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La primera nevada de la temporada, había sido apenas, una caricia, entonces Baekhyun había optado por otra cosa, terminó yendo con su esposo, a decirle que debía invertir todo su dinero en telas, sabía de qué hablaba, podía sentirlo casi en el aire, se sentía una gran tempestad avecinándose y si era lo suficientemente listo, podría ganarle ventaja a tan horrible temporada, por lo que esa había sido su idea hacía Chanyeol, recomendando, al hombre que alguna vez había pedido su mano.

-Debes estar queriendo tomarme el pelo.- dijo Chanyeol, claramente molesto, porque odiaba a ese hombre sin razón aparente, porque Baekhyun era su esposo, debía serlo, por y para siempre, se sentía posesivo, demasiado, así que estaba mirándolo de mal modo, pero Baekhyun lo tranquilizó, colocando su mano encima de su muslo, empezando a bajar poco a poco. -¿Quieres engañarme con eso?-

-Mi señor, ¿cómo puede pensar si quiera que yo deseo a otro hombre cuando todo lo que necesito está aquí mismo? En todo un conjunto.- Baekhyun besó su mejilla lentamente, en un movimiento sensual, mientras lo tocaba por encima de la ropa y Chanyeol estaba cerrando sus ojos no queriendo caer ante eso, pero era un poco complicado cuando no dejaba de sentir la mano de Baekhyun sobre su miembro, poniéndolo cada vez más duro mientras sentía sus sensuales besos en su mejilla y entonces, terminaba en sus labios, en un beso lento, tan profundo, que solo lo tomó de la nuca para atraerlo y besarlo más a fondo.

Como Baekhyun pensaba, eso había funcionado.

El amable hombre que alguna vez pidió su mano, lo vio con los ojos llenos de brillo cuando entraron a su tienda en medio del pueblo, Chanyeol no dejo de tomarlo en todo momento de la mano y lo obligo a usar los colores que lo denotaban como su esposo, rojas, el hombre, aunque decepcionado, parecía animado, feliz de volver a verlo, de simplemente, verlo sentado al otro lado de la mesa donde sirvieron su té.

-Es un gusto volver a verte Baekhyun, tan saludable y feliz.- dijo el hombre y Baekhyun sonrió, quedándose callado, porque eso debía ser cosa de su esposo, en realidad, apenas sentía una pizca de melancolía al ver a ese hombre frente a él, que parecía triste de ver como Chanyeol le sostenía la mano a Baekhyun con cada vez más fuerza. –Cuando escuche de tu boda, supe que serías muy feliz porque te habías casado con un hombre muy rico.-

"Ciertamente se equivocó" pensó, pero de nuevo solo sonrió, dejando que Yeol fuera quién comenzará con lo que habían venido, querían comprar telas, las más cálidas de ellas, el hombre entonces se rio y dijo que no tenía sentido, sería un buen invierno, no tan frío, pero Baekhyun estaba seguro de sus palabras y Chanyeol había confiado ciegamente en él, un poco irónico todo el asunto, pero lo hizo. Termino gastando todo su dinero en cálidas telas, con las que Baekhyun dijo, podrían hacer toda clase de cosas y Yeol estaba un poco ansioso por todo eso, pero una vez más le creyó, porque de algún modo, Baekhyun siempre terminaba teniendo razón, era solo cosa de esperar a que todo saliera mejor de lo que pensaban.

Era el peor invierno del que alguna vez Baekhyun tuviera memoria, estaba temblando solo de ver como la casa estaba cubierta de nieve, siendo un paisaje en blanco que creyó que se quedaría ciego, el ganado estaba muriendo, las cosechas se echaban a perder y empezó una escasez de alimentos, que incluso afecto aún más a la nobleza, los precios se inflaron tanto, que muchas personas comenzaron a pasar hambre y a enfermar por las bajas temperaturas.

"Un buen invierno y un cuerno..." pensó Baekhyun mientras se abrazaba a sí mismo en su abrigo, pero había otras cosas a las que darles su atención y eso, era, que, la fruta no había podido ser vendida por los criados, la gente no quería nada fresco en momentos como ese, querían cosas calientes y había sido el momento de los panaderos, que estaban vendiendo a montones, pero todo ese tiempo, en el que no hubo ni siquiera dinero del puesto de su suegro en la corte, todo lo que los había sostenido hasta entonces, había sido la venta de las telas.

Crisantemo RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora