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Pov Cassia

No puedo creer que de verdad esto está pasando, no puedo creer que estoy a pocos minutos de casarme con Damian, estoy que no quepo de la emoción.

Es posible que esté un poco loca por esto, hace apenas unos pocos meses que Damian y yo salimos, fue una completa sorpresa para mí cuando él se acercó a mí y empezamos a conversar.

Primero porque desde que se había separado de su esposa, noticia que no niego que me hizo muy feliz, no había vuelto a asistir a ningún evento social, pero él asistió a ese y más que eso, me hablo, hasta ese día nosotros no había interactuado más allá de saludos formales y nada más. Él se acercó a mí esa noche y conversamos, bueno, yo hablé más, él no es un hombre de muchas palabras.

Después de eso me enviaba flores, hablábamos por mensajes cuando él estaba en su hacienda, cuando estaba en la ciudad salíamos a cenar, estaba en un sueño, un maravilloso sueño a su lado y aunque me sentí muy irritada en ocasiones porque era demasiado caballeroso y respetuoso, algo que te gusta, pero también me irrita, pero bueno ahora es diferente, ahora vamos a estar casados. 

—Lo dijiste y lo cumpliste, te casaste virgen — me dice mi prima Marixa, ella es mi mejor amiga desde que tengo uso de razón, esos estados juntas siempre, he pasado más tiempo con ella que con mis hermanas.

— A mí no me gustaría casarme virgen — dice mi hermana Alexia —¿ y si al final no me gusta tener sexo con mi esposo?  — cuestiona.

—Eso es justo lo que digo yo — dice Marixa.

—No pueden basar las relaciones en el sexo — digo mientras Alexa me ayuda con la tiara que ella misma diseño para la boda.

Me sorprendió mucho lo rápido que la hizo, en especial cuando ella no está muy de acuerdo con mi boda con Damian, al parecer a ella no le agrada, el abuelo dice que ella tiene su intuición y la verdad es que le creo al abuelo cuando lo dice, porque ella sabe jugar bien a la gente, pero también creo que ella lo dice porque no lo conoce bien, ella no ha tratado lo suficiente con él para poder saberlo con certeza.

—Pero es una parte muy importante de una relación — dice Marixa, Alexia la apoya — ¿no es cierto Alex? — buscan su apoyo.

—No sé — contesta ella concentrada en arreglarme.

—Debes tener tu opinión al respecto — se queja Alexia.

—Pienso que él casarse virgen o no es decisión de cada persona, si quieres esperar bien, si quieres tener experiencia antes de casarte y tener conocimiento de lo que puedes esperar también — dice encogiéndose de hombros mientras me arregla el velo.

—¿También quieres llegar virgen al matrimonio? — le pregunta Marixa.

—Ni siquiera sé si me casaré algún día — dice Alex.

—Claro que te casaras, solo no has conocido a la persona con la que quieres hacerlo — dice nuestra madre, claro que ella también está aquí, también está la tía Tina, la mamá de Marixa.

—El abuelo no quiere que me case con él, que me gusta — se queja Alexa.

—¿Quién? — le preguntamos todos llenas de interés.

—Ya está todo listos, las damas vengan — dice la organizadora de la boda apurando a mis hermanas y primas cuando ellas salen, mi padre entra.

—Estás preciosa hija — me dice él mirándome con cariño y nostalgia.

A ellos también le sorprendió mucho mi rápida decisión de casarme con Damian, pero no dijeron nada en contra para que lo hiciera, mis hermanos tampoco, la única que no estuvo abiertamente no muy de acuerdo fue Alexa, pero hasta el abuelo estuvo más que de acuerdo con que nos casamos.

Se organizó un abogado sencilla, sin demasiados invitados, solo hay cómo unos 80 invitados, solo los más cercanos de ambas partes, aunque la verdad hay más de mi parte que la de Damian, de su parte, están sus padres, su mejor amigo, su esposa que está embarazada cómo de 8 meses y unos cuantos amigos más.

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La ceremonia fue sencilla y sin ningún contratiempo, la más aminada fue Lily que quería lanzar flores cada dos por tres, es una pequeña adorable, Cedrick está loco por ella, es un gran padre y no lo digo solo por qué es mi hermano, de verdad es buen padre.

Me divierto mucho en la fiesta con mi prima, mis hermanas y las amigas que también invite, bailo con mi ahora esposo, mi padre, mis hermanos y el abuelo.

—¿Estás feliz mi niña? — me pregunta el abuelo.

—Mucho abuelo — sigo con una gran sonrisa, no soy capas de dejar de sonreír.

—Me alegra escucharlo y si Salvatoro deja de hacerte feliz, avísame, que lo haré miserable — dice él con tranquilidad, se que lo dice en serio.

—No creo que se necesario abuelo — le digo.

—Esperemos que no lo sea — dice y la música termina — discúlpame mi niña, debo alejar a tu hermana fe un mal hombre — dice para después irse, lo sigo con la mirada y va con Alexa que estaba hablando, con, ¿cómo se llama?, creo que trabaja con Nathaniel.

La fiesta continua y para cuando llega el momento de irnos, yo estoy mareada, por tanto, tomar, tengo buena resistencia al alcohol, pero la verdad es que hoy me excedí más de la cuenta, algo que no quería, porque quería disfrutar plenamente de mi noche de bodas, pero la alegría de estar casada con el hombre del que siempre he estado enamorada fue más grande que yo.

—Descansa, será un viaje un poco largo — me dice Damian ya en el auto.

Acordamos que pasaríamos una temporada en su hacienda, pronto será la cosecha de este año y él debe estar allá para encargarse de todo, a mí no me molesta, puedo trabajar sin problemas desde allá, además creo que será mucho mejor para mí estar allá, en la tranquilidad del campo lejos de la ciudad para poder trabajar en los diseños del nuevo catálogo de calzado qué pienso lanzar.

Además, no importa él lugar, en todo caso estaré con mi esposo, así que cualquier lugar será maravilloso.

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Esto no es para nada, cómo lo imagine, para nada.

Empezando por el hecho de que el primer día de casada desperté completamente sola en la habitación, aun con mi vestido de novia puesto y sin señales de mi esposo, hasta hoy casi una semana después de estar casado y no haber compartido ningún tiempo con él, cero, nada.

Yo me siento confundida, estafa, de hecho, no he pasado ningún tiempo con mi esposo, desde que llegamos a la hacienda, entiendo perfectamente que él esté muy ocupado con su trabajo, lo entiendo, pero esto es demasiado.

En los últimos días, han sido un poco más de lo mismo, me levanto a las seis, acostumbro a levantarme temprano, él para ese momento ya no está, si acaso si ha llegado a la que se supone es nuestra habitación, y estoy empezando a sospechar que ni siquiera duerme a mi lado. Desayuno junto con La señora Yulian, ella está encargada de la casa, una señora muy amable, dulce y divertida, nos empezamos a llevar bien desde el inicio.

También desayuna con nosotros, Paula la esposa del mejor amigo de Damian, con ella paso la mayor parte del día, ella también es muy divertida, es una mujer con mucha energía a pensar de estar embarazada de gemelos, sé la pasa de allá para acá y su esposo viniéndola a ver cada tanto porque sabe que ella no se queda quieta.

Y mi esposo no puede sacar ni un poco de su tiempo para mí.

En las tardes me la paso en la habitación que uso cómo oficina de trabajo para diseñar mis nuevos zapatos, cómo había pensado la las del campo me ayuda a concentrarme mejor en diseñar, aunque me distrae la lejanía de Damian.

¿Qué tan ocupado puede estar alguien para no ver a su esposa?

A su recién esposa.

Yulian y Paula dicen que cuando se desocupe del trabajo pasara mucho más tiempo conmigo, que te va paciencia, que todo será mucho mejor, les quiero creer de verdad que sí, pero no dejo de sentirme mal por el hecho de básicamente no haberlo visto de nuevo en todo esté tiempo, incluso me he puesto a pensar que si él era así con su primera esposa.

Cassia Litman Herederos Litman 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora