↻ ◁ 009 ▷ ⇀

609 71 8
                                    

┌─────❀◦❀◦❀─────┐

Sucesos

└─────❀◦❀◦❀─────┘

Layla se quedó en la casa de los Todoroki a dormir. Endevor no vendría en toda la noche por un problema en una ciudad.

Eran las seis de la mañana, su avión salía a las once, aún había tiempo. Ella comenzó a abrir los ojos en la cama.

Si, durmió con Touya, pero ya era algo normal. Cada vez que tenían alguna competición fuera siempre dormían juntos para ahorrar dinero en las habitaciones.

La castaña vio que estaba sola, levantó un momento la cabeza y le vio mirando su ordenador.

— ¿Que haces? - pregunto y el peliblanco se dio la vuelta.

Sonrió un poco al verla con una camisa suya, recién levantada daba un poco de gracia.

— Estoy mirando antiguas temporadas, para saber lo que nos podemos encontrar. - explicó y ella asintió bostezando - sigue durmiendo si quieres, quedan 5 horas para salir. - su vista volvió al ordenador.

Layla estiro su cuerpo y se sentó en un extremo d ela cama. Tenía unas zapatillas de casa de Fuyumi. Se acercó perezosamente a donde el chico y miro lo que estaba buscando.

— ¿Que es eso? - pregunto mirando uno d ella títulos.

"¿Survival Heroes, un lugar donde desaparecen adolescentes?"

— No le hagas mucho caso, lo escribió un loco hace años. Ahora está en un psiquiátrico por la muerte de su hija. - dijo él para tranquilizarla.

— ¿Y si dejamos de ver esto y comemos algo? - sugirió.

— ¿Tienes hambre? - le pregunto apagando el aparato electrónico y mirarla a los ojos.

— Un poco - sonrió.

El solo dio una risa muda y se levantó de la silla. Abrió la puerta y miro para ver si había alguien. Todos estaban dormidos.

Salieron y bajaron las escaleras con cuidado. Al llegar a la cocina vieron la nevera abierta.

— ¿Hola? - dijo TOUYA sin saber quién era.

De repente salió una cabeza blanca y roja.

— ¿Que haces tú aquí? - dijo el hermano mayor.

— Te debería de preguntar lo mismo - dijo con una galleta en la boca. - Ya te has declarado o seguiré teniendo que aguantarte hablar sobre Layla. - el se quedó callado y ella miró al peliblanco. Shoto solo tiene nueve años.

— Yo no hago eso - intento calmar la situación.

— Ya, seguro - cerró la nevera - me voy a dormir, yo no diré nada si vosotros tampoco lo hacéis. - subió las escaleras sin mirarles y con las manos llenas de comida.

Los adolescentes se quedaron allí sin hablar hasta que Touya lo rompió.

— Es mentira, y si en algún momento en el futuro siento algo por ti, me declararé al final de un disco (una presentación de patinaje).

— Y si lo haces yo aceptaré - dijo de la misma forma - pero solo si me llegas a gustar, claro.

El sonrió ligeramente y miro las estanterías. Había galletas, cereales y frutos secos. Saco las galletas y se sentaron en las sillas. Hoy sería un día muy pesado.

𝐄𝐧 𝐥𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝟐𝟑 {𝐃𝐚𝐛𝐢 𝐲 𝐎𝐜}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora