Envidia

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Pandillas enteras de chiquillos corrían de un lado a otro por las calles, esperando impacientemente que aquel local abriese de una vez para poder entrar y disfrutar de la buena vida, misma buena vida que se podía resumir en: Beber litros de sodas llenas de azúcar no muy sanas, comer pizza posiblemente reciclada, jugar a juegos claramente trucados para perder dinero en el acto, de entre más y más cosas...

Pero sobre todas las cosas, iban a ese local por sus increíbles animatronicos: La banda de los 4 robots conformados por Freddy, Bonnie, Chica y Foxy. Con sus increíbles canciones que alegraban el corazón a cientos de niños. Y aunque la alegría de aquellos niños era realmente enorme, nada se comparaba a la alegría e ilusión que tenía una niña en concreto: La hija de uno de los propietarios del local, conocida como Charlotte Emily. La pequeña Charlotte saltaba de un lado a otro emocionada, pues era la única que conocía la gran sorpresa que tenía su padre para los niños aquel día

"¡Papá! ¡Papá! ¡Quiero ver la cara de sorpresa que pondrán todos mis amigos cuando vean tu nuevo invento!"

Exclamó la pequeña infante yendo emocionada junto al mayor para hablarle sobre sus pensamientos

"Yo también quiero ver la cara que ponen todos cuando vean mi nueva creación... Estoy seguro de que con algo así, William quedará más que maravillado, seguramente me tendrá más respeto de ahora en adelante, jeje... Pero una cosa, recuerda lo que me prometiste, no debes de decirle a nadie sobre la sorpresa"

Respondió el adulto haciéndole recordar a su hija que no debía contárselo a nadie para no arruinar la sorpresita. A lo cual, la niña respondió a su recordatorio agarrándose los labios con los dedos, y haciendo como si estuviera cerrando una cremallera, indicándole que guardaría bien el secreto y no se lo contaría a nadie...

...

Horas más tarde, llegó la hora de que Freddy Fazbear Pizza abriera sus puertas por la mañana. Todo comenzó con normalidad, William junto a su compañero abrieron la puerta, caminaron dentro del local hasta llegar a la sala de partes y servicios, ahí, Henry se paró y se colocó en frente de su amigo con una sonrisa de oreja a oreja

"William... Tras esta puerta esta el proyecto en el que por tanto tiempo he estado trabajando. Te aseguro que algo así va a ser toda una revolución para la robótica, puede que estemos haciendo historia con esto. Sin más chorradas de por medio, te presento a... ¡Puppet!"

Dijo el peli rubio abriendo la puerta e iluminando el pálido rostro de su socio con la maravillosa creación que se encontraba frente a él. Era una marioneta grande, bastante grande, medía como 2 metros y hasta dejaba como alguien muy pequeño a William. Indiferente, el Afton se dirigió con aquella marioneta y la miró muy superficialmente, a simple vista no encontraba nada de especial en ella, ¿Por qué su amigo estaría tan emocionado por una simple marioneta de tela y palo?

"No te dejes engañar por su apariencia simple, William. Esa marioneta que ves ahí es todo un logro en cuanto a ingeniería. Con mucho esfuerzo he conseguido trasladar los endoesqueletos de los animatronicos en ese fino y largo robot. Porque sí, esa cosa no es una simple marioneta, es un robot con un endoesqueleto increíblemente compactado pero más que funcional. Y no contento con simplemente hacer eso, también decidí ponerle algunas funciones extras a este nuevo robot que pertenecerá a la banda desde ahora en adelante. Puede que él... O ella, aún no estoy muy seguro de que género ponerle, no pueda hacer cosas como cantar o bailar. Pero tiene una sofisticada movilidad altamente flexible que la permite doblarse de múltiples maneras, también posee un sofisticado sistema de regalos, que puede reconocer a los niños que ganan los juegos y siendo capaz de darles regalos en el acto. Pero esa no es como tal la función especial de este robot, tú sabes que últimamente hay muchos crímenes por aquí en Hurricane, y... No me gustaría que mi... Ups, quiero decir... Nuestra pizzería sufra algún delito grave, así que decidí ponerle una función a este robot para defender la pizzería en caso de robos, o incluso, defender a un niño en concreto mediante un brazalete verde especial que hace que Puppet fije más su atención en este niño que en cualquier otro. La única desventaja que le veo a este nuevo robot, es que al igual que los otros, cosas como el agua pueden llegar a estropearlo. Pero en fin, ¿Tú qué opinas? ¿Te gusta?"

Explicó Henry siendo lo más detallista y descriptivo posible al momento de hablar sobre su nueva creación. William no le dirigió la mirada en ningún momento de la explicación, permaneció quieto, observando a aquella marioneta robótica. Había escuchado todo, lo había escuchado de manera tan sumamente clara que lo hacía enojar. Aquella descripción, aquella marioneta, la gran hazaña ingeniera que había llevado a su creación eran cosas tan sumamente... Grandiosas. Su mera existencia lo hacía dudar de los límites posibles para la tecnología, era una sensación extraña, una reacción que nunca antes se podría haber esperado en sí mismo. De manera lenta y progresiva, fue poco a poco dirigiendo su mirada frente a su compañero, mostrándole la mirada de miedo y asombro que tenía por su amigo en aquel momento

"Esto... Henry, es la cosa más cercana a la perfección que he visto nunca..."

Respondió William devolviéndole una mirada extraña, parecida a una de odio, y su sonrisa no es que ayudase mucho, pues esta misma, lejos de desbordar alegría como se podía pensar en un inicio, desbordaba poco más que locura y psicopatía. El peli rubio tragó algo de saliva al ver a su compañero en tal estado, y con algo de miedo, asintió

"Gracias..."

Agradeció por el 'cumplido' que su amigo le acababa de hacer. Y sin más tiempo que perder, ambos socios prepararon el restaurante para el día especial. O eso hizo William por un tiempo, hasta que, al terminar del todo su parte del trabajo, agarró sus cosas y se marchó de ahí sin motivo alguno

"Estará cansado seguramente..."

Pensó Henry mientras veía a su amigo marcharse en su auto morado. Y sí, el señor Afton se encontraba terriblemente cansado... Pero no de manera física, sino psicológica, cansado de que su amigo: Un simple hombre de familia media, que amaba a su mujer y a sus dos hijos, pudiera hacer una máquina tan perfecta como lo era aquella marioneta. Cegado por la envidia y los celos, William se dirigió hacia su taberna favorita: Jr's, y ahí, bebió hasta más no poder. Él solía beber con frecuencia, sí, pero como ese día nunca antes. Pasó tantas horas tomando y haciendo estupideces en el bar, que al final involuntariamente acabó quedándose hasta noche. Acordándose a último momento que a esas horas debía de estar en el local junto a su compañero, pues el día especial aún se estaba celebrando y él no podía perdérselo. Cómo pudo, se levantó del suelo medio borracho, dando pequeños pasos a pie cojo mientras el resto de personas lo miraban sorprendidas, pues nunca habían visto a un hombre que aparentaba tanta clase actuando de esa manera. Durante el camino hacia la salida, William chocó involuntariamente con un corpulento motero de gran barriga, tirándole las cervezas que llevaba en su mano

"¡Eh! ¡Mira por donde vas!"

Gritó el hombre furioso por lo que le había hecho el Afton. Pero este último estaba tan sumamente borracho, que ni siquiera pudo razonar bien la situación. Y sin pensárselo dos veces, le dio un fuerte puñetazo en la cara al tipo, tirándolo al suelo y provocando que el dueño del local echara a William de manera forzosa. Aún cojeando, el hombre se dirigió hacia su auto y condujo hasta Freddy Fazbear Pizza. Hizo su mayor esfuerzo para no estrellarse en el acto, aún cuando estaba yendo a como 200 millas por hora. Pero cuando llegó al lugar, algo más interesante llamó su atención... Era Charlotte, la hija de su amigo, se encontraba a fuera del local, llorando bajo la lluvia. El Afton bajó de su auto y se dirigió con ella, confundido de que la pobre niña se encontrara ahí y no a dentro del local

"¡Tío Willy! ¡Ayúdame, esos niños me han echado del local! ¡Ábreme la puerta, por favor!"

Pidió la niña entre sollozos de tristeza, esperando a que aquel hombre al que consideraba como un tío, la entendiera y le abriera la puerta. Pero fue entonces que los enormes celos hacia Henry sumados al alcohol hicieron su efecto, y William... En estado de embriaguez, supo inmediatamente lo que quería...

"¿Charlie? ¡Oh, al fin te encuentro! Oh, hola, Willy, no sabía que pasabas por aquí, ven, entra"

Dijo la hermana de Henry apareciendo inesperadamente en el lugar, interrumpiendo así el intento de William por asesinar a la niña. Frustrado, al Afton no le quedó de otra más que bajar la mirada y entrar con una cara de agobio al local...

El multiverso de FNAFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora