El sonido del metal chocando contra el concreto resonó en el callejón destruido. Layla Bakugo respiraba con dificultad, sus músculos ardiendo por el esfuerzo. Frente a ella, el cuerpo inconsciente de Overhaul yacía sobre los escombros. Su máscara estaba rota, su traje hecho jirones y sus manos, aquellas manos que tantas vidas habían destrozado, estaban inmovilizadas por los grilletes especiales de contención.
La sangre resbalaba por su labio, pero ella no se preocupó en limpiarla. Miró a su alrededor, observando el caos que había quedado tras la batalla. La explosión que había provocado para neutralizarlo dejó huellas en los edificios cercanos. Pero lo había conseguido.
La radio en su oído crujió.
—¡Layla! ¿Estás bien? ¡Dinos tu ubicación!
Era la voz de Mirko.
Layla pulsó el comunicador.
—Sector cinco, calle 42... Overhaul está neutralizado.
Hubo un breve silencio en la línea antes de escuchar la voz de Mirko nuevamente.
—¡Joder! ¡Lo lograste! ¡Voy para allá con refuerzos!
Layla cerró los ojos por un instante, sintiendo la adrenalina aún corriendo por sus venas. No tuvo mucho tiempo para recuperarse. A los pocos segundos, las luces de patrullas y los helicópteros de la prensa iluminaron el área.
La noticia ya se había filtrado.
Las luces de la ciudad iluminaban las calles mientras el coche avanzaba por la avenida principal. Layla observaba por la ventana, sintiendo su corazón latir con fuerza, no solo por la emoción de la noche, sino por los recuerdos que inevitablemente regresaban a su mente. Hoy se cumplían seis años desde que Endeavor la secuestró con la ayuda de los Superiores de Oro.
Seis años desde que vivió en carne propia la tortura disfrazada de entrenamiento, seis años desde que perdió una parte de sí misma en ese infierno. Y hoy, ironías de la vida, debía caminar por una alfombra roja rodeada de héroes, algunos falsos, algunos cómplices, otros ignorantes de la verdad.
En su regazo, sus manos se cerraron en puños, hasta que sintió un codazo leve.
—Oye, deja de apretar los dientes —le dijo Katsuki sin apartar la vista de su teléfono.
Layla exhaló despacio, relajando la mandíbula.
—No me había dado cuenta —admitió.
Su hermano menor, ahora en su último año en la U.A., revisaba mensajes con el ceño fruncido. No hablaban de ello, pero Layla sabía que su hermano aún no lo superaba. No después de haber crecido viendo a su hermana regresar hecha pedazos.
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𝐄𝐧 𝐥𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝟐𝟑 {𝐃𝐚𝐛𝐢 𝐲 𝐎𝐜}
FanfictionUna historia inusual de Dabi, aquí no os encontraréis a un Dabi yandere que solo quiere secuestrar y matar. Esta historia Dabi es un ser humano, tiene sentimientos y comete errores (al igual que la prota) Contiene Spolier del Manga desde el primer c...
