8

5.7K 501 24
                                    

Pov Cassia

─Esto fue el colmo Richard, incluso para ti ─ le dice mi madre, mientras estamos todos reunidos en la sala de mansión de mis padres.

Yo no quería ver a nadie la verdad, no quería ver a nadie ni hablar con nadie, pero Julian me trajo, quería que me llevara a mi departamento, pero mi padre le ordeno que me trajera, él y mi madre ya regresaron de su viaje y por su puesto que se enteraron de todo lo que mi abuelo hizo, igual que todos los demás.

Los más lindos han sido mis sobrinos, que a pesar de no entender nada de lo que está pasando, solo con el hecho de que me ven tristes me han dado sus juguetes y me han llenado de abrazos para que no me sienta tan triste.

─Por mi parte, a pesar de todo, no me sorprende demasiado lo que hizo el abuelo ─ dice Charlott y también estoy con ella, tampoco están sorprendente lo que hizo el abuelo, aunque tampoco eso lo justifica de ninguna manera, él no debió de hacer eso ─ lo que de verdad no entiendo es, porque de todos los hombres de esta ciudad que todos lo que estamos aquí sabemos que hubieran estado más que felices de casarse con Cassia, obligaste al único que no quería, abuelo, no lo entiendo ─ le dice ella.

─Lo hice porque sabía que él era el único al que Cassia le diría que si, si le proponía casarse ─ dice el abuelo.

─Tú lo sabías ─ comento.

Pensaba que las únicas dos personas que sabían de mi talvez obsesivo amor hacia Damian eran Marixa y Sasha, ya que solo a ellas se lo he dicho.

─Yo lo sé todo pequeña, no entiendo por qué aún no lo entienden ─ dice él con tranquilidad.

─Aun así, eso no te daba él derecho a intervenir, cómo lo hiciste abuelo, él ama a su exesposa aún, ¿cómo se te ocurre que yo iba a poder feliz a su lado así? ─ le preguntó con interés, de verdad que no lo entiendo.

Por eso también yo nunca me acerque a él, porque sabía que él estaba muy enamorado de su esposa, pero al ser él que se acercó, pensé que ya la había superado, que su amor por ella había menguado, pero saber esto me destroza el corazón por completo.

─Culmina el trato con él, que la familia no tenga nada que ver con su hacienda ─ le digo.

─Dejame quitarle la hacienda, se lo merece por no cumplir con su parte ─ me dice el abuelo serio.

─Ese trato no se debió de hacer en primer lugar, yo no quiero la hacienda, así que no estés haciendo nada de eso ─ le digo para después levantarme devolviéndole sus juguetes amis sobrinos ─ ahora, por lo que queda del día déjenme llorar mi pena tranquila, ya mañana estaré bien ─ digo para después dirigirme a mi habitación para acostarme en mi cama y llorar.

Claro que lloro, estoy en todo mi derecho de llorar por lo que paso, si estaba dispuesta a pedirle matrimonio, pero tenía la pequeña esperanza de que al ponerle un ultimátum, él....., no sé, reconsideraría lo que estaba haciendo y cambiaria un poco, pero ahora su que él nunca tuvo la intención de cambiar en nada la falsa relación que teníamos.

No pienso en las habladurías que vendrán, porque sé que las habrá, pero no me importa, no me importa en lo absoluto lo que otros digan, ni nada de eso, yo solo no quiero involucrarme en otra relación de nuevo, solo me enfocaré en mi trabajo, eso es lo unico que me importa ahora, mi marca de zapatos.

Pov Damian

─Se supone que ya nosotros no tenemos nada de lo cual habla, su nieta dijo que si firmaba ese papel no me iban a quitar la hacienda ─ le digo serio al viejo Litman, junto con dos hombres más.

No entiendo qué hace en mi hacienda, ya él no tiene nada que hacer aquí, se supone que ya termino, pero parece que no es así y ellos solo me engañaron para quitarme mi hacienda.

─Solo estoy aquí porque mi nieta quiere que termine nuestro trato cuanto antes ─ dice él con una expresión sería ─ los hombres que me acompñaron, son mi abogado y un asesor financiero ─ los presenta a cada uno de ellos.

─¿Y para que los trajo? ─ preguntó serio de pie aun.

─Nuestro trato se hizo para que en seis meses tu hacienda recuperara la posición que antes tenía, pero cómo no fuiste capas de estar ese tiempo con ella y cómo yo si soy un hombre que si cumple con su palabra si te ayudare ─ dice.

─No quiero su limosna ─ digo cruzándome de brazos ofendidos.

─No es limosna, reverendo idiota, tú yo hicimos un acuerdo, un contrato, pero claramente no se ha cumplido cómo se debió, pero cómo mi nieta están buena aún contigo, aunque no te lo mereces, no me permite quitarte la hacienda, así que no lo haré ─ dice.

─Aja y usted de verdad hace lo que su nieta le pide ─ dice escéptico.

─Yo hago todo lo que mis nietas me pidan, así que haremos un nuevo acuerdo, en él que en dos meses la hacienda funcionara sin la ayuda financiera de mi familia ─ dice él ─ el asesor financiero aquí presente ha planificado una estrategia para que en ese tiempo puedas tener la independencia financiera que antes tenías y cómo sé que tú más que nadie tiene quiere eso, sé que le harás caso ─ me cuenta él.

Y eso es estupendo, de verdad que sí, estaba feliz por el divorcio, pero también estaba algo preocupado porque no sabía muy bien cómo iba a seguir con todos las responsabilidades financieras, me está yendo bien, pero no lo suficiente, pero si es verdad que harán eso sin nada a cambio, será estupendo.

─¿En serio lo hará sin nada a cambio? ─ le preguntó con duda, se escucha demasiado bien para ser cierto.

─Sin nada a cambio, mi nieta no quiere saber nada de ti y tampoco quiere la hacienda, el abogado hablará contigo de los nuevos detalles legales, yo tengo que irme, tengo que buscarle un nuevo esposo a mi nieta, uno que si cumpla cómo debe hacerlo ─ dice poniéndose de pie y salir.

─¿Es en serio?, ¿cometerá él mismo error de nuevo?, ¿manipulará a otro desdichado para que esté con su nieta? ─ le preguntó.

Qué patética es ella, que su abuelo tiene que hacer eso para que ella tenga una pareja.

─Mi único error fue elegir al hombre del que mi nieta estaba enamorado y no a un hombre que estaba enamorado de ella, porque de en esa lista si hay mucho de donde elegir y si puedo encontrar a alguien si la haga feliz cómo se merece ─ dice él con seguridad.

─¿El hombre de que ella estaba enamorada? ─ preguntó con confusión.

─Eres un completo idiota Salvatoro ─ me insulta él ─ tienes una nueva oportunidad ahora para cuidar tu hacienda, no cometas los mismos errores ─ dice para después desaparecer de mi vista y posteriormente escucho la puerta que salió de la casa.

─¿El abuelo de Cassia ya se fue? ─ me pregunta Paula con voz agitada.

─Acaba de salir ─ digo y ella enseguida se encamina a salir de la casa.

─Esto son los nuevos detalles del acuerdo ─ me dice el abogado ─ léalos y cuando lo haga fírmelo ─ me dice él.

─Aquí también está la planificación de los siguientes dos meses, no será muy diferente a cómo lleva la hacienda hasta ahora, solo tiene pequeños cambios y en dos meses todo habrá terminado....

Cassia Litman Herederos Litman 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora