CAPÍTULO 48

480 42 0
                                    

2/2

El pequeño mirando aquella ancha y tentadora espalda,sintiendo aquella aura, entrado a la maldita boca del lobo.

— ¿Aquí dormiremos? — Preguntó Jimin, fingiendo aquellainocencia, dando un pequeño brinquito y haciéndoleaquellos ojitos al mayor, que sabía perfectamente cómoponía al mayor. 

—Mmm...— Yoongi sonrió con picardía, abriendo la puertahaciendo un gesto con su cabeza para que Jimin entrará deuna maldita vez. 

El pequeño entró observado el lujoso pasillo, con espejosen las paredes, y mesas que decoraban las esquinas.Escucho la puerta cerrarse detrás de él, y como reflejovolteo su cuerpo para mirar a Yoongi. 

El mayor estaba apoyado en la puerta cerrada, jugando consus llaves, con su cabeza apoyada e inclinada, mientras sumandíbula marcada, se movía producto de la pequeña risatentadora se asomaba. Sus piernas cruzadas, y sus brazosparecían marcarse cada vez más.... 

—Maldita sea... — Susurro el pequeño, saltado a los brazosdel mayor, y atacado sus deliciosos labios, querápidamente Yoongi siguió. 

El mayor manoseaba el trasero del pequeño, mientras queel otro se preocupaba de desabrochar los pantalones delmayor. 

— No sabes cuanto quería tenerte — Dijo Jimin bajando lospantalones del mayor, y tratando de colocarse de rodillas,pues el mayor lo detuvo.

Yoongi lo subió y le arrancó los pantalones y boxer. Luegode eso lo corrió a una de las mesas que estaba en laesquina botando absolutamente todo lo que había ahí. 

—¿Y-Yoongi? — Preguntó el pequeño, observado por suhombro como el mayor, quien lo había sentado ahí,solamente para bajar y lamer aquella palpitante erección —E-Est- Esta... Más ah.. Agresivo... 

Pero Yoongi acariciando aquellos muslos que lo volvíanloco, jugueteando con su lengua, solamente para poderdeleitarse con aquellos lindos jadeos que soltaba elpequeño.Jimin tomó con su pequeña mano el cabello del mayor,tratando de apartarlo, cuando sentía que aquello venía,estaba sensible, y no sabía con certeza qué era lo que lotenía de esa manera. 

—Me estas apretando... — Soltó Yoongi con una sonrisa, alsentir los lindos muslos del pequeño apretarse cada vezque su mano rozaba aquella parte de su cuerpo. 

—E-Esta jugando c-conmigo — Soltó el pequeño, viendoque el mayor de su camisa sacaba un pequeño lubricante —¿Siempre carga e-eso?  

—Ahora que estoy contigo si— Soltó el mayor, vertiendo elpequeño pote en Jimin — Solo me preocupo... 

— E-Es tan tierno — Dijo el pequeño obviamente molestadoal mayor, pero en cuanto dijo eso sintió algo adentrarse enél, algo enorme que le dolió solo un poquito — Ah... N-No 

—Solo lo hago por que me cuesta jodidamente controlarme— Susurro el mayor, tomando las caderas del pequeño,para comenzar su vaivén, lentamente pero con ciertafuerza.— Y-Yoon... — Gimió el pequeño, cuando sentía la caderadel mayor golpear cada vez más su entrada — E-Eso... Ahh..— Jimin sintió como el mayor jugueteaba con su lengua ensu pecho, jugando de vez en cuando con sus pezones. 

—Maldita... Sea... — Yoongi tomo al menor de las cadera ylo subió a su regazo, dejando al menor con ambas piernasabiertas, aferrándose a su cuello, para así poder darleestocadas muchos más fuertes. 

—Ah... Mm.. E-Esto no es justo... — Le susurro el pequeño,sintiendo su cuerpo temblar cada vez que el mayor le dabaaquellas estocadas, fuertes y sabía perfectamente que erapor que el amaba esa posición, donde él se sentía poderosoy el completamente sensual. 

— ¿T-Te gusta? — Susurro el mayor, sintiendo como elpequeño movía sus caderas al compás de el. 

—S-Si... — Gimió en respuesta, mirando al mayor a los ojosy robándole un beso. 

—Pues esto te gustara más... — Susurro el mayor bajando alpequeño, Que se quejó de aquello y guiandolo dentro de lahabitación, con rapidez entraron a uno de los cuartos, queen el techo tenía un gran espejo, bueno en la pared detrásde la cama y uno al lado izquierdo. 

—Esto... — Susurro Jimin, mirando al mayor con ciertosonrojo y absoluto deseo. El pequeño tomó el cuello delmayor, y beso nuevamente sus labios guiandolo a la cama,para sentarse arriba de él, metiendo nuevamente elmiembro de Yoongi. 

—L-Lo a-amo — Soltó, comenzado a dar brinquitos en elregazo del mayor, mientras se aferraba a su cuello, y nocallaba sus gemidos. El mayor por su parte tomó la cinturadel pequeño para ayudarlo, al parecer se habíaentusiasmado. Pero claramente lo entendía, pues ahoraque sus ojos se posaban al espejo que estaba detrás deJimin y frente el. Dejaba ver como su erección entraba ysalía de esas hermosas y redondas masas que cada vez quellegaba abajo, hacían temblar absolutamente todo lo deatrás, y eso lo incitaban a querer dar pequeños golpecitos,para dejar marcas rojas. 

—Ah... Ah... Es. Esto si... ¡Yoongi! — El pequeño observabacomo el mayor ahora lo miraba con una enormeintensidad, apretando su suave piel. 

—Jimin... — El mayor tomó al chico y lo volteo en la cama,abriéndole las piernas, dejando sus nalgas expuestas y sumanos apoyando su peso — Ahora mírate... Pequeño... Ve lohermoso que te ves así... — Yoongi tomó el cabello delmenor, obligando a levantar su vista. 

Jimin mordiendo sus labios, con sus ojos entrecerrados,escuchando ese maldito sonido que tanto adora cada vezque sus cuerpos se juntaban para darse placer, con suspieles un tanto sudadas, escuchando los malditos gemidosroncos de Yoongi que tenía su vista clavada en su trasero, ysus enormes y venenosas manos, tomando sus caderaspara empujarlo, cada vez más. El pequeño amaba esamanera en que sus cuerpos, sus miradas, sus vocesconectaban de una mágica manera. Y por primera vezambos amantes, al compás de sus sensuales movimientoslograron llegar a ese clímax, a la misma vez. 

—Ah... — El pequeño quedó completamente cansado en lacama, sus parpados pesaban al igual que su cuerpo, aunsentía calor, pero lentamente se iba disminuyendo.Yoongi estaba apunto de caer rendido, pero escucho comola puerta era tocada, con absoluta pereza se levantó,colocándose su bata. 

—¿A dónde va? — Preguntó el pelinegro, mirando al mayorcon un tierno puchero 

—Vuelvo enseguida, pequeño — y dicho esto, caminó conpereza arreglando su cabello, llegó a la maldita puerta y laabrió — ¿Que... 

—¿Yoongi? — Otra mujer detrás de la puerta se escuchó,totalmente sorprendida. 

— ¿Qué haces aquí? — Preguntó Yoongi al ver a su hermanadetrás de la puerta, y pensado en su mente que por favorJimin no apareciera por detrás. 

— Y-Yo ¿C-Cómo esta mi hijo? — Preguntó la señora —Dime.. 

—Bien — Respondió el mayor — Ahora ¿Qué mierdaquieres? 

—Una de tu habitación da con la de nosotros, se escuchansonidos raro, y golpes en la pared que no dejan dormir a miespo- 

—Reclama con la recepción, no vengas a mi habitación, esonormalmente se hace — Le dijo Yoongi, pero en cuanto ibaa cerrar la puerta, sintió unas pequeñas manos aferrarse asu cuello. 

—Yoonie~ — El pequeño miró al mayor y luego — ¿Conquien hablas... ¡Mamá!? 

—¿Jimin...? 

S E D U C C I Ó N [ Y O O N M I N ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora