responsable de su tortura, él... Él merecía pagar por lo que había hecho...

"Mi nombre... Es... Cassidy"

Repitió por última vez preparándose para ejercer el último plan que tenía en mente, iba a vengarse de ese maldito viejo por haberle hecho este castigo inhumano...

El multiverso de FNAFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora