El cuarto estaba en penumbra. Solo la luz azulada de la pantalla iluminaba su rostro. Tenía los auriculares puestos, pero no había música. Solo el sonido mecánico de las teclas, la navegación constante, las pestañas que se abrían una tras otra como puertas hacia habitaciones polvorientas del pasado. No era la primera vez que investigaba así, pero esta vez no era para un trabajo. Ni siquiera por curiosidad.
Era una búsqueda. Una cacería.
Los "Superiores de Oro".
Había escuchado ese nombre desde pequeña, siempre en voz baja, con respeto forzado o miedo disimulado. No eran profesores, ni héroes activos. Pero lo controlaban todo del sistema. Layla ya los había visto en los pasillos, en juntas cerradas, en podios con trajes demasiado caros. Siempre al fondo. Siempre observando. Hasta aquell día donde uno de llos entro en su casa y la dejo tirada en el baños con sangre y el espejo roto. O en el sotano cuando hacian fila para usarla aun que ya estuviera inconsciente.
Escribió el nombre del comité exacto: Comisión Nacional de Evaluación y Mérito Heroico. No aparecía mucho. Apenas un par de resultados oficiales: notas antiguas, comunicados de prensa con frases vacías. "Supervisión institucional", "balance de poderes", "protección del estándar heroico". Palabras que no decían nada y lo escondían todo.
Rebuscó entre foros antiguos, artículos borrados y archivos ocultos. Y fue entonces cuando encontró una foto.
Era vieja. Borrosa.
17 personas en fila.
Todos hombres, todos ellos. Todos con uniformes dorados, rígidos. Rostros serios, fríos, impecables. Años atrás, quizás veinte. Uno de ellos, en el centro, llevaba una capa oscura con detalles plateados y tenía la cabeza ligeramente ladeada hacia abajo, como si evitara la cámara. Era el único que no reconocía, en el secuestro pudo ver a 18 personas, uno Endeavor, los 16 superiores de oro actuales y el de la mascara, nunca se reía de ella, nunca mostro una sonrisa pero era quien más le hacia daño y humillaba.
Layla amplió la imagen. No lo reconocía. No tenía nombre debajo. No tenía historial. Nada.
Los otros sí. Seguían activos.
Desaparecido. Desaparecido en una época donde no había villanos activos, ni guerras, ni grupos radicales. Demasiado extraño. Layla se echó hacia atrás en su silla. El ventilador del portátil seguía zumbando, como si también respirara con ansiedad. Volvió a mirar a la puerta, Katsuki seguía dormido.
Ese consejo —los Superiores de Oro— existía desde antes de la Liga de Villanos. Mucho antes. Cuando el mundo estaba con ladrones y asesinos, quienes crearon las reglas las primeras empresas.
Layla abrió otra pestaña. Tecleó: Primer ataque de la Liga de Villanos.
Aparecieron fechas. Imágenes. Sangre. Un ataque directo a ellos.
Hace casi tres años. Un ataque sorpresa en el distrito 11. All Might herido. Primer anuncio oficial de All for One como enemigo público número uno. Formación de la Liga.
Y allí, entre las primeras declaraciones del gobierno, un dato que apenas sobresalía:
"El comité especial de regulación heroica paro la persecución cuando estaban a punto de atrapar a All for one."
Layla se quedó inmóvil. ¿Por qué? ¿Y por qué justo antes?Volvió a la imagen. El desaparecido. La capa oscura. Sin villanos, no heores, sin heroes no hay superiores de oro.
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𝐄𝐧 𝐥𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝟐𝟑 {𝐃𝐚𝐛𝐢 𝐲 𝐎𝐜}
Fiksi PenggemarUna historia inusual de Dabi, aquí no os encontraréis a un Dabi yandere que solo quiere secuestrar y matar. Esta historia Dabi es un ser humano, tiene sentimientos y comete errores (al igual que la prota) Contiene Spolier del Manga desde el primer c...
