Una historia inusual de Dabi, aquí no os encontraréis a un Dabi yandere que solo quiere secuestrar y matar. Esta historia Dabi es un ser humano, tiene sentimientos y comete errores (al igual que la prota)
Contiene Spolier del Manga desde el primer c...
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Se mordía las uñas, miraba el teléfono todo el rato. El tic de la pierna era constante. Su mente jugaba con ella, se imaginaba que los superiores de oro le habían secuestrado. ¿No era suficiente lo que ya le habían hecho?
Quería llorar, pero para que, solo harían que se preocupase de ella.
El timbre de la casa sonó, Layla se levantó rápida y fue a la puerta para abrirla. Lo primero que vio fue a Touya y más abajo a Katsuki sano.
Le abrazo al verle conteniendo el dolor de las heridas. Cerró los ojos y acarició su pelo.
— Lo siento - dijo el niño.
— No vuelvas a hacer eso nunca - se separó para mirarle - nunca.
Este asintió, se le notaba arrepentido y cansado. Hoy dormirían en la casa de Inko. Así las cosas se calmaría un poco y ella no tendría miedo de estar sola.
— Ve dentro - le dijo.
Katsuki iba a rechistar pero no quería pelear más. Se fue con la peliverde al salón donde estaba Izuku.
La chica se levantó y miro sería a Touya.
— ¿Ha estado todo el rato contigo? - le pregunto cerrándose de brazos, estaba muy cansada y notaba el dolor fuerte de la costilla.
— Si, m-
— ¿Por qué no me has avisado? - fue a la defensiva - pensaba que lo habían secuestrado.
El miro al suelo, sabía que algo andaba mal, Katsuki se lo dijo. Le dijo los que vio.
— Me llamaste y luego se perdió la llamada. Intenté comunicarme contigo cuando estuvo en mi casa pero no contestabas. - ella noto que también estaba algo enfadado - ¿Qué ha pasado?
Subió una mano para tocar la herida de la cara. Tenía un corte fino en la mandíbula también. Layla lo apartó, nunca hizo eso.
— No...
La chica negó con la cabeza y cerró la puerta de la casa para que no escucharán. Hacía algo de frío pero no le importaba.
