Una historia inusual de Dabi, aquí no os encontraréis a un Dabi yandere que solo quiere secuestrar y matar. Esta historia Dabi es un ser humano, tiene sentimientos y comete errores (al igual que la prota)
Contiene Spolier del Manga desde el primer c...
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No se oyó el sonido de la llave cerrarse. A Layla le dolían las piernas y estaba muy mareada y dolida. Seguía teniendo la cadena en el pie, estaba cubierto de sangre.
La única forma de que escapase era quitándose esos grilletes. Solo había una forma. Se fue arrastras hasta el baño y sujeto el grifo de la ducha vieja que había. Las únicas veces que la habían lavado era echando la agua ardiendo haciendo que la quemará la piel.
Se llevó una toalla a la boca y subió su brazo con pesadez para bajarlo con fuerza a su tobillo.
Un quejido salió de su garganta, se había roto el pie para que pudiese salir. Con dolor fue sacándolo poco a poco. No sabía después como iba a caminar, pero sabía que iba a salir de esa casa si o si.
Una vez ya no había nada intento levantarse con una pierna, aún que al dar el primer paso se cayó otra vez. El dolor era mucho más fuerte.
Fue a la pata coja ayudándose con la pared subiendo una escalera por una escalera hasta llegar arriba.
Allí abrió la puerta con cuidado, parecía que no había nadie en casa. No podía salir así a la calle, llamaría demasiado la atención. Estaba en bragas y con una camiseta muy vieja llena de sangre.
No recordaba donde estaba la habitación de Fuyumi. Miro las escaleras y oyó, no había nadie en casa.
Subió con cuidado agachada para que no se hiciese daño. La adrenalina hacia que el dolor disminuyese.
Abrió la puerta azul de la habitacion, no reconocía nada. Pero no le daba tiempo a pensar en eso, reviso algunos cajones y encontró una sudadera grande negra. Luego unos pantalones del mismo color.
Tardó bastante en ponerse todo, pero aún así nadie llegó.
Por culpa de la droga que la metían todos los días, no recordaba nada. Y en un momento se congelo, estaba intentado descifrar el nombre de su hermano.
Un minuto después, Katsuki paso por su mente, pero no le ponía cara. No sabía cómo era, no lo recordaba.
Sin ningún plan, salió de esa casa. Miro a los lados tapándose con la capucha. Tenía un ojo morado, el labio roto y la nariz sangrando, cualquiera diría que acababa de salir de una pelea. A parte de que estaba cojeando.
Decidió ir cuesta abajo mirando al suelo para no llamar la atención. Veía el sol caer, por lo que no tardaría mucho en hacerse de noche.
Al no estar atenta choco con alguien. Se desequilibró un poco.