Crisantemo Rojo

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SeHun siempre había tenido una vida simple, al menos hasta donde recordaba, sus padres habían sido tan trabajadores como él y lo habían dejado solo cuando apenas había tenido edad suficiente paralizar con la vida, ellos eran muy mayores a comparación de los otros padres de los niños de su misma edad, así que cuando su padre enfermo, supo que no había que tener mucha esperanza y su madre solo murió unos tres meses después de su esposo, así que SeHun, con una corta edad de 14 años, comenzó a valerse por sí solo, trabajando en todo lo que podía, en lo que salía, no teniendo nada estable en ningún momento, solo yendo y viniendo, un día siendo asistente de sastre y al otro, un mensajero.

Cuando termino trabajando en la casa de Té Piang, tampoco era como que sus tareas eran muy estables, a veces no había nada de trabajo y entonces no recibía una paga, era un caos todo eso, así que tenía que buscar por fuera, algo que le diera ingresos extra. Era una vida dura, pero noble, a la vez que sencilla, SeHun no creía necesitar de tanto para poder hacer feliz, creía que ese deseo por tener mejores cosas, había sido cuando conoció a LuHan.

Él no lo noto de inmediato, para Luhan, él debía ser otro de los tantos hombres que estaban en la casa de té trabajando, yendo a comprar las cosas para cocinar, reparando los muebles o partes de la casa que se destruían, evitando que los clientes fueran idiotas, todo eso, pero SeHun siempre lo estaba mirando, LuHan era torpe y siempre estaba cometiendo errores, en verdad le costaba trabajo seguir el ritmo de las cosas, pero también era brillante y en menos de dos meses después de que empezó a trabajar, ya sabía hacer muchas de las tareas importantes, aunque también seguía siendo muy torpe.

SeHun estaba enamorado, vaya que sí, las miradas y sonrisas cómplices comenzaron a significar algo para ambos, pero la regla de que los empleados no tuvieran nada que ver, era algo que debían tomarse muy enserio, además de que LuHan, con el paso del tiempo, iba a terminar convirtiéndose en uno de los trabajadores de ahí, pero entonces, pasaron tantas cosas, una de esas cosas, era Byun Baekhyun, a quien al principio no sabía si agradecerle o no, su LuHan había quedado marcado, tenía una cicatriz sobre sus hermosos labios y eso lo hacía un candidato no apto para servir a la casa de té, lo salvó de un destino horrible y luego lo llevó consigo a esa casa de gente rica y poderosa, donde lo enfrento a otro peligro, aunque siempre lo protegió, SeHun suponía que no solo le debía mucho a Baekhyun, le debía mucho al hombre que llamaba esposo y sobre todo, a su dinero, estatus y uso de razón, porque no cualquier hombre es tan amable con sus criados, no se preocupa tanto por ellos, no como lo era LuHan y él.

Le dio muchas más vueltas cuando vio que ChanYeol estaba siendo llamado a servir al frente de las tropas del emperador, supuso que era una llamada del destino, algo que le decía que era su momento de pagar todas las cosas que debía, como el haber visto por su vida.

-¿Tuviste entrenamiento?- preguntó el emperador y aunque SeHun negó, tenía que decir mucho.

-Serví mucho tiempo, durante mi adolescencia, a un herrero, conozco toda clase de armas, se cazar, ese es un hecho, el combate cuerpo a cuerpo también lo aprendí, he vivido una vida de clase baja, claramente he tenido que saber sobrevivir de los ladrones.- respondió en el mejor tono que pudo y el emperador asintió satisfecho. –Puede que no parezca demasiado, alteza, pero aprendo rápido, además de que daría mi vida sin importar que, por la del amo Park Chanyeol.-

-La lealtad es la mejor de las armas, hombre, ya te lo diré yo.- dijo el emperador, viéndolo de rodillas aun ante ellos –Se puede notar que eres un hombre alto, joven y muy fuerte, eres la clase de soldado que se necesita en la guerra, ¿tienes familia? ¿Una pareja, esposa, esposo? ¿Padres o hijos?-

-No tengo padre, mi señor, quede huérfano cuando solo era un adolescente y de lo demás, hay alguien que en verdad amo, es la razón por la que fui a trabajar a la casa del amo Park, si pudiera pedir algo, es solo que tuviera una buena vida.- al emperador le gustaba que Sehun parecía muy seguro al hablar, no dejaba de decir lo que realmente pensaba y le decía justo lo que quería, así que estaba muy sonriente. –Lo he cuidado desde hace mucho tiempo y creo que esta es la oportunidad perfecta para poder protegerlo también, quiero que tenga una vida tranquila.-