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SeoHyung y Baekhyun estuvieron sin casa alrededor de tres días, durante ese tiempo, habían ido de un lado a otro en el mercado del pueblo, era normal la venta de criados, había personas buscando siempre para las casas más grandes, y esos días pasaron tranquilamente, al parecer nadie quería negociar con el señor Chae por su reputación ahora muy mala, y también, porque el trato incluía a Baekhyun, nadie querría una boca extra que alimentar, menos de alguien que comía hasta la saciedad.

Al ver que nadie parecía querer tener algún trato, Chae estaba dispuesto a aceptar lo que fuera, por ellos, incluso un cubo lleno de comida para cerdos.

-¡Justo lo que necesitaba! ¡Una mujer joven!- en los pueblos como ese, la venta de criados de esa manera eran muy sencillo, era como vender ganado, no había más responsabilidad, normalmente, Chae no vendía a sus criados pero en esas semanas sus negocios no iban bien y claramente de los primeros que iba a deshacerse, fueron SeoHyung y Baekhyun, que estaban presenten en todo momento en el mercado, solo recargados en la pared, esperando por una oferta, hasta que ese hombre se acercó a ellos, un hombre con ropas que se veían costosas, elegantes, a diferencia de las suyas. El señor Chae, sonrió de inmediato y dijo:

-¡Si, una mujer fuerte, muy fuerte! Hace toda clase de trabajos, sin quejarse.- El hombre terminó mirando a la mujer de pies a cabeza pero también a Baekhyun, la expresión encantada se hizo mueca pero terminó suspirando, chasqueando su lengua. Miró a Baekhyun, que parecía muy pequeño y estaba comiéndose una manzana, sin vergüenza, mirándolo a los ojos mientras seguía masticando. Inspecciono su aspecto y se veía demasiado lindo, era lindo, no pudo evitar sonreír sutilmente, en una situación así, el pequeño parecía muy tranquilo comiendo. -¡El pequeño no es un problema! Come de lo mismo que su madre, no tiene que darle dos comidas...-

-Bien, creo que le podría dar diez monedas.- dijo el hombre, con una sonrisa que parecía de todo, menos sincera –El amo en la casa donde trabajo, necesita más ayuda, en especial las criadas, tienen que cocinar diariamente para toda la familia.-

-Y es lo mejor para usted, seguramente lo felicitaran por tan buena elección, no se va a arrepentir, entonces, ¿diez monedas por cada uno?- Ni siquiera era tanto dinero, SeoHyung se sentía ofendida porque la vida de dos personas, valiera solo veinte monedas, pero entonces, el hombre desconocido negó con la cabeza, mientras se reía.

-No, no, diez monedas por ambos. Es todo lo que puedo ofrecer, mi amo me ha dado dinero apenas suficiente para todas las cosas, no puedo permitirme gastar mucho más- Chae terminó mirando a SeoHyung y a su hijo, ella solo se cruzó de brazos, de todos modos, no había recibido otra oferta, y seguramente no la recibiría, así que a regañadientes, terminó aceptando una cantidad miserable, que ni siquiera sería lo suficiente para comprar otras cosas o que valdría el vieja de regresó a su propiedad, pero para SeoHyung estaba bien, cualquier sitio a donde fuera, mientras fuera con Baekhyun, estaría bien.

El hombre desconocido, terminó dándole a Chae las diez monedas, que encima le dejo caer en la mano como si fueran limosna y sonrió de oreja a oreja cuando ese hombre lo miró mal, en realidad no le importaba, parecía demasiado engreído para ser otro sirviente de una casa, pero para SeoHyung era lo justo, una cantidad miserable por dos vidas miserables, que seguramente para ambos hombres, en partes iguales, eran nada.

-Ha sido un placer hacer negocios con usted.- dijo de la mejor manera, con una gran sonrisa y entonces término señalando una carreta detenía a no mucha distancia de ellos. –Por favor, deje sus cosas ahí y nos iremos en un momento.-

SeoHyung no podía creer que fuera a alejarse del hombre que le arruinó la vida, lo miró con asco, pero las palabras no le salían de la boca, fuera lo que fuera, seguía siendo más poderoso que ella, lo que dijera, seguramente la terminaría llevando a una peor ruina que esa, así que solo tomó sus cosas y tomó de la mano a Baekhyun para jalarlo consigo. El hombre la hizo subir sus cosas en su carreta, la que era tirada por una grande y gorda vaca. Baekhyun estaba emocionado al ver a ese grande animal, le acarició su grande estómago y ese hombre comenzó a reírse al ver al pequeño querer darle su manzana a medio comer a la vaca.

Crisantemo RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora