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Pov Damian

─Te esperan en el estudio ─ me dice Yualia no más llegar a la casa después de estar todo el día en las plantaciones.

─Si estoy tarde, dile que enseguida estoy con él ─ le digo a Yulia para correr hacia mi habitación y cambiarme de camisa, estoy todo lleno de sudor.

En los últimos días, he estado más lleno de trabajo que antes ya estamos por terminar con la inversión por parte de los Litman, no puedo negar que sus ideas fueron muy buenas y mejoraron mucho el rendimiento de la cosecha, respetando la manera en la que se cosechan y se prepara él vino, ya que eso es solo que nos caracteriza.

─Damian ─ escucho que alguien me grita detrás es Amelia.

─Amor no puedo hablar ahora, me están esperando ─ le digo sin dejar de caminar a mi habitación, entonces escucho que las niñas empiezan a llorar.

─¿Por qué llorar todo el tiempo?─ pregunta Amelia en queja siguiéndome a mi habitación.

─Son bebes, más que eso no hacen y tal vez las has despertado al gritar ─ le digo quitándome la camisa arrojándola a la ropa sucia.

─Ellos lo que deberían es ya no estar aquí, ¿Rodrigo no había dicho que cuando tuviera familia se iría?, ¿por qué sigue aquí?, tengo entendido que su casa ya está lista ─ me dice ella y me molesta el tono con él que lo dice.

─Siguen aquí porque yo se lo pedí, además es mejor para Paula y las bebés así no están solas ─ digo para después refrescarme un poco.

─Hubieran contratado a alguien para que estuviera con ellas, es molesto escuchar esos lloriqueos todo el tiempo ─ se queja.

─Las niñas son muy tranquilas, solo no les gusta escuchar gritos ─ le digo secándome la cara y los brazos

─¿Me estás diciendo que es mi culpa? ─ se queja ofendida.

─Amelia no estoy para discutir, me están esperando ─ le digo tomando otra camisa para ponérmela.

─¿Vas a salir?, voy contigo, así aprovechamos y damos una escapada tú y yo a un lugar rico ─ me dice coqueta acercándose a mí, pero la detengo.

─No voy a salir a ningún lado, me están esperando en el estudio y te había dicho que estoy muy ocupado, esta semana para salir a algún lado ─ le digo alejándola para terminar de abotonarme la camisa.

─Por Dios, Damian, eres el dueño de todo esto, puede darte un respiro y que los demás se encarguen ─ dice ella molesta de nuevo.

─Por qué soy el dueño es que debo estar supervisando lo todo, Amelia, si quieres te veo en la cena ─ le digo.

─Pero ya no pasas tiempo conmigo, pero me ignoras ─ se queja ella.

─Yo no te estoy ignorando, solo estoy ocupado ─ le explico.

─Antes siempre tenías tiempo para mí ─ se queja ─ pero ya veo que no lo tienes, es mejor que no vuelva ─ dice e intenta irse pero la detengo.

─No espera, claro que me importas ─ le digo ─ es que ahora tengo micho trabajo amor, pero el fin de semana estaré libre, haremos lo que tú quieras ─ le aseguro.

Claro que me gustaría pasar tiempo con ella, por supuesto que sí, pero también está el trabajo y estoy tan cerca de terminar con los Litman que no quiero para.

─¿Sí?─

─Por supuesto que si ─ le aseguro.

─Bien, hay un evento benéfico al que quiero ir ─ me dice.

Cassia Litman Herederos Litman 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora