Cassia Litman Herederos Litman 4

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Pov Damian

Mi situación financiera y la de la hacienda ha estado mejorando mucho en los últimos meses desde que empecé con este nefasto trato, no lo puedo negar, en especial porque es por lo cual que lo hice, aunque tampoco puedo negar que me gustaría que está situación avanzar más rápido para poder divorciarme cuanto antes de Cassia, pero aún no puedo porque aún no estoy en la estabilidad que necesito para poder pedir el divorcio y no perder la hacienda en el proceso.

─Adelante ─ digo después de escuchar unos toques en la puerta de mi oficina, pero la última persona que me esperaba ver y la última que quiero ver, que es Cassia entra en mi estudio.

Está diferente a los últimos días, tiene maquillaje, en los últimos días no había usado nada de maquillaje, además de vestirse de manera fresca y sencilla, muy diferente a la de Amelia, ella siempre estaba arreglada, siempre luciendo hermosa, otra cosa con Cassia es que no usa zapatos, ella sé supone que es una diseñadora de zapatos, pero no los usa, se la pasa descalza todo el tiempo.

También ella come muchísimo, nunca había visto a una mujer que coma tanto, en especial tanta carne y cuando duerme, al menos en las pocas noches que dormí a su lado, ronca, o más o menos, no es cómo un ronquido normal, sino más bien algo así cómo un ronroneo o algo así, toda la noche.

─Estoy ocupado Cassia ─ le digo regresando la vista a los papeles que estaba revisando.

─Estoy completamente segura de que si hubiera sido otra persona la que hubiera entrado no lo hubieras dicho eso ─ dice ella ─ en todo caso no te quitaré mucho tiempo, solo firma esto ─ dice lanzando un papel en frente de mí.

─¿Qué es esto? ─ preguntó tomando el papel y me sorprendo mucho al leer de que se trata ─ ¿Solicitud de divorcio? ─ preguntó con sorpresa.

─¿En serio te sorprende? ─ le pregunta ella con sarcasmo ─ esté matrimonio, es un completo fiazgo así que no vale la pena seguir con él ─ dice ─ firma mi escolta ya me está esperando afuera ─ me dice.

─Vaya, ya lo tienes todo preparado ─ digo leyendo él acta de divorcio, quiero asegurarme que ella no se quedara con mi hacienda.

─Si esto de verdad fuera un matrimonio de verdad te hubieras dado cuenta de que ya he recogido todas mis cosas ─ dice jugando con el anillo de compromiso y boda en sus dedos ─ pero cómo no te importa ni cuentas te has dado, firma Damian ─ me dice de nuevo y tomo mi bolígrafo para hacerlo y por fin librarme de ella, pero antes de que pueda hacerlo, recibo una llamada, Richard Litman.

¿Que quiere esté señor?

─Si firmas ese papel, mi nieta se queda con la hacienda ─ dice él no más contestar.

─Ese no fue el trato ─ le digo molesto levantando me dé mi silla, Cassia me mira con sorpresa por cómo he levantado la voz.

No puedo discutir con su abuelo frente a ella.

─Claro que si y tú no cumpliste nuestro trato ─ me reclama su abuelo, mientras yo rodeo mi escritorio para salir.

─Yo cumplí con mi parte ─ digo.

─Damian firma ─ me dice ella.

─Debo atender esta llamada primero ─ digo intentando salir de la oficina, pero ella me toma del brazo y me quita el celular, creo que lo colgara, pero en su lugar pone el altavoz.

─Escúchame bien Salvatore, nuestro trato fue que te ibas a casar con mi nieta y la ibas a ser feliz, pero claramente te quedo grande el trabajo y cómo no cumpliste, te quedaras si la hacienda ─ le dice su abuelo, el rostro de Cassia se pone completamente pálida.