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Pov Cassia

Al día siguiente, después de lo que paso, mi padre se encargó de tenerme un gran desayuno listo, sabe que la comida me reconforta mucho, después de eso hable con mis hermanas por videollamada.

─¿No lo dirás? ─ le preguntó a Alexa. Ella me había dicho que no confiaba en Damian que sus intenciones no parecían buenas.

─No, en todo caso no quería tener la razón en eso ─ contesta ella ─ pero yo que tú vigilo al abuelo ─

─¿Al abuelo?, ¿por qué? ─ le preguntó confundida ─ no me digas que piensas que puede interferir para que Damian vuelva a tener interés en mí ─ cuestiono.

─Salvatoro a dejado claro que no tienes intenciones contigo, lo que ha hecho lo ha dejado claro y el abuelo también lo ha visto, pero a lo que me refiero es que el abuelo se equivocó con él, pero eso no significa que se dará por vencido ─ me dice ella.

─Piensas que el abuelo le buscara otra pareja ─ le cuestiona Alexia.

─¿Y tú lo dudas?, seguramente está evaluando a los candidatos ─ dice ella con seguridad.

─Seguramente tienes razón y si es así no le volveré a hablar, yo no quiero relaciones, no por un largo tiempo, solo quiero enfocarme en el trabajo ─ digo con seguridad.

─¿Cómo vas con eso?, ¿cómo van las proyecciones hasta ahora? ─ me pregunta Alexia y después de eso nos enfocamos en el trabajo.

La marca será de las tres y ellas, aunque no están involucradas de lleno en la marca, por nuestro padre y el abuelo que no las dejan porque dicen que se tienen que terminar la carrera antes de que se involucren en el trabajo de lleno.

Cuando termine con la llamada Marixa llego con helado y una bolsa de palomitas.

─¿Es muy tarde? ─ me pregunta ella.

─Nunca es tarde para el helado ─ digo tomándolo ─ pero no quiero hablar del asunto, ya es tema cerrado y enterrado ─ le digo comiendo del helado.

─Ok, lo respeto, ese imbécil no merece que estemos malgastando nuestro tiempo ─ dice ella con seguridad ─ solo una pequeña pregunta, ¿Se acostaron? ─ pregunta.

─No ─

─O sea que te casaste, te divorciaste y aún eres virgen ─ dice ella con horror.

─Así es ─ le confirmo haciendo un brindis con mi helado ─ ¡Dios!, no sabes lo idiota que me siento por no haberme dado cuenta de que yo no le gustaba, mi propio amor por él me cegó que no me di cuenta ─

Me siento cómo una completa idiota por eso, yo que siempre dije que eso era mentira que el amor nos vuelve ciegos, pues es verdad, en mi caso me hizo completamente ciega de la verdad de lo que estaba pasando con Damian, no me estaba dando cuenta que él solo estaba conmigo por interés.

─¿Y qué harás ahora? ─ me pregunta Marixa también comiendo helado.

─Pues enfocarme en mi marca, la nueva colección está muy próxima ─ contestó.

─Sí, eso lo suponía, pero me refiero a tu vida sentimental, ¿qué harás con ella? ─ me pregunta

─Pues nada, mi vida sentimental queda pausada hasta nuevo aviso, no quiero saber de las relaciones ─ digo con seguridad.

─Puedes salir con alguien sin sentir nada por esa persona ─ me dice y la miro con recelo.

─No le haré a alguien más lo que me hicieron a mí ─ le digo con seguridad, eso es algo horrible, no voy a salir con nadie por despecho.

─Cass, me preocupas, llegaras a los 30 y aún serás virgen ─ dice cómo si eso fuera una catástrofe o algo parecido ─ ni el matrimonio ha servido para que dejes de ser virgen ─

─Y eso fue lo único que él hizo bien, hubiera sido mucho peor, si me hubiera tocado ─ digo, aunque también me siento un poco ofendida y pues.... mal.

Ni siquiera un poco, ni un poco de deseo desperté en él que no tuvo la intención de tocarme y yo que pensaba que no lo hacía porque era un caballero, pero en realidad es solo un patán.

─Sí, en eso tienes razón, es mejor que ni te haya tocado ─ dice ella y para mejorar él ambiente cambiamos por completo de tema.

Marixa se queda un buen rato hablando tonterías conmigo e intentando convencerme de que le preste algunos de mis zapatos, cosa que no hago porque no me los regresa.

*******

─Abuelo, espero que ya no tengas la intención de buscarme a otra pareja ─ le digo a mi abuelo con seriedad después de que regreso, sé qué salió a hablar con Damian y terminar con ese extraño trato que hicieron.

─Solo quiero que seas feliz princesa ─ me dice él.

─Estare feliz sola ─ digo con seguridad.

─No seras feliz sola toda la vida ─ dice él con seguridad.

─No no lo voy a hacer, pero tampoco sere feliz si sigues interviniendo en mi vida cómo lo haces ─ le digo.

─No puedo prometerte que no voy a intervenir ─ dice él y yo bufo ─ esa joven, Paula se llama si no estoy mal, me pidió que te diera esto ─ me dice entregándome una carta ─ ella es una buena joven, mi niña, si sabía lo que estaba pasando, pero eso no la hace mala, Yulia tampoco ─ me dice él.

─Es posible, pero no dejo de pensar que la única razón por la que ellas eran buenas conmigo era para que siguiera al lado de Damian y él no perdiera su hacienda ─ me quejo.

Siendo empáticas con ella no las puedo culpar por esa parte, si yo hubiera estado en su lugar, hubiera hecho lo mismo, la hacienda es su hogar, donde trabajan, no lo querían perder, pero aun así no deja de ser triste para mí.

─Ellas no son así, te lo aseguro ─ dice el abuelo ─ ella de verdad se miraba muy arrepentida por lo que paso, tu matrimonio no funcionó, pero si pienso que te llevaste muy buenas amigas de todo esto y eso es mejor ─ me dice para besar mi frente y dejarme en mi habitación.

********

Cómo lo había previsto, las habladurías no faltaron por parte de los demás acerca de porque mi matrimonio termino tan rápido, apenas duro tres semanas, a los pocos valientes que tuvieron la decencia, al menos de preguntarme de frente él porque de lo que paso, simplemente me limito a contestar que simplemente no funcionó, no necesitan saber nada más que eso.

Mi familia sabe la verdad de lo que paso, nadie más tiene porque saberlo.

Cassia Litman Herederos Litman 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora