Cassia Litman Herederos Litman 4

27

Pov Cassia

─¿Cómo estuvo tu reunión? ─ me pregunta Axel cuando arranca el auto.

─Bien, varias marcas están interesadas en mis diseños para sus desfiles ─ le cuento con emoción.

─Eso es fantástico, ya están reconociendo tu talento ─ me dice él.

─Eso, espero ─ digo no muy segura.

─¿Esperas?, ¿por qué lo dices? ─ pregunta confundido.

─Porque aunque no es él, ámbito principal en él que se mueven los negocios de mi familia, puede que, mi apellido sea la razón por la cual la que quieran hacer negocios y nada más─ le cuento, siempre, en cada cosa que hago siempre tengo la sensación o más bien la mala sensación de que mi apellido o alguien más de mi familia tienen algo que ver.

En todo caso no es porque sea paranoica o desconfiada, tengo experiencia en ello que lo pruebas, por lo que no me gusta ilusionarme demasiado con algo para no salir herida después.

─Ten más confianza en tu trabajo, eres buena en ello, tu misma sabes que lo eres, no debes dejarte influenciar de las malas experiencia del pasado ─ me dice él.

─No debería, pero es difícil no hacerlo a veces ─ comento frunciendo un poco los labios ─¿tú pudiste terminar todo lo que tenias que hacer en la ciudad?─ le preguntó con interés.

─Si por suerte no me tomó mucho tiempo, tampoco quería dejarle esperando ─ me dice él tomando mi mano.

En las últimas semanas, Axel y yo hemos estado hablando y viéndonos muchos, en especial por videollamada ya que el no puede estar lleno y viniendo todo el tiempo, tienen una hacienda que atender.

En lo que se refiere a nuestra relación lo estamos llevando con calma, aunque a él a veces, o más bien todo el tiempo se le olvida a él que lo estamos llevando con calma, porque cada dos por tres hace algunos comentarios subidos de tono, se emociona demasiado cuando nos besamos.

No es que me moleste demasiado en todo caso, pero si me pone algo nerviosa, no me molesta en el sentido de que me agrada ala sensación de que si despierto ese deseo e interés en los hombres. Tengo casi 25 años, me casé, pero aún sigo siendo virgen.

¿Algo estará mal conmigo?

Marixa dice que si, porque le doy demasiadas vueltas al asunto, pero es que no me quiero acostar con cualquiera, con Damian si estaba dispuesta, completamente dispuesta a tener sexo con él, pero él no me tocaba ni con la mirada, con Diego, pues casi hubo algo, quería ver si llegando a esa parte, aunque tenía muchas dudas, podría sentir eso que sentía que me faltaba para poder enamorarme de él y que bueno que al final no paso nada, porque con él sí que me iba a arrepentir.

Y ahora estoy con Axel, él, él es un encanto , un completo encanto, caballero, aunque un caballero que le encanta meter mucho mano, él despierta muchas sensaciones en mi, muchos sentimientos y deseos, pero tengo muchas dudas, mucha preocupaciones sobre dar ese paso con alguien y que todo vaya en picada.

─¿En qué piensas tanto? ─ me pregunta él.

─En que estoy a dos semanas de cumplir 25 y aun soy virgen ─ contestó sin pesar y cuando me doy cuenta de lo que digo me cubro la boca ─ olvida lo que dije, olvida lo que dije ─ le pido.

─No podría olvidarlo aunque lo intentara ─ dice con la cara llena de asombro mientras pasa la mirada de la carretera y en mí ─ ¿entre tú y Damian nunca....

─No ─

─¿Y él otro con quién salias antes que yo?─ pregunta.

─Hubo algo, pero nada demasiado lejos ─ contestó un tanto incómoda por el rumbo que ha tomado la conversación, debí de quedarme callada.