El multiverso de FNAF

De vuelta al antiguo hogar

"Estás despedido"

Hay veces que las palabras hacen más daño que los golpes, y esta era una de esas veces...

Al pobre adulto casi le dio un infarto cuando escuchó esas palabras por parte de su jefe, sintió como si el mundo alrededor suyo se hubiera derrumbado...

Desde antes ya estaba comenzando a sentirse triste debido a su reciente ruptura amorosa. 2 años de relación tirados a la basura... Y ahora, por si la vida no podía tratarlo peor, había perdido el empleo que le permitía sobrevivir día tras día...

"Por favor, jefe... ¡No me despida! ¡Este empleo es lo único que me queda!"

En un último intento por salvarse, el hombre dejó de lado su dignidad y, de rodillas, le pidió una y otra vez a su jefe que por favor no lo echara, que se esforzaría más a partir de ahora. Sin embargo, esas palabras ya eran recurrentes en la cabeza del mandamás. Y por experiencias anteriores, ya era consciente de que su empleado no cambiaría...

Tener TDAH es un coñazo, y lo es aún más cuando eres adulto y tu trabajo se basa en estar atento a las cámaras de seguridad de una pizzería barriobajera

Era cruel, pero... ¿Puedes juzgar al jefe? Tiene sus razones para hacer lo que hace, y por ello, no titubeó en lo más mínimo al reiterarle firmemente al adulto que estaba despedido. Lleno de coraje e impotencia, el pobre desgraciado salió del local con una expresión de tristeza en su rostro, yendo cabizbajo por la calle hasta llegar a su pequeño departamento alquilado. Se acostó a su cama húmeda y sucia y cerró los ojos, no quería sobrepensar las cosas en ese momento, solo quería dormir... Dormir para que pasara rápido el día y toda esa pesadilla terminase de una maldita vez...

Pasó un nuevo día... Pero una nueva mañana no iba a borrar todos los problemas que aquel hombre mayor de edad tenía ahora. Debía de buscar un nuevo empleo cuanto antes, llevaba bastante tiempo sin pagar la renta y el dueño del piso comenzaba a molestarse con él. Y para su infortunio, el dinero que le habían dado al despedirlo no era el suficiente para pagar el alquiler, pues su deuda no era precisamente pequeña...

"Lo mejor será que busqué empleo. Ya no puedo retrasar la renta más"

Se dijo a sí mismo mientras buscaba por todo su piso algunas hojas en dónde tenía escrito su currículum de trabajo. La cosa no fue tan fácil como parecía, ya que el piso era un auténtico desorden y encontrar esas hojas era como buscar una aguja en un pajar. Tras una corta búsqueda, consiguió tomar 5 o 6 currículums, con un poco de suerte, algunos de los locales que había por la zona se interesaría por él... O bueno, también podían contratarlo por la lastima que daba... Cualquiera de las dos era posible. No obstante, y cuando ya estaba abriendo la puerta del piso para salir a la calle e ir de tienda en tienda ofreciendo sus servicios como empleado, la figura imponente del dueño del departamento detuvo su paso repentinamente

"Agarra tus cosas, fuera de mi piso"

Ordenó el hombre con una evidente odio y enojo en sus palabras. Por segunda vez consecutiva, las palabras le habían hecho más daño que cualquier golpe físico...

"Pero-"

Y en esta ocasión no tendría oportunidad de dejar su dignidad de lado para pedirle misericordia al hombre. Pues antes de que pudiera terminar su frase, el fornido sujeto lo agarró de los hombros y lo sacó a la fuerza del piso. Acto seguido, entró y sacó todas las cosas que le pertenecían al joven adulto...

Ahora, estando en la calle, sin trabajo, sin novia, sin techo... Lo único que le quedaba al pobre muchacho era una cosa...

...

Ding Dong

Grata fue la sorpresa de la fémina cuando, al abrir la puerta de entrada de su casa, se encontró con su hermano menor, que llevaba más de 5 años sin ver