Una historia inusual de Dabi, aquí no os encontraréis a un Dabi yandere que solo quiere secuestrar y matar. Esta historia Dabi es un ser humano, tiene sentimientos y comete errores (al igual que la prota)
Contiene Spolier del Manga desde el primer c...
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Los exámenes finales pasaron, las amenazas seguían cada vez peores. Hasta uno de esos días hubo una furgoneta negra siguiéndola. Corrió hasta llegar al polideportivo por el miedo. Fue un impulso.
Ahora ya era de noche, Katsuki estaba en la casa de los Midoriya durmiendo. Inko le dijo que viene una vez por semana para que Layla pudiera descansar.
Esta noche vino Touya, hubo una pelea muy fuerte y no quería ir a casa. Notaba su brazo rodeándola y con el otro ella apoyaba su cabeza. Tenía su respiración en la nuca, era pausada y tranquila.
La chica miro el reloj de la mesilla de noche y vio que eran las tres de la mañana. No podía dormir, no podía dejar de pensar en todo lo que pasaría si la secuestran o si perdía a su hermano.
El brazo de Touya se tenso y escondió más su cara en el cuello de la chica. Empezó a sentir como su respiración iba a más y se quejaba. Se dio la vuelta intentado no despertarle y vio que estaba teniendo una pesadilla.
Puso sus manos en las mejillas del chico y las acarició para calmarle o despertarle. Una lágrima se asomó por uno de los ojos del chico, estaba sufriendo.
— Hey - le dijo y se recostó un poco para estar más cómoda.
Le movió un poco y en unos segundos abrió los ojos asustado. Tenía un sudor frío en la frente y su pecho subía y bajaba deprisa.
— Solo ha sido una pesadilla - noto como el sentía que seguía en ese sueño - Tou una pesadilla - la miro con los ojos rojos, no controlaba el hipo que le venía.
La chica sabía que le pasaba eso cuando estaba estresado o lloraba. Puso una mano justo en su corazón y latía rápidamente. Si quería ayudarle primero tenía que tranquilizarse ella, por eso hizo su respiración mucho más profunda para que lo notara e intentará seguir su ritmo.
— Inhala - le dijo pero se entrecortada mucho y eso le hacía sentir inútil - tranquilo - entrelazó su mano con la mano libre - con calma, no me voy a ir de aquí - dio una pequeña sonrisa.
Estuvieron así unos minutos y su pulso ya estaba relajado. Acarició su pecho y se levantó. Touya no dijo nada y solo la siguió con la mirada hasta que se fue por el pasillo.
Layla fue a la cocina a por un vaso de agua. Abrió el grifo y lleno hasta más de la mitad. Al darse la vuelta y pasar por la puerta principal de la casa vio un sobre en el suelo. Ojeo que el chico no había salido de la habitación y miro de quién era.