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Pensé que volver a vivir con mis padres sería algo raro, pero no lo fue, es casi cómo si nunca hubiera salido de casa y mis padres están encantados con eso, en especial mi padre por lo sobre protector que es.

─¿No han vuelto a saber de ese maldito? ─ me pregunta Axel, estamos hablando por videollamada mientras estoy en mi habitación dibujando.

─No, nada, se piensa que se fue a México, es más complicado si es cierto ─ contestó.

─Cobarde, eso es lo que es, porque no da la cara cómo un hombre ─ se queja Axel.

─Claro que es un cobarde y también piensa que soy una dama indefensa y en apuros, pero suerte tiene él de que no me encontró en mi departamento ─ digo segura.

Todos siempre me consideran que soy una delicada e indefensa mujer, ya que siempre he tenido seguridad, pero están muy equivocados, yo no soy tan indefensa y débil cómo piensan, mis hermanas tampoco, somos capaces de defendernos solas.

─Aun así fue mejor que estuvieras conmigo y no en tu departamento ─ dice él ─ y hablando de estar conmigo, ¿qué te parece si después de tu fiesta vienes conmigo? ─ me pregunta.

─Me parece estupendo, y llevaré ropa suficiente ─ digo.

─Pero si la ropa es lo de menos hermosa ─ me dice él y yo niego mientras rio de su comentario.

─Llevare ropa suficiente ─ le digo.

Seguimos hablando un poco más hasta muy tarde la verdad, para después colgar.

El resto de la semana se van en preparativos de mi fiesta de cumpleaños, después de lo que paso con Diego se redujo la cantidad de invitados, esto para que los de seguridad tengan más control de las personas que estarán en la fiesta.

─¿Cómo les ha ido en la universidad? ─ le preguntó a mis hermanas, vinieron para mi fiesta.

─Bien, ya quiero terminar la carrera ─ contesta Alexa ─ quiero regresar a casa ─

─Si quiero hablarte de eso Alexa, no creas que no sé qué has estado haciendo ─ le dice él en regaño.

¿Qué has hecho Alexa?

*********

─¡FELICIDADES, TÍA! ─ me gritan mis sobrinos llenándome de confeti cuando me ven.

─¿Cuándo comeremos pastel? ─ pregunta Noah con emoción, Lily y Dimitri también se muestran emocionados, a ellos solo le gusta él pastel y los globos.

En su anterior cumpleaños se le hizo una gran fiesta, pero ellos solo estaban interesados en comer todo lo que podían y comerse su pastel de cumpleaños, mientras los demás niños, jugaban y disfrutaban.

─Habrá pastel más tarde, no se preocupen ─ le dice mi mamá y ellos quedan complacidos para después entretenerse con cualquier otra cosa.

─Felicidades, cariño ─ me felicita mi madre con un abrazo, después le sigue mi padre, él abuelo y mis hermanos y cuñados.

Después de eso vamos todos al comedor del jardín para disfrutar del gran desayuno por motivo de mi cumpleaños, casi cuando estamos terminando de desayunar, vienen a avisarnos de que mis regalos están empezando a llegar, así con también Marixa.

─¡Felicidades por tus 25 y ya no eres virgen! ─ me felicita ella abrazándome llena de alegría, por él rabillo del ojo puedo ver cómo mis sobrinos le preguntan a mis hermanos que es virgen.

─Marixa no estés diciendo esas cosas con mis sobrinos presentes ─ le regaño.

─Ya perdón, estoy emocionada ─ dice ella feliz, mucho.

Cassia Litman Herederos Litman 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora