Una historia inusual de Dabi, aquí no os encontraréis a un Dabi yandere que solo quiere secuestrar y matar. Esta historia Dabi es un ser humano, tiene sentimientos y comete errores (al igual que la prota)
Contiene Spolier del Manga desde el primer c...
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Dabi estaba muy raro estas últimas tres semanas. Lilith le tenía en el punto de mira y cada vez sospechaba más de él. Si era quien creía que era le mataría en cuanto le viera. Pero tenía que estar segura de que era él. Antes de salir del bar Shigaraki la paro para decirle que Dabi se había presentado voluntario para la misión.
Tenía algo a su favor, era en una mansión en las afueras de Tokio. Sólo era una noche de misión donde tenían que robar a un hombre muy rico su reloj. ¿Para que? No lo sabían, All for one no les dio más información que esa.
Ella estaba cambiándose de ropa en un apartamento provisional que les dejaron, estaban en la otra punta de la ciudad. Cada uno en una habitación distinta.
Miro la caja y quito la tapa, era un vestido azul oscuro, la tela era suave. Lo saco por completo y lo estiro en la cama, era largo y en la cintura se podía ver cómo habían unas gomas que hacían que se ajustase a cualquier medida. En la falda habían dos cortes donde seguramente el andar rescatarían sus piernas. Tenía un degradado hacia abajo que iba hasta un tono blanco transparente.
El escote era abierto, no se podía llevar con sostén. Aún que tenía poco pecho por lo que no le afectaba mucho, solo se pondría unas cintas transparentes para que no se le viera hasta el alma.
Se fue a dar una ducha fría primero y al ponerse el vestido se dio cuenta de que todas sus cicatrices estaba visibles o la mayoría. Eso no le gustaba, sobre todo las de la espalda. Al lado del espejo había un caja del mismo color, la habría y había un colgante. Cuando lo sujeto con las manos se dio cuenta de que pesaba mucho. Los diamantes brillaban de por sí solos y en el centro había un zafiro.
También tenía que llevar tacones, ya estaba con el peinado, era un recogido medio suelto. Varios pensaría que iba a una gala pero no.
Se fue al salón y mientras caminaba por el pasillo oía a Dabi quejarse. Tenía un traje puesto, le quedaba perfecto, resaltaba la forma del cuerpo. Solo que le faltaba la corbata, era del mismo color que su vestido.
— No es así bruto - le dio un golpe en la mano para apartarlo.
Se iba a quejar pero se paró a mirarla de arriba a abajo. Nunca pensó verla así, estaba demasiado hermosa. Lilith se concentraba en ponerle bien la corbata, aún que sentía los ojos del chico.
— Si dices algo te destripare - ajustó la tela tanto que noto que aire ya no llegaba. Tuvo que aflojar la para no acabar ahogado.
