Cassia Litman Herederos Litman 4

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─La foto que me habías enseñado de tu hermano es vieja, ¿verdad? ─ le preguntó cuándo vamos de camino a la habitación de las niñas para vestirlas, debemos estar todos listos rápido o llegaremos tarde a la iglesia.

─Si es un poco vieja, a Axel no le gusta mucho tomarse fotos ─ me cuenta ella mientras entramos a la habitación. Las niñas ya están dormidas, pero entretenidas con sus propios pies así que están tranquilas.

─Qué pena, está muy guapo, belleza así se debe preservar ─ comento y ella me mira raro ─ ¿qué?, soy una mujer libre y completamente soltera, además y aunque no lo fuera tampoco está mal apreciar la belleza ─

─Lo comprendo perfectamente y me alegra que hayas cambiado de opinión respecto a eso de rendirte con las relaciones ─ me dice buscando los vestidos de las niñas.

─Oh no, eso no ha cambiado ─ digo sacando a las niñas de las cunas ─ te lo digo solo aprecio la belleza ─ le aclaro.

─Y yo que ya estaba festejando que íbamos a ser cuñadas ─ se queja haciendo pucheros.

─Paula seremos oficialmente comadres en poco tiempo ─ le recuerdo, entonces me llega un olor no muy agradable ─ y está señorita necesita un cambio de pañal ─ aviso llevándola al lugar de cambio.

─Cassia no, te vas a ensuciar ─ me dice ella.

─No lo haré tranquila, ya lo he hecho y sé qué hacer para no ensuciarme, termina de cambiarla a ella, para que te vayas a preparar tú y yo me encargo de cambiarla o se nos hará tarde ─ le digo.

Ella me mira no muy convencida, pero al final accede y se va dejándome sola con las niñas, mientras termino de arreglarlas y ponerles los vestidos que usaran para el bautizo.

─Pau... ─ el hermano de mi amiga llega de repente a la habitación – hola, de nuevo –

─Hola de nuevo – le digo dejando a Y en el carrito con su hermana que esta muy concentrada con su chupón.

─Buscaba a mi hermana, pero en todo caso lo que venia a averiguar era sobre ti – me dice él.

─¿Sobre mi? – pregunto confundida y también con interés.

─Si, ammmm, de casualidad ¿eres nieta de Richard Litman? – me pregunta el.

─Si, el es mi abuelo, ¿Qué hizo? – pregunto preocupada.

Abuelo porque no te quedas quieto.

─AL parecer el y mi abuelo nos organizaron una cita, que ya me informaron que aceptaste – me dice el.

─Eres tú, mi abuelo menciono el nombre, pero no pensé que fueras tú en realidad – digo sincera. Cuando me dijo su nombre solo pensé que la una coincidencia, tampoco es un nombre muy extraño.

─¿Y te decepciona saberlo? – me pregunta el entrando más en la habitación.

─No, no me decepciona en lo absoluto, solo me sorprende mucho la verdad – contesto sincera ─ ¿y tú? –

─¿Yo? – ahora es el, el confundido.

─¿Te decepciona saber que soy yo? – le pregunto con interés

─No, me decepciona no haberte conocido antes, en especial cuando eres tan amiga de mi hermana – dice el, acariciando la mejilla de una de sus sobrinas.

─No creo que hubiera sido bueno que nos hubiéramos conocido antes – le digo terminando de preparar la maleta de las niñas.

─Cierto, estuviste casada con el idiota de Damian – comenta el.