Una historia inusual de Dabi, aquí no os encontraréis a un Dabi yandere que solo quiere secuestrar y matar. Esta historia Dabi es un ser humano, tiene sentimientos y comete errores (al igual que la prota)
Contiene Spolier del Manga desde el primer c...
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Le puso la mano en la espalda baja, estaba mucho más tenso que Dabi. Antes de poder entrar otra vez en la pista vio a un camarero pasar con copas de champán. No se lo pensó y agarró una para beberlo de golpe. Ahora no le importaban las reglas, debía ser amable. Solo comenzaron a bailar, ella no quería empezar con la conversación.
— Tiene un precioso vestido - le dijo sonriente, pero Lilith no se inmutó.
Tenía que quitarle el reloj, y debía buscar una forma para hacerlo. Podría intentar seducirle y mientras está distraído, quitárselo. Aún que esa idea no le agradaba por qué podría acabar mal.
— Luego a lo mejor quiere - noto como su mano bajaba más - no se, divertirse un rato.
Le podría contestar pero su vista se fue atrás suyo, habían dos personas hablando. Los dos con máscara, a uno ya lo había visto varias veces así, otra vez sabían donde estaban. Tenía que descubrir quién era pero solo veía sus ojos. A su lado había un señor más grande, le reconoció al instante.
— Endevor - susurro.
— ¿Ha dicho algo? - volvió a mirar al anfitrión, este noto que estaba pálida. - ¿Se encuentra bien? ¿Quiere salir a tomar el aire?
— No gracias - se alejó de un paso - tengo que buscar a mi marido.
Se fue pasó rápido dejandole en el centro de la pista solo. Lilith caminó por las pasillos, sus tacones sonaban con cada pisada. Encontró la habitación donde estaba el bar y le encontró hablando con otra persona. Un chico pelirrojo.
Karube.
*Flashback*
— Lilith - ella se giró al ver que Shigaraki la llamaba - Su supone que yo debería haber ido contigo pero Dabi quiso ir. No sé qué quiere, pero cómo estás con eso del topo.
*Fin del flashback*
Estaba parada en mitad del pasillo, con la respiración acelerada y profunda. No había encontrado nada de él, ni en los periódicos, ni en la biblioteca, ni en ninguna parte. Era un fantasma.
Y ahora que ponía todas las piezas del puzzle, tenía una posible respuesta. Solo quedaba algo, el porque fue a su tumba.
Se dio cuenta de que Dabi la miraba, estaba confundido, Lilith solo decidió salir de allí para encontrar otro sitio donde pensar, en algún jardín o algo.