El amigo más leal del hombre

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En algún universo alternativo, en donde la mascota perruna de Andrew jamás murió por su situación tan precaria y callejera, las cosas ocurrieron de un modo sutilmente diferente...

26 de junio de 1985, en el poblado de Hurricane...

El joven chico de pelo rubio paseaba tranquilamente por las calles mientras daba pequeños brincos y tarareaba una canción. Ese día se sentía particularmente feliz, pues era el cumpleaños de su mejor amiga, una de las personas que más apreciaba en este mundo, por no decir la que más. En el pasado, tuvo otro mejor amigo que, lastimosamente, falleció en un pequeño accidente, su perdida le afectó muchísimo, pues ese amigo suyo era casi como un hermano para él. No obstante, aún habiéndolo perdido, logró pasar página y consiguió superar el duelo tras varios meses de pura terapia psicológica, y ayudas constantes de parte de sus otros amigos.

Y hablando de amigos... Sin duda alguna, uno de sus más leales amigos en la actualidad, era su propia mascota: Un perro labrador retriever que se encontró un día por casualidad, abandonado en medio de un oscuro y lúgubre callejón. Al principio, detestaba su presencia y le decía constantemente que lo dejase en paz, que no hacía más que molestarlo. Pero con el tiempo, y al ver que aquel animal no paraba de perseguirlo por todas partes, no le quedó de otra mas que aceptar su cariño y convertirlo en su mascota a regañadientes

Quién habría dicho que tiempo después, estos dos formarían un vínculo tan sumamente cercano...

"¡Hey! ¡Silencioso! Ven, bonito, te traje algo de comida"

Anunció el muchacho llegando al callejón donde normalmente se encontraba con su perrito. Al escuchar su llamado, el canino salió de su escondite y corrió con la potencia de un cohete en dirección a su dueño, lanzándose hacia él, tumbándolo accidentalmente y comenzando a darle una buena serie de lengüetazos sin fin

"Ya... Ya... Silencioso, tranquilo, no es para tanto"

Dijo él entre risas de alegría causadas por las cosquillas que le hacía el animal al darle tantos lengüetazos. Delicadamente, el chico apartó al animal y le dio la comida de perro que le había traído para que se la comiera. Y esta vez no era comida para perros convencional, sino que era de marca buena y costosa, el peli rubio tuvo que emplear todos sus ahorros para poder comprarla, lo cual demostraba en gran medida lo mucho que adoraba a su amigo canino

"¿Sabes qué, Silencioso? Hoy es el cumpleaños de Cassidy, y nos ha invitado a todos a la pizzería de Freddy's. Estoy muy emocionado, la fiesta se celebrará en dentro de poco, y ya tengo preparado el regalo que le haré. Es algo muy especial que estoy bastante convencido de que le encantará, además, le pediré que lo abra al finalizar la fiesta para que así sea aún más especial. Aunque... A decir verdad... Estoy un poco nervioso... Ya sabes, superé la muerte de Evan, pero el trauma que me dejó ese animatrónico con forma de oso amarillo todavía perdura un poco dentro de mí..."

Explicó el chico hablándole con gran lujo de detalle a su mascota, a pesar de que esta última era incapaz de entender nada de lo que le decía. Pero si su dueño estaba feliz diciéndolo, pues Silencioso también lo iba a estar

"En fin... ¿Quieres venir conmigo a celebrar el cumple de Cassidy? No se permiten animales dentro de la pizzería, pero si quieres te puedo dejar afuera y, cuando se termine el cumple, volveré contigo para que podamos jugar los dos junto con Cassidy. ¿Qué te parece?"

Ofreció él solo para que después su mascota le respondiera con un alegre ladrido, haciéndole entender que realmente estaba encantado con la idea. Así que, con la hora exacta del cumpleaños acercándose más y más, el chico se dejó de tonterías y, acompañado de su perro, recogió el regalo que había dejado en casa y se dirigió hacia el local para celebrar el cumpleaños de su tan querida amiga Cassidy...

"Tú espérate aquí, ¿Vale? En dentro de unas horas volveré junto con Cassidy y podremos jugar los tres juntos. Pórtate bien y sé un buen chico"

Fueron las últimas palabras que le dirigió su dueño antes de darle un suave besito en la cabeza al animal, para seguidamente, darse la vuelta y dirigirse directamente hacia el local, dejando tras de sí a su gran y leal amigo perruno, que pacientemente esperaría su llegada en ese mismo sitio, entusiasmado por la idea de que en cualquier momento volvería para seguir jugando con él...

...

Pasaron las horas, y extrañamente su dueño humano no volvía. Pero Silenciosos no perdía la sonrisa de su rostro, estaba convencido de que su amo volvería en cualquier momento y se pondría a jugar con él nuevamente... En un momento, varias patrullas de policía llegaron al lugar para hacer algo. Sacaron a todos los clientes y se pusieron a investigar la zona. Silencioso no entendía absolutamente nada, pero de igual manera, aquello tampoco era tan importante, lo único importante aquí, era obedecer la orden de su dueño, y quedarse ahí, esperando su llegada...

...

Con el tiempo, las horas fueron lentamente convirtiéndose en días, y los días en largos meses que parecían no tener fin para el pobre perro... El labrador retriever continuaba en su sitio, esperando pacientemente a su amo, a pesar de todo el tiempo que había transcurrido. Afortunadamente para él, varias personas que pasaban cerca del ahora clausurado local, se ocupaban de darle algo de comida y agua para mantenerlo vivo... Y gracias a eso, el animal podía mantenerse vivo y con energías, mismas las cuales aprovecharía para poder jugar al máximo con su dueño cuando este saliera de ese local tan extraño...

...

La espera parecía no terminar... Los meses se habían convertido en años, y sin embargo, Silencioso continuaba ahí, tan fiel y leal como el primer dia que conoció a su querido mejor amigo humano. No le importaba tener que esperar un siglo si hacía falta con tal de estar a su lado...

...

Y como era evidente, eventualmente pasó una década entera desde que su amigo humano había entrado a ese local. Y a pesar de todo, seguía sin volver... Las patas de Silencioso se sentían débiles, a penas y podía mantenerse de pie en ese momento. La edad y su falta de energía causada por su mala alimentación ya lo estaban afectando. Y era cuestión de tiempo para que lo inevitable pasase...

...

Y finalmente, pasó... El cuerpo del pobre labrador cayó al suelo sin fuerzas, y con sus últimas energías, miró el local al que se había ido su dueño. Y aún con todo, el pobre perro tenía todavía la esperanza de que en cualquier momento saldría de esa puerta, y con una gran sonrisa de oreja a oreja, de iría con él para jugar durante horas y horas... Y con un último respiro, Silencioso cerró los ojos y su cuerpo dejó de funcionar...

...

El tiempo ya era irrelevante, pues ya había perdido la cuenta de cuántos años habían pasado desde que su mejor amigo se había ido. Silencioso continuaba en su sitio, aún firme y obediente. Su cuerpo físico llevaba muerto desde hace ya un montón de tiempo, pero él se resignaba a ir al más allá. Su alma se ató al plano terrenal, esperando pacientemente un regreso que muy posiblemente, jamás sucedería... ¿O quizás sí?

"Silencioso..."

Aquella voz hizo que el perro saltara de golpe y dirigiera la mirada directamente a la dirección de donde procedía. Grata fue la sorpresa del animal cuando, después de varias décadas de espera, al fin se había conseguido reencontrar con su querido dueño...

Y como no, al verlo, el perro no pudo contener la emoción y corrió hacia él para darle una buena tunda de lengüetazos como normalmente hacía

"¿Has estado esperándome todos estos años? Diablos... Silencioso, eres una mascota increíble, ¡El mejor perro del mundo! Jaja, ¡Ven aquí, colega! Es hora de que nos pongamos a jugar tal y como te lo prometí. Oh, Dios... Tengo tantas cosas que contarte... Una de ellas es que he hecho un nuevo amigo, se llama Jake, y recientemente ha ascendido al más allá junto con los demás. Te encantará estar con él, es un gran chico casi tan noble como tú..."

Felicitó el muchacho correspondiendo el cariño y afecto de su mascota con evidente felicidad, abrazándolo fuertemente y sonriendo en todo momento. Después de eso, los dos amigos inseparables tomaron un mismo camino...

Fueron directamente a una luz que se encontraba justo al final de un túnel, y una vez la luz envolvió a ambos, sus almas llegaron a un lugar mejor donde podrían ser felices y jugar juntos por toda la eternidad...

Fin.

El multiverso de FNAFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora