Cassia Litman Herederos Litman 4

5

Pov Damian

─Adivino, su nieta se quejó con usted porque aquí no tiene la vida de consentida que acostumbra ─ digo no más contestar el celular al ver que me está llamando Richard Litman.

─Para suerte tuya Salvatoro no estoy en el país y no he podido hablar con mi nieta ─ me dice él y siento que he metido la pata ─ pero eso no significa que no sé lo que estaba pasando ─ me dice él serio ─ ¿tres que no hable en serio cuando te dije que te lo quitaría todo? ─ me pregunta él.

─No sé....

─Trata bien a mi nieta o te arruinaré la vida ─ dijo y me colgó sin más.

Maldita la hora en la que conocí a la Familia Litman y Amelia conoció a Cassia, ellos ya arruinaron mi vida y mi matrimonio.

********

─¿Aún no vuelve? ─ le preguntó a Paula mientras me sirve él café de la mañana.

Cassia no regreso en la noche, dijo que regresaría en la noche, pero no lo hizo y ya pasa de las diez de la mañana y no ha regresado, la verdad es que no me importa que no regrese, mejor si me abandona, puedo tomar eso a mi favor.

─¿La culparías si no lo hace?, para estar con un hombre cómo tú es mucho mejor estar sola ─ me reclama ella.

─Si regresa dile que quiero hablar con ella ─ le digo y se va sin contestarme nada al respecto.

Claro porque para ella yo soy el malo en esta situación, soy el malo por aceptar la intimidación de Richard Litman para casarme con su nieta, aunque no quería hacerlo, solo para no perder mi hacienda. Después un rato trabajando escucho que tocan la puerta, por un momento pienso que es la princesa que por fin se dignó a regresar, pero no es Rodrigo.

─Solo vengo a avisarte que ya me voy con Yulia a su consulta médica ─ me dice él desde la puerta.

─Pensé que ya te habias ido ─ digo confundido mirando la hora en mi reloj, son casi las diez de la mañana.

─Mi esposa y los mellizos quisieron un segundo desayuno, pero después se arrepintieron y lo regresaron ─ me cuenta ─ pero bueno, no pierdo más el tiempo, nos vemos un en par de horas ─ dice en despedida y se va.

Pasa otra hora más, son casi las once y no hay señales de Cassia, ¿no piensa volver?, que avise al menos para enviarle todas sus pertenencias de una buena vez, quiero mi habitación de regreso.

Salgo de mi oficina para ir a la cocina por un vaso de agua, en el camino me encuentro a Paula entregándole muchas bolsas a otra de las empleadas de la casa.

─¿Qué es todo eso Paula? ─ le preguntó confundido.

─Cassia le trajo todo esto a Yulia y los bebes ─ me dice ella.

─¿Ya llego? ─

─Sí, hace cómo unos 20 minutos ─ contesta ella.

─Paula te dije que le dijeras que cuando llegara que fuera a hablar conmigo ─ le recuerdo molesto.

─Se lo dije, pero ella dijo que no tenía tiempo para hablar contigo, que también tiene cosas que hacer ─ dice ella para irse con la chica y las bolsas.

¿Qué mierda?

¿Que se cree esa princesita?, ella no va a tratarme de esa manera como si no fuera nadie, debe entender bien las cosas.

Subo a la habitación, para dejarle muy claro las cosas, la encuentro saliendo del baño recién duchada mientras se seca el cabello.

─Te dejé dicho con Paula que quería hablar contigo ─ le digo serio.