Cassia Litman Herederos Litman 4

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Pov Damian

─Se siente tan bien cuando todo sale a la luz ─ dice Amelia con alegría ─ cuando la verdad de los demás sale a la luz ─ dice ella con emoción.

─¿Ahora de que hablas? ─ le preguntó, lleva así de alegre desde hace un buen rato mientras mira su celular.

─Salió la noticia de que Cassia le paga a una verdadera artista para que hiciera los diseños de su empresa ─ me cuenta ella.

─Eso no puede ser cierto, ella dibuja sus propios diseños ─ digo seguro.

Ella se la pasaba dibujando por horas, incluso hacía ella misma, tiene todos los instrumentos necesarios para hacer sus zapatos.

─Claro que eso no es cierto, la propia artista dijo que ellas habían hecho un trato, pero la Maldita de Cassia no cumplió su parte y no le pago ─ me cuenta ella segura.

─La gente habla muchas cosas en internet para perjudicar a los demás, no se puede creer todo lo que se lee o se ve en internet ─ le digo.

─¿Por qué la defiendes? ─ me pregunta molesta.

─Porque es la verdad ella crea sus propios diseños, la persona que apareció en las redes seguramente solo quiere llamar la atención, nada más ─ digo.

Y podré de esa persona, pobre de ella, cuando la familia de ella lo encuentre, que él abuelo de ella lo encuentre, él vestido que le espera será peor que la muerte cuando ese señor le ponga las manos encima.

─No lo puedo creer, ¿cómo puedes estar de su lado así? ─ se queja levantándose de la cama.

─Amelia no empieces por favor ─ le pido cansado, no hay momento en él que no discutamos por Cassia.

Lo más ridículo que todas las veces que peleamos por ella, ha sido porque ella misma ha sido, que ha empezado a hablar de ella, si digo algo me discute, si no digo nada me discute, me tiene cansado, no entiendo por qué no puede estar sin mencionarla.

─No empieces tú a estar de parte de ella de nuevo, dices que ella no te importa, que no te gusta, pero la defiendes todo él tiempo ─ me reclama.

─Te lo repito si es necesario de nuevo, no me importa, no me gusta, pero si la defiendo, porque no me gusta que se hable mentiras de alguien a quien conozco ─ le digo con la intención de que entienda.

No sé de qué manera le haré entender que lo que paso entre Cassia y yo, más bien no hubo nada entre nosotros, yo nunca la toque, nunca la vi cómo mi mujer, pero eso ella no lo entiende o no quiere entender, ella está obsesionada con Cassia.

Tocan la puerta de mi habitación

─Pase ─ digo y cuando la puerta se abre Amelia sale echando humo, es Rodrigo.

─Damian tenemos problemas ─ me dice el, ignorando por completo a Amelia, él y todos ignoran su mal humor

En los últimos días, no he podido estar tan al pendiente de la hacienda cómo he querido, pero esto ha sido por las heridas del accidente, he tenido que estar en cama en los últimos días, Amelia viene y va porque tiene cosas que hacer y no ha podido pasar mucho aquí.

─¿Qué problemas? ─ le preguntó.

─Con esa nueva empresa de distribución, desapareció con todos los vinos y los barriles ─ me cuenta él.

─¿Qué?, ¿cómo? ─ le preguntó.

─Se les hizo la entrega cómo siempre, pero no la llevaron al lugar donde debían, las casas de vino están reclamando que sus pedidos no han llegado, están furiosos, con razón y no tenemos cómo responder a todos ellos, la cosecha ya acabo ─