Regla

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(¿Nunca os habéis preguntado por qué en las historias ficticias nunca se tiene en cuenta el periodo menstrual para los personajes femeninos? ¿No? Yo tampoco, pero ya que se me ocurrió mientras no hacía nada, pues voy a hacer una historia sobre eso, total, no es como que tenga varias historias y tramas inconclusas que tengo que acabar cuanto antes. Aviso que como no soy mujer y no soy una persona muy bien informada, pues quizás esta historia tenga algunos errores, os lo digo por antelación)

Residencia de los Schmitt, 5 de la tarde...

"Oh... Me duele..."

Dijo la castaña acostada en el sofá de la sala, comiendo patatas mientras veía la tele cómodamente, tratando de aliviar el dolor que le causaba estar... Bueno, en sus días. Y no pasó mucho hasta que algo o alguien tuvo que llegar para interrumpir su momento

"¡Mary! ¡Mary! ¿Podemos jugar un rato?"

Preguntó el menor de la familia acercándose a su hermana para ver qué le respondía ante su pregunta, ignorando por completo el hecho de que su querida hermana tenía cara de querer morirse y ya se había tragado medio paquete de patatas

"Lo siento, Gerald pero... Ahora no puedo, tengo la menstruación y... Bueno, no estoy en condiciones para jugar"

Respondió ella aún débil por el molesto dolor que había estado sintiendo desde que se despertó por la mañana hasta ahora. Y como era obvio, su pequeño hermano no entendió nada debido a su inocencia

"¿Qué es eso de menstruación?"

Preguntó él confundido por escuchar una palabra tan rara como esa saliendo de la boca de su hermana

"Eh... Bueno, no sé si deberías saberlo para tu edad, aún eres muy pequeño"

Comentó la adolescente indecisa de si explicarle al pequeño sobre lo qué era la menstruación o no

"Oh, venga, soy muy grande ya, tengo 9 años, soy todo un hombre adulto y fuerte"

Dijo el muchacho de manera confiada golpeándose el pecho para demostrar así su inquebrantable masculinidad y adultez

"¿Un hombre adulto y fuerte? ¿En serio?"

Cuestionó Mary recordando la vez en la que su pequeño hermano se puso a llorar como loco porque... Bueno, se le cayó un solo gramo de sal en su vaso de agua, y pensó que por simplemente eso, su vaso ya se había envenenado e iba a morirse por tomar solo un poquito. Pero aún habiendo recordado aquel momento tan vergonzoso, la chica de igual forma optó por explicarle de manera simple y muy poco detallada cómo funcionaba esa cosa llamada "menstruación"

...

"Vale, creo que estoy traumado"

Concluyó el infante una vez escuchó toda la explicación de su hermana sobre la menstruación

"Ya te lo dije, no debías de saberlo para tu edad, ahora tráeme un poco de chocolate, por favor, necesito aliviarme un poco"

Respondió la fémina para después darse la vuelta y ponerse en una posición un poco más cómoda, esperando a que su hermano fuera a la cocina para traerle una buena barra de chocolate con leche. Y en tan solo unos segundos, el niño ya había ido y regresado de la cocina con una barra de chocolate entre sus manos, la cual, se le fue entregada a su hermana con educación y cuidado

"Muchas gracias... Ahora tráeme mi pijama furry, está arriba, en mi habitación. Tráemelo que quiero estar calientita"

Ordenó Mary tras darle una buena mordida a la barra de chocolate, llevándose un buen trozo a la boca. Y tal y cómo ocurrió la anterior vez que le pidió algo, en cuestión de segundos, el niño ya se encontraba con el objeto que le pidió su hermana entre sus manos

"Ten"

Dijo el niño dándole aquel cómodo pijama a su hermana para que se lo pusiera. Y tras eso, se fue de ahí dejando a su hermana sola, pues ya había cumplido todos sus objetivos y no tenía más razones para estar ahí, dejando así a su hermana acostada en el sofá, con el pijama furry, el paquete de patatas ya acabado, y la barra de chocolate aún siendo masticada por la fémina. A pesar del constante dolor causado por la menstruación, parecía que todo ya se había aliviado... ¿Verdad?

"¡Maryyyyyy!"

Oh, no, claro que no, tenía que venir ese bendito Afton para meter sus narices dónde no lo llamaban

"¿Quieres salir un rato, Mary? Si quieres te puedo invitar a algo y... Mary, ¿Estás ahí?"

Preguntó el chico desde el otro lado de la puerta extrañado de que su amiga no le estuviese respondiendo sus palabras. Y tras un minuto entero procesando en si levantarse o no, al final la chica agarró fuerzas de Dios sabe dónde y se levantó como pudo del sofá, con el pijama todo sucio por las patatas y la boca manchada por el chocolate, yendo directamente a la puerta para abrirla

"Hey, hola, Mary, ¿Qué tal va to-? Pero madre mía, tía, ¿Estás bien?"

Obviamente el aspecto desalineado y desordenado que tenía su amiga no iba a pasar desaparecido, pues eran pocas las veces en las que se podía verle en semejantes condiciones

"Michael... Tengo la regla, no tengo ganas de nada, solo quiero estar acostada y descansar un rato"

Explicó ella sujetándose de la pared para no caer al suelo a causa del mal de cabeza horrible que tenía

"Ah, tienes la regla... ¿Eso no era lo de que te sangraba la vagi-?"

Y antes de que pudiera acabar su frase, el varón se llevó una buena cerrada de boca por parte de la castaña, quién no iba a tolerar que su amigo dijese semejante palabra obscena en su casa

"Ahora mismo está mi hermano en casa y posiblemente nos está escuchando, no digas esa palabra porque según mi padre es un poco malsonante, mejor si dices genitales"

Le dijo justo después de haberle tapado la boca con la mano llena de chocolate y patatas

"Hm... Chocolate... Okay, genitales en vez de... Eso, pero al caso, ¿Era eso de que te sangraban los genitales o no?"

Volvió a preguntar el chico tras haber saboreado un poco de aquel chocolate derretido que tenía su amiga en la mano

"Pos obvio que sí, ¿Acaso nunca te dieron clases de sexualidad o qué?"

Respondió confundida por lo raro que era que un chico de 16 años no supiera como tal lo qué era la menstruación

"Mary... Ni siquiera pongo atención a las clases de filosofía y eso que son las más fáciles, ¿Te crees que voy a ponerle atención a unas simples clases que solo son útiles para las niñas? Osea... Espera, ¿Estás bien?"

Y de pronto, su amiga comenzó a sentir un fuerte dolor y se tocaba débilmente el abdomen, claramente la menstruación había actuado cuando menos se lo esperaba

"Me acaba de bajar"

Dijo a punto de llorar mientras sentía como su entre pierna se sentía húmeda a causa de la sangre que se le acababa de salir

"Ah, ¿Con lo de bajar te refieres a que ahora mismo, te está saliendo sangre por tu vagi-"

"¡Genitales, Michael! ¡Genitales!"

Fin

El multiverso de FNAFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora