Un nuevo día en el antiguo hogar

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Lentamente... El joven adulto fue abriendo los ojos, despertando de la terrible pesadilla que había tenido aquella noche. Fue una verdaderamente horrible, soñó que su hermana mayor era asesinada frente a él. Sin que pudiera hacer nada por salvarla. Pero ahora que estaba despierto, y se había mentalizado de que aquella pesadilla era... Bueno, eso, una pesadilla, ya se encontraba mucho más calmado.

Al principio, tuvo el pensamiento inicial de que debía ir rápido al trabajo para que no lo despidieran. Pero tan solo un segundo después, se acordó de que no tenía de qué preocuparse. Pues ya no pasaba nada si llegaba tarde, más que nada, porque ahora ni siquiera tenía trabajo. Aún adormilado, se levantó de la cama y se dirigió al baño para hacer sus necesidades. Orinó, se lavó la cara, los dientes, y finalmente se dio una ducha. Ya estando limpio y listo para tener un día más de vida, salió del baño y se fue directamente al comedor para desayunar. Alrededor de la mesa estaban Mary y Michael, desayunando como de costumbre y de vez en cuando charlando un poco. Bueno, en realidad, la única que estaba comiendo ahí era Mary, el otro solamente estaba ahí sentado, hablando con ella. Pero al notar la presencia de Gerald ahí, la fémina terminó abruptamente la conversación y fue rápidamente con él para atenderlo

"Buenos días, Gerald. ¿Quieres que te prepare el desayuno? ¿Te gustarían unas tostadas con un poco de café?"

Dijo la castaña acercándose a su hermano para preguntarle todas esas cosas

"Eh... No, no hace falta, de verdad, puedo hacerlo yo mismo"

Respondió él haciéndole saber a su hermana mayor que ya no era un niño pequeño y podía valerse por sí mismo. Pero al intentar ir a la cocina para hacerse su desayuno, la mayor lo agarró del brazo y detuvo repentinamente su corto viaje

"De verdad, no es molestia, deja que te prepare yo el desayuno"

Explicó ella agarrando de ambos hombros al varón para llevarlo directamente a la mesa y sentarlo en contra de su voluntad

"Si quería hacerme el desayuno desde el principio, ¿Para qué demonios me da a elegir entre si quiero o no? Agh... A veces pienso que lo que le digo a esa pava le entra por una oreja y le sale por la otra"

Pensó el hombre molesto por la actitud sobreprotectora que estaba teniendo su hermana con él, a pesar de que ya era un adulto hecho y derecho para ese momento

"¿Molesto de que ella siempre escoja qué opciones tomar por ti? Meh, no te preocupes, con el tiempo te acostumbrarás..."

Comentó Michael notando la evidente molestia que sentía Gerald por la actitud de Mary, y básicamente dándole a entender que ese no era ningún caso especial. La castaña constantemente tomaba las decisiones que ella creía "correctas" para sus seres queridos, e inconscientemente, se volvía involuntariamente una mandona que todo el rato estaba diciéndoles que hacer y cómo hacerlo. Cosa que era cuanto menos molesta en algunas ocasiones.

Minutos después, la chica volvió a la mesa con un plato en su mano derecha, que en cuya superficie se encontraban dos tostadas recién hechas y aún calentitas. Mientras que en la mano izquierda llevaba una taza llena de café caliente

"Ten, tostadas con mantequilla de cacahuete y plátano. Tus favoritas"

Dijo ella entregándole susodichas tostadas a su hermanito menor. Y para finalizar, le dio un besito en la frente para que disfrutase más de su comida

"Ajá... Sí, Mary... Muchas gracias"

Respondió Gerald comenzando a cansarse de que su hermana lo estuviera tratando como a un niño pequeño. Pero por educación, y para no herir sus sentimientos, decidió no decirle nada y mejor comerse las tostadas que ella con tanto amor y cariño le había preparado. Pero mientras comía, el Afton se percató de algo inusual en los brazos del joven adulto. Habían unas extrañas marcas y cicatrices en su brazo derecho, como si anteriormente se hubiera hecho graves cortes con algo filoso en esa área en concreto

"Em... Gerald, en caso de que esto no sea algo muy personal... ¿Que te pasó en el brazo derecho? ¿Por qué tienes esas marcas?"

Preguntó él señalando las notables marcas y/o cicatrices que tenía el Schmitz en su brazo

"Oh, bueno... Verás... Yo antes de ser despedido... Tenía una novia, se llamaba Jessica... Pero, digamos que ella era un tanto... {Intensa}. Y un día, en un ataque de ira causado por sus celos, decidió golpearme en el brazo con una botella de cristal... El impacto fue tan fuerte que la botella se rompió en mil pedazos y los diminutos cristales hicieron cortes en mi extremidad... Luego de eso tuve que ir al hospital de urgencias para evitar que la cosa se pusiera peor, y... Por miedo tuve que mentir diciendo que esos cortes me los había hecho en un accidente de casa. Luego de eso, pasaron un par de días y... Al final me terminó dejando... En fin, lo que es la vida a veces..."

Explicó Gerald dándole así la respuesta al Afton del cómo era que se había hecho esas cicatrices. Explicándolo todo con un tono de voz neutro e inexpresivo, como si no le importase en lo más mínimo nada de lo que estaba narrando. Y cuando terminó de hablar, las tostadas en su plato ya habían sido completamente devoradas, así que, sin más razones para estar ahí, se levantó y se fue a fregar sus platos, dejando tras de él a unos desconcertados Michael y Mary, quienes no pudieron creerse la experiencia que aquel chico había vivido

"Joer... Bueno, al menos se salvó de una tóxica"

Comentó Michael sin darle tanta importancia al asunto, a fin de cuentas, parecía que ni siquiera Gerald se sentía preocupado por dicho suceso

"Ah, por cierto, esta semana te toca a ti hacer la compra. No te olvides de comprarme mis chicles sabor sandía, son mis favoritos. Hasta luego"

Le recordó el Afton justo antes de finalmente irse del comedor para comenzar su día e irse a su trabajo. Dejando a Mary sola y desconcertada en el lugar. Ahora sabiendo que su hermano había sido lastimado tanto física como emocionalmente, la fémina no permitiría que algo así volviera a suceder...

Si ya de por sí era sobreprotectora con él desde el principio, ahora lo sería aún más... No iba a permitir que nada ni nadie pudiera hacerle daño nunca más...

Nunca... Más...

El multiverso de FNAFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora