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SeoHyung pensó, que jamás volvería ver las paredes de esa casa, sin embargo, como lección de vida, ahí estaba nuevamente, en circunstancias tan diferentes, cuando todo el mundo parecía aun seguir de fiesta y las puertas se abrieron para ella como si fuera una persona de la realeza, alguien de verdad importante y Baekhyun salió corriendo para buscarla, envuelto en hermosas ropas y joyas, su hijo era quién estaba siendo el anfitrión de esa fiesta, que llegando hasta los límites del pueblo, todo el mundo hablaba, de la gran boda del amo Park con su tercer esposo.

Baekhyun la abrazó y por un momento sintió que eso era otro de sus sueños donde los veía ir hacía ella, pero no era así, lo sentía real, lo sentía tan suyo y solo lo abrazó de regreso con más fuerza, mientras lo tanteaba, verificando que en efecto, estuviera bien, separándose para tomarlo del rostro, es que ni siquiera podía llorar, no se lo podía creer.

-Madre...- dijo Baekhyun, casi rompiendo en llanto y ella no sabía que decirle, habían pasado años desde la última vez que lo había mirado tan de cerca, pero a sus espaldas, termino notando a Yeol, que con esa pose engreída de siempre, los miraba a ambos, teniendo la escena para sí mismo, mientras un pequeño chico rubio a su lado, cargaba a un pequeño, un pequeño que parecía más de Yeol que de su propio hijo y termino mirando a Baekhyun y al pequeño, uno a la vez. –Te he extrañado tanto, déjame que te presente a alguien muy importante.-

-¿Ese es DongYul?- preguntó llena de esperanza, a lo que la respuesta afirmativa de Baekhyun le dio esperanzas, entonces terminó andando hasta él, queriendo alzarlo y él bebé, lleno de confianza como alguna vez lo había sido Baekhyun, se fue a los brazos de ella, como si la conociera de años, mientras SeoHyung besaba su cabecita, con una aroma tan dulce, besaba sus manitas y el bebé se reía, entonces su mirada se había posado en Yeol, que como si aún pudiera o tuviera el derecho a eso, le hizo apenas una reverencia con la cabeza, como si entre ellos no hubiera asperezas, en especial porque ese hombre solo aclaro su garganta, como si nada y entonces abrió esa boca de la que solo podían salir incoherencias.

-Señora Byun, sea bienvenida nuevamente, espero que nuestra relación ahora pueda ser más llevadera, en especial, ahora que somos familia.- SeoHyung quiso escupir sobre esa frase, ¿cómo que familia? Hasta donde ella sabía, los humanos no tenían animales como familia –Permítame decirle que está vez, no habrá más malos mal entendidos, seré un buen yerno para usted, así como espero que sea una buena suegra.-

El escuchar eso, era como si la golpearán en la cara pero no dijo nada, solo estaba asintiendo de manera mecánica, como lo había hecho por tantos años, encima de todo, ahora no era una criada solamente, era la madre del tercer esposo del joven amo, Park Chanyeol, un vil borracho de mala reputación en el pueblo, habría querido más para su pequeño hijo, pero al parecer estaban condenados a una vida como esa, pero de eso se encargaría después.

-Tendrá una habitación privada, todas las comodidades...- el parloteo de la boca de Yeol, le iba a causar nauseas, así que solo estaba mirándolo como si de un bicho se tratará, pero sentía la mano de su hijo en su hombro, algo le decía que eso tenía doble filo, algo de todo eso debería estar en sus planes. –No será más una criada, señora Byun, a partir de ahora, será tratada como los amos de esta casa, por ser la abuela del heredero de mi familia.- SeoHyung miró a DongYul, que tan lindo, empezó a quejarse porque quería ir a los brazos de su padre, Chanyeol, con quién lo dejo irse y Yeol lo recibió con una gran sonrisa, besando su frente y él bebé de inmediato se acomodó en su hombro, jugando con el pesado medallón que soltaba de su cuello, parecían dos gotas de agua, no había duda que se trataba de un hijo suyo, estaba tan enojada, podría matarlo ahí mismo, pero rodeado de todos sus guardias, como un vil cobarde, poco podría hacer antes de que estos la alejaran. –Señora Byun, de verdad quiero disculparme por las cosas que sucedieron en el pasado.-

Crisantemo RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora