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─Cómo quisiera poder detener el tiempo ─ digo llena de felicidad, por fin estar entre los brazos de un hombre que si me quiere.

─No tanto como yo amor mío ─ me dice él besando mi cien ─¿no tienes hambre?, ¿habías cenado ya? ─ me pregunta él.

─No habíamos cenado aún, pero no tengo hambre ─ le digo.

─¿No tienes hambre?, eso es muy raro ─ dice él.

─¿Me estás llamando glotona? ─ le reclamo.

─No, para nada ─ dice él besando mi cien de nuevo.

─¿Tú no tienes hambre? ─ le preguntó ─ estuviste fuera toda la tarde ─ le recuerdo.

─No, estoy bien ─ dice él.

─¿Seguro? ─

─Sí, nada me hará salir de esta cama ahora ─ dice.

─Axel debes cenar ─ le digo saliendo de la cama, las piernas me duelen un poco, pero no lo es tanto ─ te traeré la cena ─ le digo tomando unos pantalones de chándal de él y una camiseta.

─Mejor salgo yo, no vas a salir así ─ me dice él saliendo de la cama sin él más mínimo pudor, esté hombre lo que menos tiene es pudor de todos modos.

─Pero...─ ¿qué tengo de malo? ─ le preguntó confundida mirando mi atuendo, si la ropa de él me queda grande, pero tampoco es para tanto.

─En sí nada ─ dice besándome ─ pero se nota que no llevas nada debajo y así no saldrás, no cuando hay visitas en la casa ─ me recuerda él.

─Se me había olvidado por completo que tienes visitas ─ le digo.

Cierto Damian está abajo herido por lo que le paso antes, lo más seguro es que él no se vaya hasta mañana, aún está lloviendo mucho y él está herido.

─Bien, me quedo, porque no me gusta pasearme medio desnuda por una casa ajena ─ le digo.

─Pídemela y está, se vuelve tu casa ─ dice él con total decisión.

─No sabes lo que estás diciendo, guapo ─ le digo divertida dándole un pequeño beso ─ ya vete que me está empezando a dar hambre también ─ le digo.

─Por su puesto amor mío ─ dice y me besa de nuevo para después vestirse y salir de la habitación dejándome sola.

Me dejo caer en la cama con una estúpida sonrisa en la cara, no puedo creer lo que paso, lo que hicimos, tuve mi primera vez en brazos de un hombre que si me quiere.

Estoy tan enamorado de ti

Yo, yo no pude decirle nada, yo quiero a Axel, de verdad que lo quiero mucho, solo no salieron las palabras de mi boca y me siento un poco culpable por ello, él no me dijo nada al respecto y lo aprecio, él no me presiona en lo más mínimo.

Es un encanto.

Pov Axel.

¿Cómo lo dejaste?, ¿No le hiciste nada verdad? ─ le preguntó al guardaespaldas de Cassia.

─No, no lo hice, Cassia me dijo que no, debe ser más vengativa ─ comenta con decepción, en serio odia mucho a Damian ─ ¿ella donde está por cierto? ─

─En mi habitación y se quedará ahí toda la noche ─ le digo.

─Si eso es lo que quiere ella, yo no la detendré, buenas noches ─ me dice y supongo que se va a la habitación que dispusieron para él aquí.

─Que bueno que te veo, hay que llevar a Damian a una habitación, no lo podemos dejar en el sofá ─ me dice mi hermana.

─Si por supuesto ─ le digo y voy a la sala.

─Damian vamos a llevarte a una habitación, te voy a ayudar ─ le digo.

─No es necesario ─ dice él.

─Deja de ser orgulloso y déjate ayudar, si no lo haces se te pueden abrir las heridas ─ le digo.

─¿Por qué me ayudas? ─ me pregunta.

─¿Por qué no lo haría? ─ le preguntó de vuelta ─ Damian eres un imbécil, un estúpido infeliz, pero gracias a tu estupidez ahora salgo con una encantadora y maravillosa mujer, así que de cierta manera me siento en deuda contigo, por eso te ayudo ─ le digo ayudándolo a levantarse.

─En serio no entiendo por qué sales con Cassia ─ me dice él conteniendo una mueca de dolor.

─¿Por ella o por mí? ─ le preguntó.

─Son opuestos por completo ─ dice él.

─Los opuestos se atraen y se complementan también o eso dicen ─ le digo dejándolo en la habitación ─ si necesitas algo llama, e intenta descansar, Te viene a buscar mañana ─ le digo para después disponerme a irme.

─¿En serio crees que durara?, eres un capricho, así cómo lo fue ese otro tipo y así cómo lo fui yo también ─ me dice él.

─Te lo repito de nuevo, tú eres un imbécil, que no supo valorarla, él otro ese es un psicópata, por mi parte espero no ser tan estúpido cómo tu hacerla feliz cómo ella se merece ─ digo para después irme.

─Olle, ¿qué tanto hicieron tú y Cass arriba? ─ me pregunta mi hermana con picardía.

─No estés preguntando cosas, ¿mis sobrinas? ─ le preguntó.

─Por ahora dormidas y no me cambies él tema ─ me dice siguiéndome a la cocina.

─¿Van a cenar? ─ nos pregunta Matilde al vernos.

─Cassia y yo cenaremos en la habitación ─ digo sacando una botella de vino y dos copas

─Uuuyyy hermano, cualquiera diría que planeaste todo ─

─Para que decir no si ─ le digo guiñándole el ojo tomando la bandeja con nuestra cena y regresar a mi habitación, donde me espera mi bella novia, aunque en realidad no le he pedido adecuadamente que sea mi novia.

Debo arreglar eso

Cuando regreso a la habitación, ella solo lleva puesta la camiseta sin nada más, que encantadora vista.

─Cuando la noche está así, me dan ganas de salir y caminar bajo la lluvia ─ me dice ella mientras dejo la bandeja en una mesa de la habitación.

─No es algo que te recomiendo, el clima aquí es más frío que en la ciudad y si vas bajo la lluvia te enfermarás ─ me digo mientras la abrazo.

─Tú estuviste fuera todo el día y no te veo ningún rastro de que te pudieras enfermar ─ me dice girando para verme.

─Es porque yo ya estoy acostumbrado, tú no ─ le recuerdo basando su frente ─ ven cenemos ─ le digo llevándola a la cama y colocando la bandeja entre ambos para empezar a cenar.

─Los mensajes ya funcionan ─ me dice ella tomando su celular.

─¿Todo bien? ─ le preguntó cuando la veo hacer un puchero.

─Sí, mi mamá me envió la lista de invitados de mi fiesta de cumpleaños ─ me cuenta ella.

─¿Estoy en la lista? ─ le preguntó con interés.

─Claro que sí, están en ambas ─ contesta ella.

─¿Ambas?, ¿vas a tener dos fiestas?, eso hace más complicado darte un regalo ─ le digo, desde que supe de su cumpleaños me he partido la cabeza intentando saber de un regalo adecuado para ella.

Ella creció teniéndolo todo, ¿qué le puedo dar yo?

─No me tienes que dar dos regalos, no me des regalos mejor, no es necesario ─ me dice.

─No me digas eso, soy tu novio y es tu cumpleaños, claro que voy a darte un regalo....

Cassia Litman Herederos Litman 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora