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Pov Cassia

—No estás tan feliz cómo esperaba volver a verte Cass — me dice Sasha.

Por supuesto que al volver a la ciudad iba a venir a visitar a mi familia si no hubiera venido es cómo si no hubiera venido a la ciudad. Aunque mis padres y el abuelo no están en casa, mis padres están de viaje, ahora se la pasan de luna de miel cada que pueden y el abuelo está en Londres, no sé exactamente haciendo que, pero bueno.

—La verdad es que esperaba un matrimonio diferente — contestó.

—¿Por qué?, ¿qué ha pasado? — me pregunta con interés, terminando las galletas que está preparando para cuando mis lindos sobrinos despierten.

—Quizas ese es el problema, no ha pasado nada — digo.

—Volvi — dice Charlott había salido porque la llamaron de la editorial — ¿cuál es el tema actual? — pregunta con interés.

—La insistente vida matrimonial de Cassia — comenta Sash.

—¿Ehhh? — pregunta mi cuñada confundida mirándome.

—Bueno..... — les cuento lo que ha pasado y cómo me la he pasado sola todo esté tiempo — creo que ni duerme en la habitación — comento triste.

Yo en serio no entiendo por qué pasa esto, porque se comportan de esa manera conmigo, no entiendo por qué esa diferencia y lejanía, y lo que pasó hoy en la mañana.

¿En serio se atrevió reclamarme?

No nos hemos visto desde que nos casamos, ni una mirada de lejos, nada, además yo si había tratado de avisar le que iba a salir, no pedirle permiso, claro que no, yo no tengo por qué pedirle permiso, aunque fuera el esposo que me gustara que fuera no tendría por qué estar pidiéndole permiso, ni siquiera se lo pido a mis padres, menos a él, pero si había hecho el esfuerzo de avisar le que estaría fuera de la hacienda.

Paula me dice que él siempre pasa mucho tiempo en su estudio, en la casa y que cuando está ahí no le gusta que lo molesten, solo si es porque algo realmente grave está pasando en la hacienda, así que pensando en eso y en no molestarlo simplemente deje una nota, contándole lo que iba a hacer y es claro que no la leyó.

También tengo trabajo, también tengo responsabilidades y no me puedo permanecer quieta en la hacienda sin ningún tipo de atención de su parte, tengo una empresa que atender y quería chocolates de mi cuñada.

─Su comportamiento es muy raro, en verdad ─ comenta Charlotada.

─Lo sé y estoy tan molesta con él que ni le quiero preguntar, más bien no quiero ni verlo ─ digo.

Claro que estoy molesta con él, estoy, furiosa, toda una semana, se supone que aún deberíamos estar de luna de miel y él me hace esto.

─¡Mami! ─ escuchamos gritar a uno de mis sobrinos.

─Ya despertó mi bebe, seguro quiere agua ─ dice Charlott tomando uno de sus vasos para bebe para llevárselo.

─¿Qué harías en mi lugar? ─ le preguntó a Sasha cuando estamos solos.

─¿Yo?, pues si me hubiera casado por amor y el hombre con él que me hubiera casado hiciera algo así, no le hubiera permitido un día de ese comportamiento, lo hubiera buscado el primer día ─ dice ella.

─Si lo busque, todos los días y nunca pude hablar con él y cuando lo vi me trato mal ─

─Pues tratalo mal tambien ─ me dice ella.

─¿Qué? ─ preguntó confundida.

─Eso, si te trata mal, pues trátalo mal tu también ─ me dice ella ─ una de las cosas por la que mi matrimonio con tu hermano funciono es porque siempre nos tratamos por cómo queríamos ser tratados, además de que siempre hablábamos de todo ─ me dice ella ─ pero cómo él no se muestra presente a la conversación, ignóralo también ─ me dice ella.

Cassia Litman Herederos Litman 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora