𝐄𝐧 𝐥𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝟐𝟑 {𝐃𝐚𝐛𝐢 𝐲 𝐎𝐜}

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Malcriar

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Las olimpiadas estaban cerca y Touya y Layla no paraban de entrenar. Lo hacían tanto que Inko ya no sacaba tiempo suficiente como cuidar a ambos críos. Eso hizo que ella tuviese que pedir ayuda a esas últimas personas.

Pero ahora se concentraba en mantener el equilibrio y su eje bien colocados. Cayó perfecta en el salto. Entre tantos giros, vueltas, subidas y bajadas acababa algo mareada y más si no había desayunado.

- Tenéis que correr un poco más y estará perfecto. - dijo la entrenadora, hoy estaba dentro de la pista con sus patines ayudando a dar los últimos arreglos - volver a la posición de último estribillo, algo no me cuadra.

Él la sujeto d ela cintura y ella se dejó caer un poco, esto cuando lo hicieran en la competición sería más fácil ya que había movimiento.

- Necesito que vuestras narices estén juntas que parezca un beso - les explico y eso hicieron, no era incómodo pero había más gente y eso hizo que sus mejillas se sonrojaran. - Bien, así.

Se separaron y a lo lejos, en las gradas vieron a los demás sentados. Habían traído a Katsuki e Izuku, aún que el rubio estaba sacando pequeñas chispas de sus palmas a las alas del otro rubio.

Estaban los tres cuidando de los dos niños, Tensei solo procuraba que Katsuki no matará a Keigo. Él estaba todo el rato molestándole. Rumi en cambio respondía todas las preguntas que Izuku le hacía sobre héroes o su quirk. Escribía en un pequeño cuaderno que encontró por casa.

- Una vez más y podéis Iros - les dijo y ellos solo pudieron asentir.

- Están aquí - le susurró Touya y se posicionaron en la entrada.

- Lo se - no pudieron hablar más ya que la música sonó.