63

224 37 4
                                    

Todo el mundo había comenzado a hablar acerca de eso, el famoso consejero Park Chanyeol, había regresado a la capital y lo había hecho por todo lo alto, el príncipe SonRe, le había preparado una casa, que era por demás hermosa, se alzaba por lo alto de una colina, muy cerca del palacio, lo que quería decir que el príncipe lo quería tener más que cerca, lo quería tener en la cercanía para poder comunicarle toda clase de cosas, así que todos los rumores que habían corrido por el reino, preguntando de quién podía ser esa casa, se habían disipado cuando empezaron a ver cosas llegar a esa casa y por supuesto, llenarse de criados.

Baekhyun estaba viendo como su pequeña casa en las montañas estaba quedando vacía, a la vez que cargaba a su bebé, de ahora cerca de los seis meses de vida, luciendo como él, aunque mucho más animado, era un bebé feliz y eso era todo lo que importaba, así que Baekhyun lo estaba cargando a pesar de que cada vez se ponía mucho más pesado, y él seguía tan delgado que le costaba mucho más trabajo, aunque también ya podía ver que su hijo, no iba a ser tan grande como Yul, Yul era alto y grande incluso cuando era pequeño, sin embargo, Jun era pequeño a pesar del tiempo y que se alimentaba bien.

Baekhyun besó la cabeza de su hijo y se quedó ahí un largo momento, pensando en que iba a hacer ahora, estaba asustado de volver a su vieja vida, así que no se sentía cómodo con la idea de ir a la capital, pero sentía que debería hacerlo y se estaba llevando todo, pero a la vez se sentía como si lo estuviera dejando todo.

-¿Va a empacar?- preguntó Nayeon, señalando sus joyas, pero Baekhyun solo le sonrió a la chica y le dijo que confiaba en ella, que ella podía empacar eso, de todos modos, en caso de que faltará algo, sabría quién sería y estaba seguro de que no sería el caso. Incluso estaba llevándose a sus criados a la nueva casa y ellos parecían emocionados porque tendrían su propio espacio para vivir y hacer sus cosas, estaban más felices que el propio Baekhyun y eso era extraño, pero los entendía, una casa grande, significaba más dinero y seguro que Yeol lo tendría, podría pagar por mejores cosas. -¿Se siente mal, mi señor?- preguntó Nayeon, al verlo que parecía con la mirada perdida, cargando a su bebé, aunque este se estaba quejando para que le prestará atención, pellizcando la nariz.

-No, nada de eso, solo estaba pensando en algunas cosas.- dijo Baekhyun, no mirándola siquiera y dejando a su bebé en el suelo, el que gateó por la habitación, riéndose cuando se dejó caer en el futón y comenzó a dar un montón de vueltas por ahí, tomándose de sus pequeños y gordos pies, mientras daba vueltas por todos lados, aunque Baekhyun solo lo miró con una mueca, al ver que había perdido un calcetín de nuevo.

Había que enfrentar el pasado, había que hacerlo ya, hacerle frente a todo lo que alguna vez quiso ignorar nuevamente, Baekhyun si cerraba sus ojos, aun sentía que estaba atrapado en su pasado, en un lugar oscuro, en un lugar que no podía reconocer, pero a la vez, se sentía muy familiar, la casa de la familia Chae, la casa de la familia Park, la casa de té Piang, su vieja casa de verano, su cabaña, esa casa, su vida había pasado por muchos sitios, pero todos los había hechos suyos, pero de todos modos, siempre era complicado abandonar otro sitio, sentía que todos esos sitios lo hacen ser lo que era ahora, pero de todos modos, se sentía extraño.

-Entonces son verdad todos esos rumores, te vas.- la voz de DaehJin le llamó la atención, sacándolo de sus pensamientos y terminó sonriendo un poco y asintiendo, en realidad se estaba enterando muy tarde. -Quería pensar que solo eran palabrerías de todo el mundo, pero no, si te estás yendo.-

-Supongo que si, no es el momento perfecto para decirlo pero debiste darte cuenta desde hace un par de días, pero si, me voy con mi esposo, me voy mañana, supongo, cuando dejen de pasar todas las cosas a la nueva casa, los últimos somos nosotros por supuesto, pero mi esposo ya está allá-

Crisantemo RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora