Una historia inusual de Dabi, aquí no os encontraréis a un Dabi yandere que solo quiere secuestrar y matar. Esta historia Dabi es un ser humano, tiene sentimientos y comete errores (al igual que la prota)
Contiene Spolier del Manga desde el primer c...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Esa mañana al despertar Lilith no se acordaba de nada de la otra noche. Solo vio a Dabi calentando una taza de café y una pastilla para el dolor de cabeza.
Solo le dijo que se sentará ya que le dolería todo.
— ¿Dije algo? - preguntó algo preocupada, si estaba con ella era por qué la vio en ese estado.
— Nada importante - prefería mentir a tener que contarle todo, podía sentir su respiración - Solo te moje en agua fría y después de que se te pasaran los síntomas te deje sola para que cambiarás y luego dormirte.
Asintió, sus manos temblaban. Sentía que había vuelto al sótano. Su cuerpo estaba cansado, como si hubieran dado una paliza.
— ¿Y la droga? - tenía que entregar algo a All for one.
— La he escondido, - era mejor que no supiera donde estaba - se la daré yo o si no se la daré a Kurogiri para que la entregué al jefe.
Parecía hablar con tanta facilidad que Lilith lo odiaba. Al despertar, miro las notificaciones, había una de que le tendría que matar en esta semana. Estaban a jueves.
Al final pudo dirigirle la mirada. Se quedó un rato pensando, planes y más planes.
— ¿Puedes acompañarme mañana a un viejo almacén? - Dabi la notó distinta cuando le pregunto.
— Si, claro, ¿Donde esta?
— A la afueras de la ciudad, por el norte, tengo guardadas algunas cosas y necesito ayuda...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Era domingo a la tarde, el sol ya se estaba poniendo y Lilith conducía el coche. Dabi estaba de copiloto, por alguna extraña razón nadie hablaba y él temía de que fuese una cosa.
