El multiverso de FNAF

Soledad²

"¡Dame a Freddbear!"

Gritó Evan violentamente, yendo con su hermano mayor para arrebatarle el peluche de oso dorado que este mismo le había quitado momentos atrás

"¡Primero intenta quitármelo!"

Respondió el adolescente ascendiendo aún más su brazo con el peluche para evitar que su hermano pudiera recuperarlo

"¡Michael, he dicho que me lo des!"

Gritó nuevamente el pequeño comenzando a cabrearse más y más con él, hasta que llegó un punto, en que no aguantó más y decidió darle un fuerte en la entre pierna a su hermano, causando que este último pegara un intenso grito de dolor y agonía

"¡Niños! ¿¡Qué está pasando!?"

Preguntó el adulto entrando abruptamente a la habitación para intervenir en lo que sea que estuviera pasando

"¡Es él, papi! ¡Michael me ha quitado a Freddbear!"

Respondió el menor señalando a su hermano como el culpable. Y como William era alguien que no se complicaba mucho la vida, fue a lo rápido y le echó la culpa al mayor por todo

"Michael, al sótano, estás castigado"

Sí... Ese era un método de castigo un poco intenso... Básicamente encerraba a sus hijos en el sótano a oscuras por un buen rato hasta que reflexionaran por lo que habían hecho

"¿Qué? ¡No! ¡No voy a hacer eso!"

Exclamó el adolescente negándose a realizar semejante acción, debido a lo inhumana y extraña que era para él

"¡Es una orden, hazlo!"

Respondió el adulto levantando el tono de voz aún más, denotando la rabia e ira que sentía en ese momento

"¡Te odio! ¿¡Por qué no puedes ser cómo mamá!? ¡Ella sí que era más comprensiva y se daba el tiempo de analizar las dos visiones de la historia! ¡Tú no! ¡Nunca empatizas con nadie, nos das castigos severos y exagerados, y hasta parece que nos odias! ¡Eres un mal padre!"

Dijo el adolescente en un tono aún más firme, alto y enojado que el de su propio padre. Y nada más acabar de decir eso, todo el ambiente se llenó de un pesado silencio que no hacía otra cosa más que incomodar a todos en la habitación. Estaba claro del por qué había aparecido tal silencio, el joven había hablado de alguien a quien no se debía de mencionar; su madre

"Yo... Lo siento"

Se disculpó el chiquillo con arrepentimiento, rompiendo así el silencio incómodo que perduró por unos cuantos minutos que parecieron horas

"No, no pasa nada, tienes razón..."

Afirmó el adulto estando completamente de acuerdo con las palabras de su hijo

"Ella y yo somos... Bueno, éramos muy diferentes, como el agua y aceite, ella era más agradable, más sociable, más... Carismática, por decirlo de alguna manera, no era como yo, con mi actitud seria, mi miedo por la sociedad, ni nada de eso... Era todo lo contrario a mí"

Explicó el hombre recordando aquellos tiempos antiguos... Aquellos tiempos en donde él no era más que un simple niño solitario y sin amigos... O bueno... Más o menos... Ya que, si se le podía llamar amigo, tenía a esa tal criatura rara llamada Vincent. Y la conversación se hubiera quedado ahí, de no ser porque a Evan le terminó picando la curiosidad

"Papi, una pregunta: ¿Cómo fue tu infancia?"

Preguntó el menor con inocencia, desconociendo por completo las cosas atroces que le ocurrieron a aquel hombre cuando era niño