Y si...

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"Este es el final... Para todos. Fin de la comunicación"

Dijo la voz del causante de todo ese incendio despidiéndose del mundo y de todos aquellos que lo atormentaron por tanto tiempo. Aquellas bestias metálicas y monstruosas sentían un dolor inigualable, aquel fuego era muy intenso, y lo peor de todo es que no había salida. Era como si estuviesen en el mismísimo infierno. Y entre todo ese caos y sufrimiento... Estaba el valiente voluntario que ayudó al hombre a cumplir con su objetivo...

Sentado sobre su silla, con el ordenador en frente suyo y las intensas llamas rodeándolo, el castaño inclinó el asiento para atrás y dejó que las altas temperaturas acabaran con todo... Se suponía que él no debía de quedarse ahí, aún estando relacionado a todos esos sucesos, tenía la oportunidad de marcharse y continuar su vida. Pero no lo hizo, porque... ¿Para qué? Ya no tenía familia, ya no tenía amigos, nada... Estaba solo. Era inmortal, sí, ¿Pero de qué le servía ser inmortal si ya no le quedaba nada? Solo iba a prolongar su sufrimiento más de la cuenta, y por eso mismo decidió quedarse en ese incendio, para perecer junto a los restos de aquellos que alguna vez fueron sus familiares...

Sin embargo, cuando ya tenía los ojos cerrados, y esperaba pacientemente su inevitable destino, una sensación extraña se hizo presente en su cuerpo. Una especie de escalofrío... No era por los nervios que sentía al saber que en cualquier momento todo estallaría por los aires, no. Era algo más... No era una reacción proveniente de su cuerpo, era una reacción proveniente de algo más profundo...

"¿Qué está pasando? ¿Por qué siento que hay algo malo cerca de aquí?"

Preguntó él angustiado por aquella extraña sensación que parecía provenir de su mismísima alma. El hombre no sabía que estaba pasando, desorientado y confundido, se levantó de su asiento y por un momento contempló la idea de marcharse de ahí solo... Por si acaso. Ya saben, por si quizás al final de todo quedaba algún cabo suelto sin resolver.

Era todo demasiado extraño, ¿Que estaba ocurriendo realmente? ¿Por qué su alma reaccionaba así? Quizás era por el remanente de su interior que estaba siendo destruido. Pero si hubiera sido así, entonces lo habría sentido desde que comenzó el incendio, y no ahora que ya había avanzado bastante. Además, si fuera remanente destruyéndose, sentiría dolor. Pero eso no era dolor, era terror. El terror que te da cuando tienes un mal presentimiento, cuando tienes la sospecha de que las cosas saldrán mal, la sospecha de que algo o ALGUIEN lo arruinará todo. Así que, para asegurarse de que todo fuera bien, decidió hacer un cambio de planes y fue rápidamente hacia la salida de emergencia que su jefe le había preparado. Antes de que el fuego pudiera acabar con él, escapó del incendio y regresó a la superficie. Era cuestión de tiempo para que el fuego se extendiera hasta el local de la superficie, así que, antes de que eso sucediera, salió de ahí rompiendo las puertas de entrada y salida en el proceso. Ya estando a salvo en la fría, oscura y solitaria calle, el hombre buscó por los alrededores para confirmar que nada saliera mal. Y para su sorpresa... Sí, ese mal presentimiento resultó ser real

"Oh... Chicles de limón..."

Maldijo él viendo lo que aquella Circus Baby anorexica y deforme hacía con su padre...

Ante su vista, se encontraban una especie de versión flaca de Circus Baby y, por supuesto, su padre... Bueno... Lo que quedaba de él, convertido en un cuerpo deforme, putrefacto, morado y quemado... William Afton, ya sin su traje y estando al descubierto, con todos sus... Órganos e intestinos a simple vista... Sí, bastante asqueroso, pero seguía vivo después de todo, tenía el corazón aún latiendo

"Oh... Que bien... ¿Y tú quien demonios eres?"

Preguntó Michael viendo al ente misterioso que llevaba tras él (o ella) el cuerpo moribundo de Afton

"Eso no es de tu conveniencia, Michael Afton... Y ahora, lo siento, pero no puedo permitir que seas una molestia para mis planes. Debo de asesinarte..."

Respondió la entidad misteriosa para acto seguido lanzarse contra el Afton para acabar con él y no dejar cabos sueltos en su infalible plan.

El hombre trató de defenderse, intentó zafarse del agarre de aquel monstruo, pero fue simplemente inútil. Aquella animatrónica misteriosa era extrañamente fuerte, y lo había conseguido someter con poco o nulo esfuerzo. Ya teniéndolo a su alcance, la payasa contempló el cuerpo del castaño de pies a cabeza... Tenía un plan

"Hm... Creo que tú me serás un mejor recipiente... Además, tienes algo que me ayudará, y mucho..."

Dijo ella para segundos después comenzar a abrir su boca de manera simplemente inhumana, abriéndola de par en par y formando así un enorme agujero que dejaba al descubierto la aterradora oscuridad y maldad que aguardaban en el interior de aquella carcasa de metal...

Eso no era un animatrónico, no era una amalgama, no era un ente sobrenatural... Era algo PEOR...

La mismísima maldad encarnada en un solo ser vivo...

Y entonces, toda esa maldad y oscuridad concentrada, que en realidad era la criatura como tal en su verdadera forma, salió del interior de la carcasa y se introdujo dentro de Michael, poseyendo su cuerpo y consiguiendo así conseguir una carcasa mucho mejor de la que ya tenía

"Je... Jeje... Ahora sí... Este cuerpo contenía remanente en su interior, puedo sentir como ese remanente se fusiona con mi agonía. Y eso me da... Poder. Vida. Eternidad."

Dijo la criatura desde su nuevo cuerpo, listo para causar más dolor y caos por todo el mundo. Ahora que tenía el poder de la inmortalidad a su favor. Ya no necesitaría al muerto de hambre de William para nada, pues su agonía fusionada con el remanente del hombre era ilimitada y eterna, jamás se acabaría por más años que pasen. Por lo tanto, ya ni siquiera necesitaba causar desgracias para alimentarse de la agonía humana... Pero lo seguiría haciendo porque... Bueno, algunas costumbres no se deben dejar de lado, ¿No?

Y fue de esta forma, en este mismo día, que Michael Afton murió... Falleció en manos de algo mucho peor que su padre. Mismo algo que agarró su cuerpo, y que desde ese día se haría llamar...

Agony Afton... (Tenía pensado llamarlo Black Michael por su parecido con Black Goku pero... Nah, mejor si lo dejo así)

Y hasta ahí llegó la humanidad... Nada ni nadie podría detenerlo con su nuevo e indestructible cuerpo... ¿O sí? ¿Y si quizás no estaba todo perdido?

Pues eso y mucho más son cosas que descubriremos en el próximo episodio de: "jamás voy a sacarle una secuela a esta cosa y voy a dejar un final abierto :D"

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