Cassia Litman Herederos Litman 4

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─Hay algo que me gustaría entender – le digo a Axel mientras disfrutamos de nuestra cena.

─Pregunta – me alienta él.

─¿Por qué Paula y Rodrigo vivían en la hacienda de Damian si ella es da otra dueña de, bueno su hacienda? – le pregunto confundida.

─Honor masculino supongo – contesta él con simpleza – desde pequeños, los cinco fuimos buenos amigos, de los cinco, Rodrigo y Amelia eran los que económicamente no estaban en una buena posición económica, pero eso no significaba que nos lleváramos bien en nuestra niñez, niñez, adolescencia, todo cambo cuando nos estábamos volviendo jóvenes adultos ^^^^

^^^^ Todos nos dimos cuenta de lo mucho que había cambiado Amelia, de como sus objetivos en la vida habían cambiado y lo que quería, solo Damian no los había visto o no lo ha querido ver, depende de cómo lo veas –

─Yo opino que no lo quiere ver para no darle la razón a todo los demás – comento.

─Yo también estoy un poco de acuerdo, además de por vergüenza – dice él – en fin, después de que Damian y yo nos peleáramos y dejáramos de ser amigos, me entere de que Rodrigo y Paula salían, ellos salían desde hace meses y yo no lo sabían, no es que tenga nada en contra de Rodrigo, es un buen hombre, pero es que estaba saliendo con mi hermanita – se queja como todo hermano posesivo.

─Qué lindo – comento con ternura y él contrae la cara como si hubiera comido algo agrio ─ ¿Por qué los hombres se ponen así cuando les dicen lindos? – le pregunto divertida – mis hermanos se ponen igual –

─Los hombres no son lindos – se queja.

─No se suelen mirar mucho en el espejo entonces – digo – pero no nos desviemos del tema –

─Bien, de verdad no tengo nada en su contra, es un buen hombre, ha hecho feliz a mi hermana todo este tiempo y sé que lo seguirá haciendo, el caso con él es que cuando su relación se hizo completamente formal, empezaron a surgir comentarios de que él solo estaba con mi hermana por el dinero de mi familia, el único que lo creyó fue mi padre que aún vivía en ese tiempo, ¿adivinas quien es la que hizo esos rumores? – me pregunta con interés.

─Perra, quería desviar la atención de ella – digo molesta.

─Exacto, pero mi madre, Paula, Damian por suerte y yo no creímos nada de eso, aun así, Rodrigo quedo bastante ofendido y con toda la razón de que pensaran eso de él, mi hermana también así que demostrando a todos que lo material no les importaba y que ellos podían empezar de cero, pues, él empezó de capataz en la hacienda de Damian – me cuenta él – pero eso no significo que ella siempre tuviera las puertas de la hacienda abiertas para ella, además de todo su dinero a su disposición –

─Es increíble que Amelia la trate así cuando Paula es la que lo tiene todo y ella solo migajas – digo.

─Pues así, es a mi hermana no le importa demasiado el dinero, teniendo lo suficiente para tener una vida tranquila, es más que suficiente para ella – me cuenta ─¿tú podrías vivir así? –

─Si a cambio tengo a alguien que me mire como Rodrigo mira y ama a tu hermana, para mí será la vida de ensueño – digo segura─ ¿tú me podrías dar eso? – le pregunto.

─Todo lo que me pidas y más – contesta él con voz muy segura.

─Entonces quizás pueda funcionar – digo.

La cena continua muy divertida, la verdad y cuando terminamos de cenar, pues fue momento de ir a bailar.

El lugar es muy lindo, es un lugar abierto con bar y mucha música, Julian no sé donde está exactamente, pero él y los demás escolta si deben de saber donde estoy yo.